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Islandia en noviembre – Día 7 – Mývatn Parte II

¡Hola, viajer@s!

Hoy os traigo el relato del Día 7 de nuestro roadtrip por Islandia de dos semanas en noviembre. Ya hay publicados un montón de posts sobre este viajazo, por si les queréis ir echando un vistazo; son los siguientes: un post introductorio con información útil que debéis saber antes de viajar a Islandia; el post del Día 1 del viaje en el que os cuento nuestra llegada, nuestra visita a la impresionante Laguna Azul y nuestra primera toma de contacto con Reikiavik; el post del Día 2, que dedicamos íntegramente a la capital; el post del Día 3, en el que exploramos la bonita península de Snaefellsnes; el post del Día 4, en el que desde Snaefellsnes nos dirigimos ya hacia el norte de la isla; el post del Día 5, en el que recorremos la zona norte central y llegamos a la zona de Mývatn; y el post del Día 6 en el que empezamos a explorar la zona de Mývatn.

En este post del Día 7, en el ecuador de nuestro viaje, seguiremos conociendo la zona de Mývatn, ya que este día lo dedicamos íntegramente a continuar explorándola.

Aquí os dejo un mapa de la zona de Mývatn con todas las visitas que hicimos en los dos días/tres noches que le dedicamos:




La zona de Mývatn

La zona de Mývatn es la joya indiscutible del norte de Islandia, ya que el lago Mývatn y su entorno presentan una belleza austera llena de resoplantes pozas de barro, extrañas formaciones de lava, humeantes fumarolas y cráteres volcánicos. La cuenca del Mývatn se asienta sobre la dorsal mesoatlántica y el violento carácter geológico de la zona ha creado un asombroso paisaje, único en el país (lo cual ya es decir).

Por este motivo, decidimos hacer una parada larga en Reykjahlíd (población con apenas un par de centenares de habitantes) y pasar 3 noches aquí, para poder explorar con detenimiento esta zona de Mývatn, que tiene tanto que ofrecer, y para descansar un poco de las conducciones largas durante un par de días.

Nuestro hogar durante estas 3 noches en la zona de Mývatn fue la acogedora casa de huéspedes Helluhraun 13, en Reykjahlíd, regentada por una adorable pareja de gente local, Ásdís y Sigurdur, y no podríamos estar más satisfechos con nuestra elección.

Para ver la reseña completa de Helluhraun 13, podéis consultar el post del Día 5, donde os hablo de este encantador alojamiento en profundidad a nuestra llegada a la zona de Mývatn.

Helluhraun 13, una opción muy top
Helluhraun 13, una opción muy top

Conducción en el norte de Islandia en invierno

La zona de Mývatn se encuentra en el puro norte de la isla, y eso en noviembre significa conducir por carreteras cubiertas de nieve y de hielo, aparte, claro está, de disfrutar de paisajes nevados e invernales preciosos.

Nosotros no habíamos conducido en este tipo de condiciones nunca e íbamos con un poco de miedo, pero hemos de decir que con nuestro Dacia Duster 4 X 4 de Lotus Car Rentals con neumáticos de invierno, todos tachonados con clavos, no tuvimos absolutamente ningún problema.

De hecho, Félix, que es el conductor, considera que fue una experiencia muy interesante, didáctica e incluso divertida conducir por estas carreteras con este tipo de condiciones difíciles. Félix os va a preparar un post sobre cómo conducir en Islandia en invierno, con un montón de información práctica que estoy segura de que os resultará muy útil.

Zona de Mývatn nevada
Zona de Mývatn nevada

Explorando Mývatn

Hverir

Hverir es un área geotermal activa muy loca ubicada en la zona de Mývatn. En este lugar se ve claramente que el planeta por dentro está activo y vivo, ya que aquí esa actividad se muestra claramente en la superficie.

Es un paisaje lleno de calderas, humeantes fumarolas, burbujeantes pozas de lodo negro y refulgentes depósitos de minerales. Y el olor… Aquí es donde de verdad, de verdad de la buena vais a oler el azufre. Toooooda la zona tiene ese tufillo a huevos podridos tan característico del azufre, al que os acabaréis acostumbrando.

