Islandia – Ruta de 2 semanas en invierno

¡Hola, viajer@s!

¿Quién no conoce a alguien que se haya ido de viaje a Islandia en los últimos años? Probablemente sea el país que más de moda está ahora mismo. Los datos no engañan: desde 2010 el número de visitantes ha crecido un 20 % anual. ¡Boom!

Bien, pues nosotros no íbamos a ser menos, y decidimos ir para allá para ver a qué venía tanto alboroto y descubrir en primera persona este país del que todo el mundo habla.

No es ningún secreto que somos unos enamorados de los países nórdicos y de su cultura, y en el blog tenéis un montón de posts sobre los otros países del norte de Europa que hemos visitado: Finlandia y Noruega. Dos de los mejores viajes de nuestra vida, por cierto.

Por qué Islandia

Pero, ¿por qué Islandia? ¿Qué tiene este país de especial? ¿Por qué resulta un destino tan irresistible para los viajeros?

Bueno, pues es muy sencillo: «Iceland is different». Es como otro puñetero mundo. A veces es como estar en Marte o en la Luna, o en una película de ciencia ficción. Si eres un urbanita empedernido tal vez puedas considerar que este destino no es para ti, aunque, aun así, su capital, Reikiavik, es una ciudad absolutamente encantadora; pero a poco que te tire la naturaleza y los paisajes, es que la vas a gozar. Islandia es naturaleza, naturaleza y naturaleza; además, es naturaleza en su estado más salvaje. Allí todo es a lo grande, y todo es extremo: cascadas, glaciares, volcanes, actividad geotérmica, fiordos, montañas… Islandia es literalmente una canción de hielo y fuego, y la referencia a Juego de Tronos no es casual, ya que estoy segura de que sabéis que partes de esta famosísima serie se han rodado en este país.

Islandia te permite vivir experiencias únicas, como bañarte en aguas geotermales prácticamente a cada paso que des en la isla, ver la aurora boreal o el sol de medianoche (dependiendo de la época del año en la que viajes), admirar la belleza cristalina de los icebergs flotando en una laguna glacial, pisar hielo milenario con tus propios pies explorando alguno de los múltiples glaciares de la isla, pasear sobre el cráter de un volcán, adentrarte en una cueva de hielo, bucear entre dos placas tectónicas continentales o ver géiseres explotar.

Por todo esto y mil cosas más, la pregunta no debería ser «¿Por qué Islandia?», sino «¿Por qué no Islandia?»… O «¿Y a Islandia pa’ cuaaando?» 😂

Por qué en invierno

La pregunta del millón: ¿cuál es la mejor época para viajar a Islandia?

Bueno, pues depende de cuáles sean vuestras prioridades. Para nosotros, la prioridad absoluta de este viaje era poder ver la aurora boreal y, para aumentar las probabilidades de que eso sucediese, sabíamos que teníamos que ir en invierno (aunque bueno, no era invierno, era noviembre, pero nos entendemos, ¿no?).

Analicemos pues pros y contras de ir en invierno y de ir en verano.

Puntos negativos de ir en invierno:

• Pues obviamente uno de ellos es que hace un frío del carajo, pero precisamente esto es fácilmente solucionable yendo bien equipados con ropa técnica.
• Otro punto negativo (y este es más grave y, además, irremediable) es las pocas horas de luz que teníamos al día, cosa que nos limitó bastante a la hora de planificar las actividades. Para que os hagáis una idea, teníamos unas 6-7 horas de luz al día, aproximadamente de 10 de la mañana a 4 de la tarde (aunque esto variaba en función de lo al este o al oeste que estuviésemos en la isla y a lo largo de nuestra estancia se iba acortando más: cada día amanecía unos 4 minutos más tarde y anochecía unos 4 minutos antes y eso, a lo largo de un viaje de 2 semanas, se nota).
• Otra de las desventajas de ir en invierno, y esto está relacionado con las dos anteriores, es lo imprevisible y extremo que puede ser el tiempo. Puedes pillar una tormenta de nieve que te impida realizar la actividad que tenías planeada para ese día, o puedes encontrar cerrada una carretera por la que pensabas conducir, lo que te puede obligar a renunciar a ver algo que te hacía ilusión visitar.
• La zona de las Tierras Altas, que es todo el centro de la isla, es totalmente inaccesible en invierno, es puro hielo. En la época invernal, hay que ceñirse a la carretera de circunvalación o Ring Road que bordea la isla más o menos siguiendo la costa. Aunque no os preocupéis: a lo largo de la Ring Road hay suficientes cosas que ver como para llenar meses de visitas, así que por eso no será.

