ID Mega guía de Miami
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MEGA GUÍA de Miami – 50 cosas que hacer en 1 semana

¡Hola, viajer@s!

Hoy toca volver a centrarnos en Miami: después del post introductorio donde os contaba todo lo que necesitáis saber antes de viajar a Miami, hoy os traigo un súper post repleto de información sobre qué hacer en Miami en el espacio de una semana, una MEGA GUÍA de Miami en toda regla.

Y como sospecho que este post va a quedar bastante largo y la introducción ya está hecha en el post anterior (os recomiendo que le echéis un vistazo, sobre todo por la pequeña explicación de los barrios, que os servirá para ubicar las atracciones de las que os hablo en este post), vamos allá sin más rodeos con la guía de Miami: ¡50 cosas, ni más ni menos, que hacer en Miami en 1 semana!

El vigilante de la playa
El vigilante de la playa

Mega guía de Miami

Para esta mega guía de Miami voy a intentar ir poniendo las atracciones y actividades por el orden en el que las hicimos, agrupándolas por días para que os sea más fácil organizaros y ver qué cabe en cada día, y también indicando entre paréntesis junto al título el barrio o la zona donde se encuentra cada una para que lo tengáis todo bien clarito.

Os dejo también un mapa interactivo de MyMaps de Google donde podéis verlo todo ubicado y navegar por el mapa:

DÍA 1

Este día lo dedicamos a conocer Downtown y Brickell, además de dar un paseo por Miami Beach por la tarde.

1. Visitar la Freedom Tower (Downtown)

La Freedom Tower o Torre de la Libertad es un llamativo edificio de color amarillo y de estilo mediterráneo, que contrasta enormemente con el resto de edificios que lo rodean (básicamente, rascacielos). Puede recordar bastante a la Giralda de Sevilla, ya que esta torre española sirvió de inspiración para el diseño de la Freedom Tower, con la que comparte diversos elementos arquitectónicos.

Se finalizó la construcción de la Freedom Tower en 1925, se añadió al Registro Nacional de Lugares Históricos de Estados Unidos en 1979, y en la actualidad alberga el Museo de Arte y Diseño (MOAD). Originalmente, se trataba de la sede de las oficinas centrales del periódico Miami News, pero a partir de las década de los 60, cuando empezaron a llegar refugiados cubanos huyendo del régimen de Castro, se convirtió en la sede del gobierno para procesar y documentar la llegada de estos inmigrantes.

Como curiosidad, esta torre apareció en uno de los episodios de la famosa serie de los 80 Corrupción en Miami.

La Freedom Tower tiene un aire mediterráneo, especialmente a la Giralda de Sevilla
La Freedom Tower tiene un aire mediterráneo, especialmente a la Giralda de Sevilla

2. Visitar el AmericanAirlines Arena viendo un partido de la NBA (Downtown)

El AmericanAirlines Arena es un enorme pabellón deportivo situado junto a la Bahía Vizcaína. Es la sede del equipo de la NBA de la ciudad, los Miami Heat, aunque en esta gigantesca estructura blanca curva, con capacidad para 19.600 espectadores, también se celebran conciertos y espectáculos de todo tipo.

Como curiosidad, fue inaugurado el día 31 de diciembre de 1999 con un concierto de una de las artistas más carismáticas y más emblemáticas de la cultura miamera: Gloria Estefan.

El AmericanAirlines Arena, donde los Miami Heat juegan en casa
El AmericanAirlines Arena, donde los Miami Heat juegan en casa

Con respecto a la experiencia de ver un partido de la NBA, yo recomiendo que lo hagáis aunque, como yo, no seáis muy fans de los espectáculos deportivos o del baloncesto. La verdad es que fue una experiencia muy chula y auténtica, ya que la NBA es cultura yanki y espectáculo en estado puro. El partido que vimos, Miami Heat – Chicago Bulls, no fue muy bueno según Félix (además, Miami Heat perdió 🙊), pero disfrutamos del ambiente, pasamos un buen rato, miramos las tiendas del pabellón y todos acabamos comprando algo de recuerdo, comimos allí comida basura desde nuestros mismos asientos, animamos al equipo y nos echamos unas buenas risas en general. Además, no nos salieron caras las entradas, creo que fueron unos 23 $ (aunque van en función de lo cerca o lejos que las compres, obviamente, pero bueno, que hay opciones económicas).