No es un olor insoportable, ni que te dé arcadas de lo horrible que es ni nada parecido, pero sí que es impactante verte rodeada de repente en vapores sulfurosos y que no pase nada. Lo que sí que notamos es que teníamos la sensación esa de que te pica la nariz antes de estornudar, pero no llegas a estornudar. Curioso, desde luego.

Todo esto ocurre porque en Islandia en general y en esta zona de Mývatn en particular la corteza terrestre es muy fina, por lo que por las fisuras se escapan los vapores que hay en el interior.

Estas son las vistas con las que te da la bienvenida Hverir
Estas son las vistas con las que te da la bienvenida Hverir

Ya lo comenté en el post del Día 6, pero aquí también lo vimos: otro signo de esta situación es que en invierno está todo el suelo nevado, pero de vez en cuando ves como «calvitas» en la nieve en las que asoma el suelo. Efectivamente, al posar las manos sobre estos trocitos de suelo, se puede notar que están calientes, y por eso la nieve no cuaja. Es algo impactante notar con tus manos el calor del interior de la Tierra simplemente poniéndolas en el suelo.

Estas emisiones gaseosas hacen además que el suelo sea muy colorido, y predominan los tonos ocres, amarillos y verdosos, debido a la riqueza en minerales de estos vapores que salen del interior y se acaban acumulando alrededor de las fisuras.

Esta zona de Hverir es totalmente imposible que no os deje alucinad@s y con la boca abierta. Es uno de los paisajes más marcianos y chocantes que hemos visto nunca. Es una zona totalmente única y alucinante, y es muy, muy interesante y curiosa, aunque yo no la describiría como «bonita».

Pozas de lodo negro burbujeante que despiden olor a azufre, ¡maravilloso!
Pozas de lodo negro burbujeante que despiden olor a azufre, ¡maravilloso!

En toda esta zona de Hverir es muy importante mantenerse en todo momento dentro de los caminos marcados con cuerdas y no traspasar estos límites por dos motivos:

  • se trata de ecosistemas muy frágiles que hay que proteger
  • los vapores que salen del interior salen a muy altas temperaturas, por lo que podría ser peligroso para vosotr@s también.
Rodeada de solfataras en Hverir
Rodeada de solfataras en Hverir

La dorsal mesoatlántica atraviesa esta zona y se ve claramente una fisura natural que la marca en el suelo: se trata del punto en el que se separan la placa tectónica norteamericana y la euroasiática. Esta separación aumenta unos 2,5 cm al año, así que Islandia se está partiendo literalmente en dos. Por supuesto, estas separaciones, fricciones y movimientos en general tienen consecuencias, normalmente en forma de terremotos. Visitar Islandia es una clase de Ciencias Naturales continua.

De todas las fumarolas que hay en Hverir, hay una que destaca sobre las demás. Es muy potente, saca muchísimos vapores y se ha construido alrededor de ella con piedras una especie de estructura en forma de chimenea, y resulta curioso, porque parece que sea tal cual eso: una chimenea sacando humo procedente del centro de la Tierra. La verdad es que es bastante impactante.

Pienso que a esta zona se le puede dedicar alrededor de 1 hora para verla bien, y la considero una visita indispensable en la zona de Mývatn.

WTF
WTF

Námafjall

Desde la misma zona de Hverir existe la posibilidad de subir a la cresta Námafjall para ver todo el paisaje con las fumarolas, etc. desde las alturas.

En nuestro caso, estaba todo completamente nevado y al principio de la senda hay un cartel que advierte que en situaciones meteorológicas húmedas el ascenso y el descenso pueden ser difíciles y resbaladizos. Nosotros tuvimos algunos momentos algo complicados, pero nada del otro mundo: tanto subir como bajar fue totalmente factible.

Son como 2,5 km de ascenso (y otros tanto de descenso, obviamente), y la ruta nos llevó en estas condiciones difíciles 1 hora entre ida y vuelta, incluidas las obligatorias paradas para hacer fotos.