Puntos positivos de ir en invierno

• Mayores probabilidades de ver la aurora boreal, como ya he comentado.
• Cero aglomeraciones: tienes la isla prácticamente para ti, lo que va a influir en tu experiencia a nivel personal y, si sois muy de fotografía, en la calidad de vuestras fotos y vídeos.
• Autenticidad: a mí personalmente a los países nórdicos me gusta ir en invierno y verlos en su elemento, nevados. Me parece que es lo suyo y que es cuando más deslumbran y cuando más te puedes acercar a la experiencia de lo que es realmente vivir en un país así. Al igual que los extranjeros vienen a España sobre todo en verano, porque es lo suyo, porque quieren disfrutar de lo típico de aquí, que tradicionalmente se considera que es la playita y demás, pues lo mismo pienso yo de los países nórdicos: solo yendo en invierno se puede ver la quintaesencia nórdica, el origen de su cultura, de su folklore, de sus tradiciones y de su forma de vida. Además, al menos en noviembre, no os creáis que toda la isla está completamente nevada, vais a tener de todo un poco, y en la variedad está el gusto.
• Posibilidad de visitar una cueva de hielo, cosa que solo se puede hacer en invierno.
• Al ser temporada baja, los precios pueden llegar a bajar hasta casi la mitad en alojamiento y en muchas actividades, cosa muy interesante en un país objetivamente caro.

Puntos negativos de ir en verano

• Saturación de gente: debido al aumento brutal del turismo del que os hablaba al principio, Islandia sufre de aglomeraciones de turistas que, principalmente, se concentran en los meses de verano.
• Es temporada alta: los precios están por las nubes, así que preparad la cartera.
• Ir a Islandia y no ver ni un paisaje nevado, a mí personalmente me parece una pena.
• Olvídate de ver auroras boreales.
• No vas a tener que conducir sobre nieve y hielo, pero si sales de la Ring Road, es posible que te toque vadear ríos con el coche, y la verdad, no sé qué suena más terrorífico.
• Es más fácil pinchar una rueda en verano yendo por caminos de cabras que pincharla en invierno, ya que los neumáticos de invierno que llevan todos los coches son mucho más resistentes y muchos de los peores caminos de cabras también están cerrados en invierno.

Puntos positivos de ir en verano

• Clima menos extremo: para la mayoría de la gente, esto será un punto positivo, por eso lo pongo aquí, aunque para mí la nieve y el frío siempre son un plus en un país nórdico.
• Posibilidad de ver el sol de medianoche, que tiene que ser una experiencia única.
• Muchísimas más horas de sol al día, lo que te permite optimizar mucho el planning y meter más actividades por día, ya que vas a tener las horas de luz necesarias para hacerlas.
• Mejor época para ver dos de los animales más famosos de la fauna autóctona: los frailecillos y las ballenas.
• Posibilidad de visitar las Tierras Altas, que es todo el centro de la isla. Esa zona es totalmente inaccesible en invierno.
• Puedes ir algo más liger@ de equipaje.
• Posibilidad de pasar noches en camping o alquilar una autocaravana para ahorrar en alojamiento.

Como veis, está la cosa complicada para elegir la época ideal, porque no la hay. Como os decía, dependerá de cuales sean vuestras prioridades. A nosotros, como teníamos claras las nuestras, que eran ver la aurora boreal y disfrutar de los paisajes nevados e invernales, no nos costó nada decidirnos: iríamos en invierno.

¿Y qué tiempo hace en noviembre en Islandia?

Pues la verdad es que el tiempo es variadito. Nosotros fuimos en las dos semanas centrales de noviembre, es decir, del 9 al 23, y el rango de temperaturas que vimos fue desde 7 grados en Reikiavik hasta -10 en Myvatn.

Dentro de ese rango, vimos también de todo: sol, niebla, nubes, nieve, hielo, lluvia, viento huracanado y días estupendos. ¡Hay que ir preparado para todo eso y más!

También os digo que lo normal era mantenernos alrededor de los 0 grados, un par de grados abajo en el norte, un par de grados arriba en el sur.

Tipo de viaje

Yo veo básicamente 2 tipos de viaje posibles en Islandia: un roadtrip (es decir, alquilar un vehículo y conducir a tu bola por la isla) o una estancia larga normalmente en Reikiavik y, desde allí, ir contratando actividades y excursiones de un día para poder explorar todo lo que hay más allá de la capital.