Nota: a pesar de que he dicho que os pondría las actividades en el orden en el que las hicimos, ya me acabo de saltar esta regla en el punto 2, ¡jajaja! El partido lo vimos otro día, pero como el AmericanAirlines Arena está justo en frente de la Freedom Tower, he creído conveniente ponerlo aquí, simplemente por cercanía.

Let's go Heat!
Let’s go Heat!

3. Pasear por el Bayside Marketplace (Downtown)

El Bayside Marketplace es un centro comercial y de ocio al aire libre de dos plantas que está ubicado a orillas de la Bahía Vizcaína, en Downtown Miami.

Aquí podemos encontrar un montón de tiendas de todo tipo, como Guess, Victoria’s Secret, GAP, Foot Locker, etc., así como lugares donde comer, como Hofbrau (cervecería estilo alemán con comida tradicional alemana), Haagen-Dazs, Five Guys o Starbucks. Además, es un sitio con mucho ambiente, ya que está a orillas del mar en pleno centro de Miami, así que la ubicación es excelente, y también siempre hay músicos y artistas callejeros dando ambientillo.

El Hard Rock Café, ubicado en el Bayside Marketplace
El Hard Rock Café, ubicado en el Bayside Marketplace

También se encuentra aquí el Hard Rock Café de Miami, lugar donde por cierto comimos. La decoración, como suele ser habitual en los Hard Rock Café de todo el mundo, era espectacular, con por ejemplo un vestido de Celia Cruz, la chaqueta de cuero de Michael Jackson que llevaba en el videoclip de Thriller, un top de Madonna, creo recordar que unos pantalones de Shakira y una montón de guitarras, de discos firmados, etc. de diferentes artistas famosos. También hay una gran tienda de souvenirs. La comida bastante buena y bastante gorrinilla: hamburguesotes de los que sales rodando del local. No sé si es lo habitual, pero vino el manager en persona a preguntarnos qué tal todo, si nos gustaba la comida, si estábamos a gusto, etc., ¡incluso se sentó un rato con nosotros a charlar! La atención al cliente en Estados Unidos es, por lo general, excelente, y la verdad es que es algo de agradecer (aunque a veces con la insistencia se hacen incluso hasta un poco pesados).

¡La chaqueta que llevaba Michael Jackson en el vídeo de Thriller!
¡La chaqueta que llevaba Michael Jackson en el vídeo de Thriller!

4. Pasear por el Bayfront Park (Downtown)

El Bayfront Park es un enorme parque de 13 hectáreas que se encuentra justo al sur del Bayside Marketplace, también a orillas de la Bahía Vizcaína.

En el extremo norte de Bayfront Park podemos encontrar un anfiteatro al aire libre donde se celebran conciertos de todo tipo. Al recorrer el parque, podréis ver que hay diversos monumentos conmemorativos, como por ejemplo uno dedicado la tripulación del transbordador espacial Challenger. La antorcha de la amistad, que se ubica en la parte central del parque, conmemora al presidente JF.Kennedy y se encuentra rodeada por los escudos de armas de varios países sudamericanos. Otros monumentos o elementos destacados presentes en el parque son la Pepper Fountain, la Light Tower, el Slide Mantra o el Memorial de la II Guerra Mundial. Os recomiendo simplemente ir paseando por el parque, y os iréis encontrando a vuestro paso con muchos de estos monumentos.

Cuando nosotros lo visitamos, coincidió que era el día de la Maratón de Miami y este parque estaba lleno de corredores descansando después de la carrera, y había un ambientazo alucinante.

El Challenger Memorial en el Bayfront Park
El Challenger Memorial en el Bayfront Park

5. Visitar la zona financiera (Brickell)

El distrito financiero de Miami se llama Brickell y se encuentra justo al sur de Downtown, separado de este por el río Miami. Es uno de los distritos financieros más grandes de Estados Unidos, y su parte principal puede recordar a Wall Street, en New York.