Vale la pena hacer la caminata y dedicarle tiempo a esta zona, porque es algo totalmente diferente y único.

Incluso en la cima de la cresta y en la ladera posterior hay solfataras humeantes, lo cual me parece alucinante. Además, estas no están delimitadas, cosa que te permite acercarte más para verlas con detalle, aunque con mucho cuidado.

¡Aun en la cresta de Námafjall siguen saliendo vapores! ¡Alucinante!
¡Aun en la cresta de Námafjall siguen saliendo vapores! ¡Alucinante!

Krafla

Krafla técnicamente es solo el nombre de una montaña de 818 metros de altura, pero la realidad es que este nombre se utiliza para denominar a toda la zona volcánica activa que la rodea, así como a la planta de energía geotérmica que existe en esta zona y a las erupciones que crearon el que se supone que es uno de los campos de lava más espectaculares de la isla.

El centro de visitantes de la central geotérmica está abierto solo de junio a agosto, así que nosotros no lo pudimos visitar, pero seguro que es interesante descubrir cómo se extrae y se gestiona el calor del centro de la tierra para convertirlo en energía.

El lago tóxico de la planta de diatomita
El lago tóxico de la planta de diatomita

Leirhnjúkur

La atracción mayor y potencialmente más peligrosa de la zona de Krafla es el cráter Leirhnjúkur y sus solfataras. En este punto la corteza terrestre es extremadamente fina y en algunos lugares está realmente caliente, por lo que no hay que salirse de los senderos si no queréis que se os derritan los zapatos.

Nosotros, por desgracia, no pudimos hacer esta excursión, primero por falta de tiempo, ya que implica dedicarle tal vez unas 3 horas para verlo bien, y después porque se nos estaba acabando la suerte con el otro tiempo, el meteorológico, ya que se estaba preparando una buena ventisca, y nos pareció poco apropiado aventurarnos en una excursión así de larga en estas condiciones.

Por lo visto, esta excursión es de lo más espectacular, ya que hay un punto en el que se llega a un lago sulfúrico, nada menos, en el que mejor no meter la mano, si no queréis que se os derrita también, pero por las fotos que he visto es precioso, con un tono del agua azul lechoso, parecido al de la Laguna Azul; pero parece ser que lo más impresionante de todo es el propio campo de lava, ya que como os decía, esa lava todavía está caliente y humeante por lo finísima que es la corteza terrestre aquí, y el paisaje del campo de lava humeante es de lo más marciano.

Una auténtica lástima habernos perdido esta visita, pero siempre está bien dejar cosas pendientes «para la próxima». ¡Hay que mirarlo todo desde el lado positivo, gente!

Aunque nosotros no lo pudimos visitar, aquí os lo dejo por si vosotr@s sí que tenéis tiempo y lo podéis meter en el planning, porque tiene un pintón.

El río con pinta tóxica que pasa junto a la central geotérmica en Krafla
El río con pinta tóxica que pasa junto a la central geotérmica en Krafla


Víti

También dentro de la zona de Krafla se encuentra el cráter Víti, de color marrón-rojizo, que alberga dentro del cráter un lago de aguas turquesas preciosas, por lo que el contraste de colores es espectacular. Era algo que nos apetecía mucho ver, pero nuestro gozo en un pozo, como os voy a explicar a continuación.

La carretera para llegar estaba abierta hasta después de pasar por delante de la planta geotérmica, que, por cierto, es un monstruo enorme que impresiona muchísimo y da hasta un poco de yuyu, ya que de aspecto es totalmente diferente a cualquier planta industrial que habíamos visto hasta entonces.

Una vez llegados al punto en el que la carretera está cortada, aparcamos e iniciamos el ascenso de 1,5 km hasta la cima de Víti.