La forma más típica de recorrer Islandia es, sin duda, el roadtrip, y es además la que nosotros hicimos y la que recomendaríamos: la libertad de tener tu propio vehículo y poder ir a donde quieras y parar cuando quieras a ver lo que sea que te llame la atención no tiene precio. Sin embargo, si no tenéis carnet de conducir o no os apetece conducir en vuestras vacaciones o no os atrevéis con el clima o lo que sea, hay un montonazo de empresas que ofrecen todo tipo de actividades, excursiones y experiencias con salida desde Reikiavik.

Dentro del roadtrip, además, habría dos modalidades: la opción autocaravana, donde llevas la casa a cuestas y duermes en tu vehículo en los campings habilitados expresamente para ello; o la opción coche normal, donde deberás contar aparte con alojamiento en cada punto de la isla en el que se pare a pasar la noche. Esta última opción fue la nuestra, ya que nunca hemos probado la autocaravana y no estábamos seguros del tema de la temperatura para dormir y nos daba un poco de miedo todo en general. Sin embargo, esta opción que elegimos requiere muchísima más planificación previa, ya que hay que definir previamente las etapas en coche para determinar dónde se pasará cada noche y reservar con antelación el alojamiento en esos puntos. La opción autocaravana da más flexibilidad en ese sentido.

Con respecto al coche que alquilar, también nos encontramos con 2 opciones: coche normal y corriente o 4X4. Nosotros optamos por el 4X4 porque, aunque sale bastante más caro, nos daba mucha más seguridad para conducir por las carreteras islandesas que pueden estar en mal estado por el tiempo o pueden ser simplemente caminos de tierra con baches, etc. Especialmente para un viaje en invierno, recomendaríamos sin duda el 4X4. De hecho, si algún día volviésemos y viniésemos en verano, seguiríamos pillando un 4X4.

Por último quiero hablar del alcance del viaje, es decir, qué zonas vais a querer visitar. Yo recomiendo ser realista y no intentar abarcar más de lo que humanamente se pueda ver en el tiempo que tengáis. Si queréis recorrer toda la Ring Road, que es lo que hicimos nosotros, yo no recomendaría un viaje más corto que el nuestro, que fue de dos semanas justas, especialmente en invierno, por el tema de las horas de luz. Si vais a estar, digamos, una semana o 10 días, yo os recomendaría dedicaros a Reikiavik y a las zonas cercanas, como el Círculo Dorado, el sur de la isla (la zona de Jökulsárlón y Reynisfjara) y la península de Snaefellsnes, que es lo que hace la mayoría de la gente.

Nosotros, por falta de tiempo tuvimos que descartar toda la zona de los fiordos occidentales, la zona de Akureyri, que es la segunda ciudad más grande del país, después de la capital, y por el este de la isla pasamos bastante de puntillas para poder dedicar más tiempo a otras zonas que tienen más acumulación de cosas dignas de ver. Por supuesto, a las Tierras Altas, es decir, a todo el centro de la isla, tampoco nos pudimos ni asomar, tanto por falta de tiempo como porque, como ya he comentado, esa zona es inaccesible en invierno.

En resumen, el alcance de nuestro viaje por Islandia fue un roadtrip por la carretera de circunvalación clásico, con estancia de un par de noches en Reikiavik y con algunos desvíos interesantes.

Alquiler de coche

Nosotros alquilamos nuestro cochecito con Lotus Car Rental, una empresa familiar de alquiler de coches con sede en el aeropuerto de Keflavík, y la verdad es que no podemos estar más contentos.

Para llegar a Lotus Car Rental (o a cualquier otra compañía de alquiler de coches, de hecho) desde la terminal de llegadas de Keflavík, os recomiendo que cojáis el bus lanzadera gratuito que os lleva a la zona en la que se encuentran todas estas empresas. Si no vais muy cargados se puede ir hasta andando, ya que serían tal vez 5-10 minutos de caminata, pero desde luego no era nuestro caso. Buscad en la terminal de llegadas las indicaciones para Shuttle Bus y seguidlas, pero no tiene pérdida: es básicamente en frente de la terminal, caminando a menos de 5 minutos, donde encontraréis la parada para este bus. Pasa aproximadamente cada 20 minutos y el recorrido tiene varias paradas en función de la empresa de rent-a-car en concreto a la que vayáis. Mirad en las ventanas del propio bus, porque ahí está indicado en grandes carteles en qué parada está cada empresa: por ejemplo, Lotus Car Rental está en la segunda.