En esa zona encontraréis rascacielos, edificios de oficinas, hotelazos, restaurantes, etc. No es la zona más guay ni más divertida de la ciudad, pero hay que verla y flipar con los rascacielos.

6. Alucinar con el skyline (Brickell)

En relación con todo lo anterior, para tener buenas vistas del skyline de Brickell y Downtown hay que alejarse un poco. Para ello, lo mejor es desplazarse hasta uno de los cayos o islas que se encuentran justo en la Bahía Vizcaína, en frente del distrito financiero.

Esto es fácil de hacer desde Brickell, por ejemplo, ya que hay una carretera/puente que va desde el distrito financiero hasta el llamado Brickell Key, y se puede atravesar el corto tramo que separa el uno del otro andando.

A medida que vas atravesando este puente o carretera, no sé cómo llamarlo, ya te vas dando cuenta de que las vistas van a prometer, y una vez llegas a Brickell Key, efectivamente el panorama es brutal. El skyline de esta zona de Miami es impresionante y desde esta distancia las vistas (¡y las fotos!) son perfectas.

Una vez aquí, sobre todo si lleváis caminando toda la mañana, como nosotros, una opción es tomar algo disfrutando de las vistas. Nosotros optamos por el MO, el bar del hotel Mandarin Oriental, situado en Brickell Key. A pesar de ser hotelazo de lujo, los precios del bar nos parecieron más o menos los estándar de Miami, y la verdad es que las vistas y el emplazamiento (y la posibilidad de ir al baño…) valieron la pena.

Vistas del skyline de Brickell
Vistas del skyline de Brickell

7. Admirar la Gesu Church (Downtown)

Se trata de la iglesia católica más antigua de Miami, y data de 1896. En un país y una ciudad tan joven, este edificio con 120 años de antigüedad es una pequeña reliquia.

Desde fuera no parece una iglesia (al menos para los estándares europeos), ya que tiene una arquitectura más bien colonial, es de color rosado, y sí que tiene una cúpula con una cruz en el punto más alto. Del interior destacan las vidrieras.

Gesu Church, la iglesia más antigua de Miami
Gesu Church, la iglesia más antigua de Miami

8. Recorrer el South Pointe Park Pier (Miami Beach)

Ya que estábamos alojados durante los primeros días en Miami Beach, este Día 1, una vez hubimos terminado nuestra ruta por Downtown y por Brickell, volvimos a South Beach y dimos un pequeño paseo por la playa, por la zona más sur: el South Pointe Park Pier.

South Point Pier, la zona más al sur de South Beach, merece la pena una visita
South Pointe Park Pier, la zona más al sur de South Beach, merece la pena una visita

Es una zona muy agradable y muy cuidada, muy bonita para pasear un rato y admirar las vistas que ofrece de toda South Beach. Se trata de un parque donde la gente va a correr, patinar, montar en bici o a que los niños jueguen, y también hay un bonito espigón construido a base de grandes rocas que ofrece un telón de fondo muy chulo para las fotos. Además, yo no sé si será siempre así, pero el agua ese día tenía un color espectacular en esta zona.

Un bonito paseo de relax y unas buenas vistas, sin lugar a dudas.

El espigón de South Pointe Pier es un buen telón de fondo :)
El espigón de South Pointe Pier es un buen telón de fondo 🙂

DÍA 2

Este día lo dedicamos íntegramente a South Beach y a todo lo que tiene que ofrecer.

9. Enamorarte del art decó en Miami Beach (Miami Beach)

Una de las cosas totalmente imprescindibles que hay que hacer en Miami Beach es una ruta por los principales edificios art decó de la zona. Los preciosos hoteles de los años treinta que bordean Ocean Drive, a pie de playa, y Collins Avenue forman parte de la mayor colección del mundo de edificios art decó (¡hay cientos de ellos!): los motivos tropicales, los caprichosos elementos náuticos y los tonos pastel crean un escenario cinematográfico que invita a explorar las calles de Miami Beach.