Por cierto, desde este punto o alguno cercano es también donde se inicia el recorrido para visitar Leirhnjúkur, según lo que he podido leer por ahí. Me imagino que estará indicado de alguna manera…

Cuando empezamos el ascenso a Víti, la ventisca estaba en pleno apogeo, con muchísimo viento y aguanieve que se clavaba en la cara como auténticos alfileres. Menos mal que íbamos bien equipados con ropa técnica y caliente, buenas botas de nieve y un poncho impermeable que compramos para llevar sobre el abrigo en caso de mucha lluvia, pero aun así, por el lado del que nos venía el viento, nos dolía un montón el oído y el ojo en ese lado de la cara, del viento y el aguanieve clavándose en las únicas partes de nuestro cuerpo que llevábamos al descubierto, y apenas podíamos hablar el uno con el otro, ni mucho menos girarnos hacía donde venía el viento. La verdad es que unas gafas de ventisca no nos hubiesen venido mal, y es una lástima, porque la verdad es que las tenemos, pero se quedaron en casa, ni siquiera nos las llevamos a Islandia 🤷

El ascenso a Víti en medio de la ventisca
El ascenso a Víti en medio de la ventisca

En fin, que el ascenso se hizo durillo por las condiciones climatológicas en las que nos vimos envueltos, pero el trayecto es muy fácil, es simplemente siguiendo la carretera que estaba cortada hacia arriba, así que en ningún momento estuvimos en peligro ya que el terreno no era para nada difícil.

Total, que después de toda la odisea, al llegar a Víti lo único que pudimos ver fue un manto de nieve totalmente uniforme que lo cubría todo: ni rastro del lago interior y ni rastro del bonito contraste de colores que habíamos visto en las fotos 😭

Lo piensas y es lógico que estuviese todo nevado y que no se viese nada, pero no me esperaba esa nada tan absoluta. Es que ni rastro de todo lo que se ve en las fotos, oye. Así que lo que os decía: nuestro gozo en un pozo 😩

Junto a la nada de Víti, todo cubierto de nieve
Junto a la nada de Víti, todo cubierto de nieve

Si bien muchas de las cosas que habíamos visto hasta ahora en el norte de Islandia nos parecía que ganaban con el paisaje invernal y con la nieve, esta visita a Víti claramente no, así que fue una gran decepción.

Según indica mi Lonely Planet, un sendero circular por el borde de Víti conduce hasta una zona geotermal al este, pero no estábamos para muchas exploraciones con la que nos estaba cayendo encima, así que nos dimos media vuelta e iniciamos el descenso.

A mitad camino del descenso vimos que había una especie de mirador con vistas a todo el valle, las montañas, el río, la planta geotérmica, etc., pero lo mismo: no estábamos para nada más que para llegar lo más rápido posible al coche e intentar entrar en calor y dejar de estar bajo la aguanieve.

En circunstancias normales tal vez se le podría dedicar 1 horita a esta visita y pienso que tiene que ser uno de los lugares top de la zona de Mývatn cuando hay algo que ver, es decir, cuando no está todo cubierto de nieve.

Un último apunte sobre Víti: no hay que confundir este Víti de Mývatn con el cráter Víti al lado de la caldera del Askja, en la Tierras Altas de Islandia, en el centro de la isla. Simplemente aseguraos de que ponéis el Víti que toca en el GPS. Por cierto, «Víti» significa «infierno» en islandés.

Ventisca en la cima de Víti
Ventisca en la cima de Víti

Stóragjá

Se trata de una pequeña gruta encajada al fondo de una estrecha garganta que se puede recorrer a pie. En su interior alberga un mini-lago de aguas termales. Su «hermana» Grjótagjá se lleva toda la fama por haber salido en Juego de Tronos, como os contaba en el post del Día 6, pero Stóragjá es algo similar, solo que tiene el añadido de la garganta para llegar a ella, y sinceramente, casi que mola más recorrer este pequeño mini-cañón que la cueva en sí.

Hay puntos de la garganta que son tan estrechos que puedes tocar ambas paredes laterales con las manos con los brazos extendidos.

Para bajar a lo que es la cueva en sí, hay que hacerlo por unas escaleras de cuerda o algo similar y, como en nuestro caso estaba todo nevado y húmedo por la que acababa de caer (por suerte la ventisca ya había pasado), decidimos no jugárnosla y no llegamos a bajar.