Una vez llegamos a Lotus, el trato fue buenísimo, ya que los empleados eran muy amables y estaban dispuestos a ayudar, nos dieron consejos para la conducción, fueron súper majos y comprensivos con nuestros «miedos» iniciales por el estado de las carreteras, ya que no estamos acostumbrados a conducir por carreteras heladas o problemáticas, y además el estado del coche era buenísimo, cosa que se agradece cuando sabes que las condiciones de las carreteras pueden ser complicadas. También dedicaron el tiempo suficiente a explicarnos en el mismo coche cómo funcionaba todo, especialmente el tema del 4X4 y las marchas reductoras, ya que era la primera vez que conducíamos un coche así.

En invierno, todos los coches de Lotus llevan los neumáticos de invierno puestos e incluidos en el precio. Más ventajas: en función de la duración del alquiler, ofrecen diferentes porcentajes de descuento; también tienen un acuerdo con las gasolineras N1, la cadena más importante del país, gracias al cual, pasando una tarjeta que viene colgando en el llavero del coche, tienes 3 ISK de descuento por litro en la gasolina, y también te dan un folleto con vales para 6 cafés gratuitos en estas gasolineras.

Otro detalle que nos gustó bastante es que durante nuestra estancia, recibíamos notificaciones por email suyas cuando había alertas o cambios meteorológicos que pudiesen afectar a la conducción. Me pareció una muy buena idea y un detallazo, la verdad.

Vimos que tenían una gama bastante amplia de vehículos entre los que elegir, pero nosotros optamos por un Dacia Duster 4X4. El coche nos encantó, porque nos daba seguridad al tratarse de un coche robusto y 4X4, tenía un maletero muy amplio para todos nuestros maletazos, era cómodo, fácil de conducir, bonito y, oye, que acabamos cogiéndole cariño y todo después de ser nuestro compañero de aventuras durante dos semanas. Se portó como un campeón y no nos dio ni un problema: ¡todo de lujo! ¡Ah! Y otro detalle que nos flipó fue el botón de la calefacción de los asientos, una maravilla cuando entras en el coche pelado de frío después de una excursión.

Con respecto al seguro del coche, optamos por la opción Gold, que aparte de la protección básica que viene incluida por defecto, incluye también los daños por gravilla, por arena y por ceniza volcánica.

Totalmente recomendado el alquiler de coche con Lotus Car Rental en Islandia, ¡no os lo penséis!

Félix, que es quien conducía, escribirá para vosotr@s un post muy completo sobre cómo es conducir por Islandia en invierno, con consejos, cosas a tener en cuenta, etc., así que estad atent@s porque estará cargadito de información súper práctica e interesante.

Félix también es el meteorólogo oficial del equipo, así que también os va a escribir un post con consejos e información útil sobre cómo cazar auroras.

Planning de 2 semanas en invierno

A continuación os dejo el que fue nuestro planning para las 2 semanas que pasamos en Islandia.

En esta ocasión, fue bastante complicado diseñar el planning, por varios motivos: las malditas horas de luz de las que ya he hablado en varias ocasiones, la ingente cantidad de cosas que ver, la dificultad añadida de los nombres impronunciables que hacen que no llegues a ubicarte ni a organizarte bien, la dificultad de saber cuánto tiempo haría falta para cada actividad (especialmente, los trekkings), etc.

Pero bueno, al final lo conseguí y creo que diseñé un planning bastante realista, siempre con la inestimable ayuda de mi Lonely Planet, la cual tuve que leer y releer varias veces para conseguir organizarlo todo bien. Aquí os dejo muy resumido y simplificado el fruto de todo este esfuerzo 🙂

• DÍA 1 – Laguna Azul y Reikiavik
• DÍA 2 – Reikiavik
• DÍA 3 – Península de Snaefellsnes
• DÍA 4 – Hacia el norte
• DÍA 5 – Zona norte central
• DÍA 6 – Mývatn Parte I
• DÍA 7 – Mývatn Parte II
• DÍA 8 – Zona nordeste
• DÍA 9 – Fiordos del este
• DÍA 10 – Zona sudeste
• DÍA 11 – Zona Sur Central
• DÍA 12 – Círculo Dorado Parte I
• DÍA 13 – Círculo Dorado Parte II
• DÍA 14 – Dirección suroeste hasta Keflavík (Silfra)
• DÍA 15 – Península de Reykjanes y aeropuerto

Podéis esperar un post por día para este viaje, ya que creo que va a ser la manera más sencilla de explicar todo lo que hemos vivido durante este roadtrip.

Aquí os dejo un mapa interactivo muy simplificado del recorrido (obviamente hay muchas más paradas, pero Google Maps no me deja unir con una línea más que un cierto número de puntos para dibujar el recorrido). En cada post individual incluiré un mapa del recorrido de cada día en concreto para poder dar más detalles.