El Startlite Hotel, una monada de hotel estilo art decó en plena South Beach
El Startlite Hotel, una monada de hotel estilo art decó en plena South Beach

Algunos de los hoteles más famosos y emblemáticos son el Park Central Hotel, The Hotel of South Beach (antiguamente llamado The Tiffany, y del cual todavía queda el enorme letrero vertical que así lo refleja), The Essex House, The Clevelander, The Villa Casa Casuarina, The Tides Hotel, The Leslie, The Carlyle Hotel (que sale en la película Una jaula de grillos), The Cardozo Hotel (propiedad de Gloria Estefan), The Cavalier, The Winter Haven, la antigua Hoffman’s Cafeteria (actualmente Señor Frogs; va cambiando de nombre y de dueño con regularidad), The Loews Hotel, The Sagamore Hotel, The National Hotel y The Delano.

Una curiosidad: The Villa Casa Casuarina fue propiedad del diseñador Gianni Versace, y fue de hecho el escenario de su muerte. Según cuenta la leyenda urbana, su despechado ex-amante contrató a un asesino a sueldo para acabar con su vida, el cual disparó al diseñador en las mismas escaleras de entrada de la Casa Casuarina, donde cayó muerto.

Si estáis interesad@s en aprender más sobre éste curioso estilo arquitectónico, dirigíos al Centro de Bienvenida del Distrito Art Deco (1200 Ocean Drive con la calle 12) donde podréis conseguir más información y alquilar audioguías.

Por cierto, vale la pena ver estos edificios tanto de día como de noche, ya que cambian bastante: de día son encantadores, pero de noche muchos se visten de neón y tienen un aspecto mucho más «de perdición».

El neón se adueña de la noche en Miami Beach
El neón se adueña de la noche en Miami Beach

10. Flipar con los cochazos (en todos lados)

Vais a alucinar con la cantidad de cochazos que os encontraréis a vuestro paso, en todos lados, pero sobre todo en South Beach. Es que son coches como los que no se ven en Europa, es un rollo muy vintage y muy americano.

Veréis desde tuff trucks, limusinas o coches vintage que parecen sacados de Grease, hasta auténticas locuras o curiosidades, como coches con capó de metacrilato con el motor a vistas y todo lleno de LEDs, coches que son auténticas discotecas móviles por el nivel de decibelios que sacan o incluso un coche con orejitas y rabito como si fuese un ratón, ¡ jajajaja! Una auténtica locura.

Hotel estilo art decó y cochazo aparcado en la puerta: lo normal en Miami
Hotel estilo art decó y cochazo aparcado en la puerta: lo normal en Miami

11. Pasear por South Beach (Miami Beach)

Obviamente, este es otro de los imprescindibles: disfrutar de la playa más famosa de Miami.

Lo más destacable son las bonitas y originales casetas de los salvavidas. Cómo no, el estilo de las mismas es también art decó, y son tan coloridas y fotogénicas que es imposible no enamorarse de ellas.

Se dice que en 1992, después del devastador huracán Andrew (una tormenta de categoría 5, clasificada como la segunda más destructiva en la historia de Estados Unidos), el arquitecto William Lane ofreció sus servicios de diseño a Miami Beach, y añadió un toque creativo a las tradicionales casetas de playa que había anteriormente. De este modo, un puñado de casetas de la zona de South Beach se convirtió automáticamente en uno de los símbolos del renacer de Miami Beach.

Caseta de salvavidas súper colorida, típica de Miami Beach
Caseta de salvavidas súper colorida, típica de Miami Beach

A día de hoy siguen siendo todo un símbolo de estas playas, todas diferentes entre sí, de colores llamativos y diseños atrevidos. Las aguas turquesas, las interminables extensiones de arena blanca y los cuerpos esculturales son el resto de rasgos distintivos de South Beach. La famosa avenida Ocean Drive circula paralela a la playa, y esto enfatiza el movimiento y la muchísima vida social que encontramos aquí. Este sitio es fashion y cool, y mucha gente viene a ver y a dejarse ver.