La garganta que lleva a Stóragjá
La garganta que lleva a Stóragjá

Esta gruta se encuentra justo a las afueras de la población de Reykjahlíd y está a 2 minutos caminando de nuestro alojamiento Helluhraun 13, así que es una visita fácil y rápida que vale la pena hacer, porque aunque no sea ninguna maravilla, pues todo suma a la experiencia general.

Las aguas de esta gruta son súper apetecibles, pero no se recomienda bañarse en absoluto ya que están repletas de bacterias, entre ellas la E. coli, así que yo de vosotr@s no me metería si no queréis tener problemas estomacales muy poco divertidos a continuación.

La ranura por la que hay que descolgarse para llegar a Stóragjá
La ranura por la que hay que descolgarse para llegar a Stóragjá

Mývatn Nature Baths

La última visita del día es realmente una visita obligatoria. Se trata de los Mývatn Nature Baths, unos baños termales que vendrían a ser la competencia de la Laguna Azul, aquí en el norte de Islandia (de hecho, se le suele apodar como «la Laguna Azul del norte»).

Se encuentran a solo 2 km de Reykjahlíd y es un complejo de tamaño medianito-grande que aparte de las piscinas exteriores incluye también bar-restaurante, tienda de souvenirs, etc. Aunque en cuanto a infraestructuras no tiene nada que ver con el monstruo que es la Laguna Azul, sí que tiene otros puntos fuertes que os iré comentando. Ya sé que las comparaciones son odiosas, pero creo que en este caso son inevitables entre la Laguna Azul y Mývatn Nature Baths, así que voy a intentar ir contándoos pros y contras de cada una de ellas.

Con el complejo de Mývatn Nature Baths al fondo
Con el complejo de Mývatn Nature Baths al fondo
Entrada a Mývatn Nature Baths

El precio de la entrada es de entre 36 y 39 euros, dependiendo de si vais en temporada baja o temporada alta, respectivamente. El precio es menos de la mitad que la entrada de la Laguna Azul, en la cual el paquete básico tiene un precio de 85 euros (también es verdad que este paquete incluye la toalla, una bebida y una mascarilla facial, mientras que aquí la entrada no incluye ningún extra).

Como os decía, la toalla no está incluida en el precio de la entrada, así que tenéis dos opciones: alquilar una allí mismo y pagar por ella o traer la vuestra. Como ya comenté en el post del Día 1 cuando os hablaba de la Laguna Azul, nosotros compramos unos albornoces de microfibra en Decathlon que eran la envidia del personal, y también muy prácticos ya que pesan y ocupan poco, son de colores vistosos, con lo cual son fáciles de distinguir entre los cientos de toallas blancas que hay por todas partes, y tapan bastante más que una toalla en los trayectos entre el vestidor y las piscinas, durante los que estábamos a muy pocos grados. Sobre todo si vais a visitar más de unos baños termales en el país, como era nuestra caso, es una inversión que os recomiendo hacer.

Así como en la Laguna Azul es obligatorio tener una reserva, es decir, comprar la entrada por adelantado online, aquí en Mývatn Nature Baths simplemente se recomienda hacerlo para aseguraros que vais a poder entrar a la hora que queráis, pero si no tenéis entrada y simplemente os plantáis allí, si la capacidad no está a tope, podréis comprar la entrada en el momento.

Disfrutando de las vistas en Mývatn Nature Baths
Disfrutando de las vistas en Mývatn Nature Baths
Funcionamiento

Una vez entras, te dan una moneda de esas para la taquilla para poder guardar tus cosas de manera segura y ya pasas al vestuario. Allí te duchas, te pones el bañador (y el gorro de lana en mi caso), te tapas todo lo que puedes con el albornoz y sales al exterior todo lo rápido que te lo permitan las chanclas con toda la valentía que puedas reunir porque, os lo aseguro, hacía muchísimo frío. Yo até corriendo el albornoz a una de las barandillas y me metí a toda velocidad en el agua. A partir de ahí, es cuando empieza el relax y empiezas a disfrutar de la visita.