Otro detalle que vale la pena comentar es la dirección del viaje, ya que, al tratarse de una ruta más o menos circular, se puede hacer en el sentido de las agujas del reloj o en el sentido contrario. Nosotros optamos por hacerlo en el sentido de las agujas del reloj, principalmente por dos motivos:

• porque lo que más fama tiene y lo que más expectativas genera es la zona del Círculo Dorado y del sur de la isla, así que preferimos dejarlo para el final del viaje para poder disfrutar del resto de la isla sin comparaciones con la «zona famosa».
• porque al final del viaje es cuando los días iban a ser más cortos y decidimos que viajar hacia el oeste esos últimos días iba a ser mejor.

Otro punto a tener en cuenta es que, especialmente en la zona sur de la isla, que es la más turística, si vais en el sentido de las agujas del reloj como hicimos nosotros, vais a estar haciendo las visitas en la dirección contraria a los buses de tours organizados que salgan de Reikiavik, lo cual puede hacer que os encontréis con menos gente y, sobre todo, que no coincidáis a lo largo del día con el mismo bus haciendo el mismo recorrido en el mismo sentido, cosa que nos ha pasado y es bastante frustrante. Este truco puede hacer que en invierno estés en los puntos más famosos y visitados de Islandia prácticamente solo.

Seguro

Nunca se me ocurriría hacer este tipo de viaje sin un buen seguro y nosotros lo tenemos claro: Iati es una empresa de seguros especializada en seguros de viaje, ¡así que quién mejor que ellos para prestar este servicio!

Además, si entras a la web de Iati desde aquí o haciendo clic en el banner de más abajo, te llevas un pequeño descuento por ir de mi parte 😉

Divisa y precios

La moneda oficial de Islandia es la corona islandesa (ISK). Aproximadamente, 1 euro son 137 coronas (a fecha de noviembre de 2019), así que la conversión es un poco complicadilla para hacerla de cabeza. Yo lo que hacía para hacer el cálculo era al precio en coronas quitarle dos ceros y, después, restar el equivalente a un tercio, más o menos. Por ejemplo, si algo valía 1500 ISK, al quitarle los dos ceros te quedas con 15, y al quitarle un tercio a 15 te quedas con 10 (aunque el equivalente exacto serían 10,80 euros), así te puedes hacer una idea más o menos rápida de los precios aproximados de cada cosa.

Obviamente, también se puede tirar de conversores de divisas en el móvil. Yo suelo usar Currency Converter, pero si te puedes evitar estar sacando el móvil cada dos por tres, pues mejor, ¿no?

Ahí van algunos ejemplos de precios reales de algunos productos o servicios específicos: una cerveza cuesta unos 8-10 euros, una cena sencilla para 2 cuesta unos 50 euros, una compra de alimentos básicos en el súper (en plan pan, embutido, queso, algo de fruta, algún yogur, algo de picoteo tipo frutos secos y patatas fritas) cuesta unos 50 euros, el litro de gasolina cuesta 1’75 euros, una noche de hotel en habitación doble con baño propio cuesta a partir de 150 euros, etc.

Como veis, no son precios baratos, ya que es un país con un nivel de vida elevado, como todos sus vecinos nórdicos.

En relación con todo esto, para este viaje nos animamos por fin a contratar una tarjeta de estas por Internet que sirven para pagar en el extranjero sin que te cobren comisiones, y la verdad es que la experiencia fue bastante buena. Optamos por la tarjeta Bnext y, si bien es verdad que en algunos sitios los datáfonos no la pillaban, en la mayoría de establecimientos no había ningún problema y después, al mirar los movimientos en la app, ves que continuamente te están devolviendo todas las comisiones que os van cobrando los establecimientos. Simplemente llevaos por si acaso la tarjeta normal que utilicéis habitualmente en España para poder pagar con ella cuando la Bnext no funcione por lo que sea y listo.

Por cierto, en Islandia absolutamente todo se paga con tarjeta. Todo es todo. Nosotros no sacamos dinero en efectivo en ningún momento e íbamos con 0 coronas islandesas en mano por la vida, y no tuvimos absolutamente ningún problema. No sabemos ni como son las monedas o los billetes locales, en serio. Este es el futuro.

Comidas

¿Cómo gestionábamos nosotros el tema desayunos, comidas y cenas para no arruinarnos? Pues nos llevamos de España bastantes cosas, la verdad, y creo que jugamos bastante bien nuestras cartas. En casa hicimos una compra para llevarnos que incluía, infusiones, café soluble, leche evaporada de la que viene como en capsulitas tipo Nespresso, un montón de barritas de cereales de todos los sabores, un montón de sobres de pasta tipo Gallina Blanca y cremas de verduras de sobre y un par de paquetes de jamón serrano. Todo esto ocupa y pesa relativamente poco y es ideal para llevar en el equipaje.