Un lugar que también vale la pena visitar es Lummus Park, el parque-playa más popular de South Beach que recorre casi todo Ocean Drive (desde la calle 6 hasta la 14) y se extiende paralelo al mar. Aquí encontraremos todos los estereotipos de South Beach: bañistas con bikinis extravagantes, famosetes, chicos musculosos y chicas con cuerpo de modelo. Hay redes de voleibol, gimnasios urbanos, chiringuitos, etc., todo ello rodeado, cómo no, por las omnipresentes palmeras para formar la panorámica que hemos visto tantas veces en las películas. El tramo de hierba que une Ocean Drive con la playa tiene un camino pavimentado que atrae a los famosos patinadores, runners y ciclistas.

Un paseo por esta zona es obligatorio, y sentarse en la arena a disfrutar del sol o de las vistas al atardecer es algo que simplemente hay que hacer. Solo una cosa más: si pensabais hacer esto acompañad@s de una cervecita, pensáoslo dos veces, ya que beber alcohol en la playa está totalmente prohibido y las multas no son ninguna broma. Por cierto, también está prohibido acceder a las casetas de los socorristas, aunque es muy difícil resistirse a hacerse una foto aunque sea en las escaleras…

Me pasaría horas viendo y fotografiando estas casetas :)
Me pasaría horas viendo y fotografiando estas casetas 🙂

12. Echarle un vistazo al New World Center (Miami Beach)

El singular New World Center de Miami Beach, una estructura geométrica de cemento y cristal como un barco cubista varado en la playa, es no solo hogar de la orquesta New World Symphony sino una obra de arte en sí mismo, creación del arquitecto Frank Gehry. También cabe destacar la bonita zona exterior que lo rodea, con un extenso jardín de palmeras sembradas en diversas hileras a intervalos regulares, que te da la impresión de estar dentro de un pequeño bosque, pero de un bosque milimetrado.

Frente al edificio New World Center, junto al Lincoln Road Mall
Frente al edificio New World Center, junto al Lincoln Road Mall

13. Darse una vuelta por el Lincoln Road Mall (Miami Beach)

El Lincoln Road Mall es una de las primeras calles comerciales que se construyeron en Estados Unidos. Es un lugar con mucha vida tanto de día como de noche y está lleno de tiendas de marcas famosas. También hay bares y restaurantes de todos los tipos posibles. Esta avenida peatonal se encuentra al norte de South Beach y es un lugar casi imprescindible si te gusta el shopping.

Nosotros mientras recorríamos esta zona, paramos a descansar un poco y a tomar algo en un lugar llamado La Cervecería de Barrio, una especie de cantina estilo mexicano, donde pudimos tomar unas cervecitas bastante variadas y nos pusieron algo de picoteo estilo mexicano, cosa que estuvo muy bien.

Cervecería estilo mexicano en el Lincoln Road Mall
Cervecería estilo mexicano en el Lincoln Road Mall

14. Recorrer el Jardín Botánico de Miami Beach (Miami Beach)

Normalmente en nuestros viajes nos gusta visitar los jardines botánicos de las ciudades. Suelen ser lugares tranquilos y bonitos donde puedes desconectar un poco de la ciudad y dar un paseo relajante entre la vegetación.

Esa era nuestra intención durante nuestro paseo por Miami Beach, ya que queríamos visitar el Jardín Botánico de Miami Beach, pero nuestro gozo en un pozo: fuimos justamente el día de la semana que están cerrados, los lunes.

Así que no os puedo contar mucho más sobre este lugar, pero he leído que son pequeñitos y se visitan tal vez en media hora.

15. Visitar el Memorial del Holocausto (Miami Beach)

Miami Beach es uno de las zonas de Estados Unidos con mayor porcentaje de comunidad judía, así que no es extraño encontrar aquí un monumento a las víctimas del holocausto, a pesar de que en un principio pueda chocar con el concepto que tenemos de Miami y, en concreto, de Miami Beach, de ciudad de fiesta y un tanto superficial.

El elemento principal del Memorial del Holocausto de Miami Beach es una mano de bronce de 13 metros ubicada en el centro de un pequeño lago. Se puede acceder a la zona de la escultura por una pequeña pasarela para estudiar con más detenimiento esta gigantesca mano, por la que trepan cientos de figuras humanas atormentadas. La precisión con la que están talladas las figuras, que además interactúan unas con otras, es alucinante, y la verdad es que resulta una imagen bastante impresionante. Contrasta la brutalidad de la escultura con el sereno laguito que la rodea y los bonitos jardines donde todo ello está ubicado; algo, estoy segura, totalmente intencional.