En el momento de entrar puedes dejar prepagadas las bebidas que te apetezca tomar en los baños (hay una buena selección de cervezas artesanales a precios bastante razonables para ser Islandia). Está muy bien pensado porque te dan una pulsera identificativa y los camareros salen a buscarte a la piscina y te llevan la bebida para que tú no tengas que salir del agua a por ella.

Momentos de relax en Mývatn Nature Baths
Momentos de relax en Mývatn Nature Baths
Nuestra experiencia en Mývatn Nature Baths

Los baños en sí constan de 2 grandes balsas de aguas totalmente turquesas que están a temperaturas ligeramente diferentes la una de la otra, y también hay una pequeña balsita aparte, como una especie de bebedero para animales, de hecho, donde puedes sentarte tipo jacuzzi y el agua de esta pequeña balsita está nada menos que a 41 grados.

El agua de Mývatn Nature Baths tiene un tono absolutamente peculiar, ya que es un tono azulado-turquesa pero bastante lechoso, y esto se debe a todos los componentes minerales que contiene esta agua. Si metes la cabeza debajo del agua y abres los ojos, no ves absolutamente nada, es un agua opaca. Pero el tono es precioso, y es tan peculiar que solo eso te deja ya con la boca abierta.

Destacan especialmente la ubicación y las vistas que se tienen desde las piscinas, ya que los baños se encuentran en el centro de toda la zona que he descrito de Mývatn en los posts del Día 6 y el Día 7, con lo que se ven los cráteres, las montañas nevadas, los campos de lava, etc. Destaca como siempre Hverfjall, el precioso cráter simétrico.

A diferencia de en la Laguna Azul, donde las paredes y los suelos de las piscinas parece que hayan recibido algún tratamiento y está todo más modificado, en Mývatn Nature Baths todo hace honor a su nombre y presenta un aspecto mucho más natural, ya que el fondo de las piscinas es de arena volcánica y los «bancos corridos» que hay bajo el agua en los bordes de las piscinas para sentarte a admirar las vistas son de roca natural y tienen una especie de recubrimiento natural como de musguillo que a partes igual resulta agradable y da algo de grima (pero te acostumbras rápido).

De relax en Mývatn Nature Baths
De relax en Mývatn Nature Baths

Como os comentaba, hay dos piscinas disponibles, una un poco más «interior», que es la que está más cerca de la entrada y, por lo tanto es a la primera que entras, y otra más «exterior» en lo que es el complejo, que es la que tiene las mejores vistas de los paisajes que la rodean y el agua está ligeramente más caliente que en la primera.

Para pasar de una de las piscinas a la otra hay que atravesar el pequeño puente que las une y, sí, ese puente se encuentra fuera del agua, con lo cual el choque térmico, aunque solo sea durante unos segundos, es bastante bestia.

Además, el ambiente está lleno de vapores de agua, aunque he de decir que no tantos como en la Laguna Azul, pero aun así esto le da un toque más etéreo, como de lugar irreal a los Mývatn Nature Baths, acentuado por los paisajes circundantes.

Otro elemento más que lo convierten en un lugar como de otro mundo es, cómo no, el azufre. Hay olor a azufre en el ambiente en todo momento, ya que la zona está rodeada de solfataras (las mismas que hemos visitado a lo largo de estos dos días y de las que os he hablado, y muchas más, me imagino). Incluso el agua en la que os estáis bañando tiene un regustillo extraño a azufre, así que intentad no tragar mucha 😂

Me queda por hablar todavía de la piscina pequeñita, la que tiene forma de abrevadero para animales gigante. Esta piscinita es muy poco profunda, y está pensada para sentarse en el suelo tal cual y que el agua te cubra hasta los hombros. La temperatura de esta piscinita es de 41 grados, lo cual es una temperatura altísima para el baño. Al entrar, hasta duele un poco la piel, pero te vas acostumbrando al calor.