Como la mayoría de nuestros alojamientos eran apartamentos o cabañitas que incluían cocina, teníamos la oportunidad de desayunar y cenar casi todos los días en nuestro alojamiento con todo lo que habíamos traído de España, mientras que para las comidas, básicamente para ganar tiempo, aunque también para ahorrar un poco, tirábamos de sándwiches con lo que comprábamos fresco en los supermercados en Islandia. En Reikiavik sí que comíamos y cenábamos fuera normalmente, pero en el resto de zonas, como muchas veces estábamos alojados en medio de la nada (para el caso de los desayunos y cenas) y también hay zonas de conducción muy despobladas (para el caso de las comidas) es mejor contar con tus propios alimentos, ya que a no ser que hagas una investigación previa muy profunda, puedes encontrarte con que quieres comer mientras estás conduciendo por el este de la isla, por decir algo, y no vas a tener donde hacerlo. Y no hablemos de salir a cenar según donde estéis alojados, y de los precios que pueden tener esos lugares.

En fin, todo este rollo para comentaros cuales fueron nuestras opciones, nuestros menús y cómo nos organizamos para que no nos faltase de nada en ningún momento y también para no dejarnos un ojo de la cara en desayunos, comidas y cenas en nuestra estancia de 15 días.

El Icelandic Pledge

Desde la oficina de turismo de Islandia, Inspired by Iceland, recomiendan hacer el Icelandic Pledge, es decir, el juramento islandés. Se trata de una declaración, una promesa que los visitantes deben hacer por la cual se comprometen a ser turistas responsables y a no hacer toda una serie de cosas que están prohibidas, ya sea por seguridad o con el fin de preservar los paisajes y los frágiles ecosistemas del país.

Nosotros lo hicimos sin dudarlo antes de nuestro viaje y lo cumplimos durante el mismo, y os recomiendo y, de hecho, os pido por favor, que lo hagáis vosotr@s también. Aquí tenéis el enlace.

Internet en Islandia

Islandia, para muchas compañías de teléfono móvil, queda fuera de la lista de países en los que el roaming es gratuito, en los que puedes navegar con tus datos como si estuvieses en España. Informaos de cuál es el caso con la vuestra antes del viaje.

En la mayoría de alojamientos, bares, restaurantes, etc. que visitéis, por no decir en todos, va a haber WIFI gratuito, pero en caso de que necesitéis tener Internet en el móvil igualmente, que no es mala idea, para poder buscar información sobre la marcha, para Google Maps en tiempo real, para consultar la meteorología y el estado de las carreteras en cualquier momento, etc., os recomiendo que optéis por Holafly.

Se trata de una empresa que ofrece tarjetas SIM locales para navegar en los diferentes países sin tener que pagar roaming, como un local, vamos. Tu número de teléfono cambia, pero tu WhatsApp, email y redes sociales (todo lo que depende de la cuenta de Google y no del número de teléfono, vamos) se mantiene igual y no vais a necesitar reconfigurar nada de eso. Además ofrece ayuda en español las 24 horas del día por si tuvieseis algún problema, pero la verdad es que es muy fácil de utilizar, solo hay que seguir las sencillas instrucciones que vienen con la tarjeta, y a navegar desde el momento 1.

Yo compré la tarjeta para Europa entera con 12 gigas para usar durante 1 mes y me costó 44 euros. Si no vais a tirar tanto de Internet, hay otra de 5 gigas por 34 euros, pero yo, por el tema del blog y las redes sociales, opté por la más potente.

Y oye, una maravilla, la verdad: configuración sencilla, a funcionar desde el mismo aeropuerto nada más llegar, buena cobertura, etc. ¡Recomendado!

Equipaje y qué llevarse a Islandia en invierno

Datos sobre equipaje

Sobre todo si vais en invierno, os recomiendo que no escatiméis en equipaje. Nosotros, como pillamos los vuelos con muchísima antelación (como 6 meses antes) y nos salieron baratos, decidimos que nos podíamos permitir facturar 2 maletas por persona, y a la hora de la verdad lo agradecimos un montón.

Tened en cuenta que, de nuevo, sobre todo en invierno, vais a necesitar muchas capas, muchos accesorios (tipo guantes, manoplas, gorros, bragas para el cuello, bufandas y todo eso), las prendas son muy gordas, lo ideal es llevarse varios pares de botas por si se mojan, se rompen, etc., y si hacéis como nosotros y también optáis por llevaros algo de comida de España, eso también va a pesar. Y no hablemos ya de cámaras, portátil y aparatos tecnológicos varios.