Eso sí, os recomiendo que no estéis demasiado tiempo dentro, como hice yo (¡error!), porque entonces lo que va a pasar es que vuestro cuerpo se va a aclimatar a esa temperatura, y esa temperatura, como bien sabréis, es una temperatura de tener fiebre. Entonces, que el cuerpo se te ponga a 41 grados, ya os digo yo que no mola. Llegó un momento en que me empecé a agobiar un montón y a encontrarme hasta mal, como si tuviese esa fiebre de 41 grados, realmente. Era la forma de mi cuerpo de decirme: «Débora, sal de aquí pero ya». Así que eso tuve que hacer, y fui a meterme a la primera piscina, la que tiene la temperatura más baja de las dos, para bajar grados a la temperatura corporal, y la verdad es que en un ratito ya me encontraba perfectamente bien. Sinceramente me llamó mucho la atención que un agua a 41 grados pudiese tener estos efectos en el cuerpo, ya que es algo que ni se me había ocurrido pensar.

He de decir también que aquí en Mývatn Nature Baths había muchísima menos gente que en la Laguna Azul, ya que se trata de un lugar mucho más remoto y el norte de Islandia es una zona mucho menos turística y masificada que la península de Reykjanes, donde se encuentra la Laguna Azul. El hecho de que haya cero masificación aquí en Mývatn Nature Baths repercute, obviamente, en la experiencia general, y hace que este sea mucho más placentera y relajante.

Felicidad en Mývatn Nature Baths
Felicidad en Mývatn Nature Baths

En cuanto al tiempo necesario para disfrutar de esta visita en general, pues es realmente el que queráis. No hay límite de tiempo por parte de Mývatn Nature Baths, lo cual está genial, pero yo diría que un mínimo de 1,5 – 2 horas las pasáis bien allí, incluyendo el tiempo de cambiarte antes, ducharte y arreglarte después, etc.

Nosotros entramos cuando todavía era de día, pero cuando ya faltaba poco para que anocheciese, así que tuvimos la oportunidad de disfrutar de Mývatn Nature Baths tanto de día, como durante «la hora azul» del anochecer, como ya de noche. Pensamos que es buena jugada, ya que nos dio la oportunidad de ver y disfrutar del complejo tanto a la luz del día como iluminado una vez se hizo oscuro.



Un par de recomendaciones, aparte del albornoz del que ya he hablado:

  • Yo en todos los baños termales que visitamos, incluido en Mývatn Nature Baths, llevaba un gorrito de lana puesto. La cabeza queda fuera del agua, y fuera del agua hace un frío que pela, y si lleváis el pelo largo y se os moja, más frío que va a hacer, así que ya lo dice el refrán: «Vaya yo caliente, ríase la gente». Bañador y gorro de lana: pues sí, ¿qué pasa?
  • Si hace sol, también recomiendo que os llevéis vuestras gafas de sol, ya que con el reflejo del agua, la luz puede llegar a molestar. Lo mismo que en la playa, vamos. Y sí, el look entonces es aún más estrafalario. Pero de nuevo: ¿Y qué?
  • Si lleváis lentillas, ponéoslas (obviamente siempre será mejor que ir con las gafas), pero no abráis los ojos dentro del agua, ya que contiene muchos materiales en suspensión, que es lo que hace que sea tan turbia, y esas partículas pueden hacer que os molesten las lentillas, se os rayen o que puedan provocar rasguños en la superficie de los ojos.
  • Todos esos materiales en suspensión del agua también hacen que el pelo se reseque bastante y después quede un poco en plan estropajo. Muchas chicas se lo recogen en un moño para que no se moje, o si no, se recomienda impregnarlo con acondicionador o mascarilla antes de meterte en el agua para que esos productos hagan de barrera protectora. En las duchas hay acondicionador, gel y champú gratuitos que podéis usar tanto antes como después de relajaros en las piscinas.
  • Si queréis sacar fotos y vídeos de vuestra experiencia en Mývatn Nature Baths, veo dos opciones: o una GoPro con su carcasa impermeable, o el móvil con una bolsita impermeable específica para móviles con una cuerdecita para colgártela al cuello que también venden en Decathlon, en la sección de natación, surf, etc.
  • Tema higiene: esto (bueno, y el resto de consejos también) es aplicable a todos los baños termales de Islandia. La ley obliga a ducharse sin bañador y a frotarse bien en todas las zonas íntimas y a lavarte el pelo antes de meterte en cualquier piscina pública o baño termal. Recordad: sin bañador y antes de entrar a la piscina. Si no lo hacéis, os la pueden liar y además con toda la razón del mundo, tanto por higiene como por que está contemplado en la legislación que eso debe ser así.