En nuestro caso, además, 15 días son muchos días y, de todos los alojamientos que teníamos, solo 1 tenía lavadora (por suerte estaba más o menos en medio del viaje), así que era mejor ir bien equipados para que después no nos faltase de nada.

Además, confieso que yo no sé viajar ligera, eso es así y es lo que hay. Sin embargo, ahora, a toro pasado, sí que veo que cometí principalmente un error a la hora de hacer el equipaje: metí demasiada ropa de calle.

Qué vestir en Islandia en invierno

En Reikiavik solo estuvimos el día que llegamos y el siguiente, y durante el resto del viaje, pocas ciudades o pueblos más tocamos que requiriesen o, mejor dicho, permitiesen, ir vestidos con ropa normal, de diario, tipo vaqueros, etc.

Lo habitual para todos los días era ir con prendas técnicas de deporte o de practicar actividades al aire libre, principalmente pantalones cálidos e impermeables (llevar mínimo dos), en ocasiones incluso con leggins térmicos debajo; camiseta térmica como primera capa en la parte de arriba, más alguna prenda técnica encima, tipo jersey de running, y en ocasiones, una sudadera o un polar encima (necesitaréis varias unidades de cada); más aparte el abrigo técnico, tipo de esquiar, como última capa. Botas de montaña de invierno obligatorias, y es muy recomendable llevar mínimo otras botas de recambio, que sean cómodas y calientes. Chanclas para los baños termales también obligatorias.

Nosotros además llevábamos un poncho tipo Capitán Pescanova para los días de mucha lluvia; varios gorros (porque se mojan y se llevan absolutamente todos los días, a todas horas); varios guantes (mínimo unos finos táctiles para poder manejar las cámaras y unas manoplas de plumón para cuando las temperaturas sean muy bajas); una braga para el cuello calentita pero fina y cómoda para los trekkings y otra braga o bufanda gorda de lana para cuando haga frío de verdad, que te pueda cubrir bien la cara; y por último, aunque no por ello menos importante, calcetines gruesos y calientes, mejor si llevan lana en la composición. Si vais a ir a baños termales, también deberéis llevar uno o dos bañadores.

Con respecto a ropa de calle, ya os digo que cogí demasiada. A día de hoy, si tuviese que volver a hacerlo, me llevaría solo unos vaqueros, para los vuelos de ida y vuelta y poco más, y unos leggins de esos forraditos por dentro para llevar en Reikiavik y alguna otra noche que fuimos a tomar algo o a cenar a algún sitio en otras zonas de la isla. Con eso y un par de jerséis gordos y abrigaditos para combinar, no haría falta mucho más.

Termo y botella de agua reutilizable

Os parecerá una tontería, pero estoy a punto de daros un muy buen consejo. El agua del grifo de Islandia es la de mejor calidad del mundo, es purísima y viene de los numerosos glaciares de la isla. Por tanto, os recomiendo que no gastéis dinero, tiempo ni esfuerzo en comprar agua embotellada en el supermercado y que, en cambio, os llevéis una botella de agua reutilizable para llenarla cada día de agua fresca del grifo y llevárosla con vosotros a vuestras excursiones.

De hecho, en algún lugar leí que a los islandeses les hace mucha gracia cuando ven a los turistas comprar agua embotellada, porque es totalmente innecesario: probablemente la del grifo sea de mejor calidad, ¡y gratis! Y un punto no menos importante a favor de las botellas reutilizables es el menor impacto ecológico, debido a la menor cantidad de residuos plásticos que crearemos.

Otro buen consejo es llevaros un termo grande y, cada mañana, antes de empezar vuestra ruta diaria, hacer una infusión o un café para llenar el termo y llevároslo también con vosotros a lo largo del día y tener algo calentito que beber para hacer entrar el cuerpo en calor: después de una caminata para ver cualquiera de los atractivos de Islandia a través de la nieve, el frío y el viento, tomaros una tacita de infusión calentita os va a devolver a la vida rápidamente y os va a saber a gloria.

Enlaces prácticos y consejos útiles

Los siguientes enlaces son de uso obligatorio a diario e incluso varias veces al día:

• http://www.road.is/ – Es la web de la dirección general de tráfico islandesa. Ofrece información en tiempo real sobre el estado de todas las carreteras.
• Bajarse la app 112 Iceland y sincronizarla con tu ubicación. Esto es totalmente obligatorio sobre todo si vais en verano y vais a visitar las Tierras Altas, ya que te da la opción de ir confirmando tus posiciones a lo largo del viaje y así, en caso de que algo malo pase, sería más sencillo organizar un rescate.
• Icelandic Met Office – Es la página oficial del servicio meteorológico del país. Ahí te aparece en tiempo real toda la información meteorológica (lluvias, nevadas, viento, terremotos, caudales de ríos, avalanchas y, muy importante en nuestro caso, predicción de auroras).
• Conversor de divisas

Y por último, aquí van algunos consejos útiles que pienso que os pueden venir muy bien:

• Recomiendo poner gasolina con muchísima frecuencia y conducir en general con el depósito lo más lleno posible. Nosotros intentábamos que el depósito no llegase a vaciarse ni hasta la mitad. Pensad, de todas formas, que el coche hay que devolverlo en general con el depósito lleno, así que es buena costumbre para evitar sustos, sobre todo en las zonas menos pobladas, como el norte o el este.
• Nunca os adentréis en un glaciar sin un guía experto, ya que son lugares muy peligrosos. Asimismo, haced caso de las señales de advertencia: si pone que una zona tiene peligro mortal por caídas o por cualquier otro motivo, no es ningún farol.
• En la mayoría de apartamentos, las puertas tienen un sistema curioso para cerrarse: primero hay que levantar la manecilla, después se mete la llave, y entonces ya se gira. Nosotros, antes de descubrirlo, nos volvimos un poco locos porque no sabíamos cerrar la puerta de nuestro alojamiento. Aquí os dejo una foto con explicación que había en uno de nuestros apartamentos.

• Debéis tener muchísimo cuidado con el viento y las puertas del coche. Sé que suena a exageración y que pensaréis que es imposible que el viento pueda ser tan fuerte como para arrancar una puerta de un coche, de hecho, yo pensaba lo mismo. Pero visto lo visto, os digo yo que es más que probable y, de hecho, creo que ningún seguro de ninguna compañía de alquiler se hace cargo de este tipo de daños. Nosotros, cuando el aire soplaba de verdad, trabajábamos los dos en equipo para abrir puertas, aguantársela al otro, subir y bajar del coche. Suena muy loco, lo sé, pero es totalmente cierto.
• Si vais a hacer compra en supermercado, os recomiendo ir a alguna de las cadenas de supermercado «low cost» de Islandia: «Bonus» diría que es la más barata, seguida por «Nettó», donde ya se nota algo más de variedad y calidad en los productos. Aun así, nuestras compras súper básicas de lo que te cabe en una bolsa y poco más eran de entre 50 y 70 euros.
• Para comprar cerveza o vino o cualquier bebida alcohólica, recomiendo que optéis por la tienda Duty Free que hay en la terminal de llegadas del aeropuerto de Keflavík, justo al lado de las cintas para recoger las maletas. Aquí es donde más baratas podréis encontrar este tipo de bebidas en toda la isla. Nosotros, como ya en el aeropuerto íbamos a recoger el coche y no iba a ser ningún engorro extra cargar con todo eso, compramos aquí ya cervezas para todo el viaje. De lo contrario, tendréis que comprar cualquier bebida alcohólica que queráis en las tiendas del estado llamadas Vínbúdin, a un precio mayor, aparte de en bares y restaurantes para consumir en el momento, claro está.

• No hubiese sido mala idea en absoluto llevar crampones para explorar Islandia en noviembre. Hubo puntos de algunas caminatas muy complicados por lo resbaladizo del terreno, ya que se trataba de capas de hielo, y unos crampones hubiesen ayudado mucho. No son baratos y son pesados en la maleta, pero si vais en invierno, creo que os pueden dar mucha seguridad.
• Si compráis vuestros souvenirs en las tiendas marcadas como Tax Free en cualquier punto de la isla y os gastáis más de 6000 ISK (unos 44 euros) en el mismo ticket, tenéis derecho a que os devuelvan los impuestos pagados. Solo hay que rellenar un pequeño formulario que te entregan en la tienda con tu ticket (nombre, dirección y número de tarjeta de crédito para el ingreso, básicamente) y presentar estos tickets en la oficina de Tax Free del aeropuerto antes de coger vuestro vuelo de vuelta.

Y hasta aquí todo lo que quería contaros en este post introductorio sobre nuestro viaje tipo roadtrip a Islandia en noviembre de dos semanas de duración. Espero que os haya resultado útil y os haya resuelto algunas dudas, y estad atent@s al siguiente post, ya que empezaré ya a relatar el viaje día a día, a modo de diario de viaje. Primer capítulo: ¡Reikiavik!