Como os decía al principio de este punto, considero que es una visita obligatoria en la zona de Mývatn, una experiencia que no os podéis perder.

En Mývatn Nature Baths, rodeadas de vapores y de montañas nevadas
En Mývatn Nature Baths, rodeada de vapores y de montañas nevadas

Este día, después de relajarnos en Mývatn Nature Baths decidimos ir a tomar una cerveza a otro de los hoteles de la zona de Mývatn que nos había recomendado nuestra anfitriona Ásdís. En esta ocasión fuimos al Fosshotel Mývatn, que se encuentra al borde de la Ring Road, la carretera 1, antes de llegar a Reykjahlíd desde el oeste.

Fosshotel es una gran cadena hotelera en Islandia, así que era un rollo muy diferente al del hotel-granja Vogafjós del que os hablé en el post del Día 5, que era un negocio totalmente local. El Fosshotel es un hotel precioso, y estuvimos a gusto allí en el bar del hotel tomando una cerveza, pero fue una experiencia mucho más impersonal que la que tuvimos en Vogafjós, así que si tenéis que elegir solo uno para tomar algo o cenar, os recomiendo decididamente Vogafjós.



Como siempre, más abajo os dejo una pequeña galería de fotos adicionales, y creo que este va a ser el enfoque de todos los posts de este viaje, ya que van a ser posts más cortos de lo habitual, ya que solo cubren un día de viaje, pero al mismo tiempo, hay muchas cosas que os quiero enseñar, ya que todo en este país es tan sumamente fotografiable que es una pena dejar fotos fuera por falta de espacio en el post (podéis hacer clic en las imágenes para verlas en grande).

Y hasta aquí el relato del Día 7 de nuestro roadtrip por Islandia de dos semanas en noviembre, en el que acabamos de exprimir todo lo que pudimos esta maravillosa zona de Mývatn. En el siguiente post del Día 8 abandonamos ya la zona norte de Islandia (con todo el dolor de nuestro corazón, porque nos había enamorado) y nos dirigimos ya hasta la costa este de la isla. Spoiler alert: nos vimos en un par de aprietos bastante importantes, visitamos los que se convertirían en nuestros baños termales favoritos del país, que ya es decir, y también cumplimos finalmente un sueño…. ¿Os lo vais a perder?

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2 Comments

  • Best time to see Northern Lights in Iceland

    Though I only know a little spanish I was so curios about your article that I read it translated by google. You had such an amazing adventure in Iceland. I like the fact that you visiten Myvatn, we also did the same during our Iceland 10 day tour, and we saw so many other beuaitful places, you even named a few in your article: Myvatn, Krafla, Namafjall, Hverir. Looking forward to read other of your interesting adventures.

    =======

    Aunque solo sé un poco de español, tenía tanta curiosidad sobre su artículo que lo leí traducido por Google. Tuviste una aventura increíble en Islandia. Me gusta el hecho de que visitó Myvatn, también hicimos lo mismo durante nuestra gira de 10 días por Islandia, y vimos muchos otros lugares atractivos, incluso mencionó algunos en su artículo: Myvatn, Krafla, Namafjall, Hverir. Estoy ansioso por leer otras de tus interesantes aventuras.

    • Débora

      Hi Alex! Thank for your comment; I am glad you liked the post, and I hope it brought back nice memories from your own trip through Iceland 🙂

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RESPONSABLE: Débora Mascaró Rojas. FINALIDAD: gestionar el envío de boletines por correo electrónico con información gratuita y sin publicidad, relacionada con los temas que se tratan en mi blog www.travellinglavidaloca.com. LEGITIMACIÓN: la legitimación es gracias a tu consentimiento. DESTINATARIOS: se comunicarán datos a MailChimp para gestionar las suscripciones a la lista de correo como plataforma de envío de boletines por correo electrónico. DERECHOS: podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación o supresión de tus datos. +info

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