El monumento tiene también un oscuro túnel de piedra con los nombres de los campos de concentración grabados en las paredes. A través de él se pretende transmitir la soledad y el aislamiento que sintieron los judíos durante su persecución. En un enorme muro se encuentran grabados los nombres de los millones de víctimas que murieron en aquella barbarie.

Es un monumento verdaderamente sobrecogedor, donde todo está cuidado y pensado hasta el último detalle para que afloren los sentimientos y hacernos reflexionar.

Memorial del Holocausto de Miami Beach
Memorial del Holocausto de Miami Beach

16. Disfrutar de las vistas desde un parking «secreto» (Miami Beach)

En uno de los millones de posts que leí sobre Miami Beach antes del viaje, vi que se recomendaba subir al último piso del parking ubicado en 1111 Lincoln Road. Pues bien, resultó ser un excelente consejo porque… ¡menudas vistas!

Desde la azotea de este parking podréis disfrutar de Miami Beach a vista de pájaro, alucinar con el skyline, con las líneas rectas de las avenidas que lo rodean, con la forma en que se combina el agua con el asfalto en esta ciudad… Es el sueño de todo aficionado a la fotografía, así que si os gusta tirar de cámara, no os perdáis todo lo que ofrece este parking «secreto»
🤫 .

Lincoln Road en todo su esplendor desde el parking
Lincoln Road en todo su esplendor desde el parking

17. Reponer fuerzas en el Yard House (Miami Beach)

A dos pasos del parking del que os he hablado hay una súper-mega-cervecería, donde también sirven comida, por supuesto, donde paramos a recargar las pilas después de la buena caminata que llevábamos a las espaldas durante toda la mañana.

El local del Yard House de Miami Beach es enorme, la comida estaba muy buena, y si os va el tema de la cerveza artesanal, vais a flipar, porque aquí tienen cantidad y calidad. 120 tiradores, no os digo más. El trato, de nuevo, excelente.

Un local en el que me hubiese gustado repetir. A la próxima, ¡vuelvo!

Por la tarde este día nos dedicamos a pasear un poco más por la playa, a fotografiar más casetas de socorristas y a tomar algo por la zona.

¡Le han hecho una escultura hasta al típico vasito de botellón! Solo en el Design District
¡Le han hecho una escultura hasta al típico vasito de botellón! Solo en el Design District

DÍA 3

Este día nos dedicamos a recorrer el Design District y la zona de Wynwood, uno de los barrios de moda de la ciudad.

18. Flipar con el Fly’s Eye Dome (Design District)

Nos metemos de lleno en el mundo del diseño y de la vanguardia en el Design District con esta escultura, el Fly’s Eye Dome o «cúpula del ojo de mosca» (¡dicho en español suena rarísimo! 🙊 ).

Se trata de una estructura circular enorme de color blanco con como diversas ventanillas tipo ojo de buey al exterior, que «flota» sobre un pequeño estanque y que sirve, nada más ni nada menos, como entrada al parking subterráneo de la zona. Y sí, ¡parece un ojo de mosca!

¡El Fly's Eye Dome del Design District es ni más ni menos que una entrada a un parking!
¡El Fly’s Eye Dome del Design District es ni más ni menos que una entrada a un parking!

Se encuentra en un pequeño patio interior de una zona súper exclusiva del Design District, rodeado de tiendas de lujo, como Bvlgari, Piaget o Hublot y, cómo no, de palmeras.

La verdad es que es una pasada de sitio, una monada de esas que quieres fotografiar una y otra vez, ¡y es que siempre queda tan bonito! Por fuera tiene reflejos azulados, pero desde dentro es blanco, blanquísimo y súper luminoso, con todos los rayos de luz entrando por esos ojos de buey (sobre todo, me imagino, en un día soleado y despejado como el que tuvimos la suerte de tener nosotros). Sitio de postureo muy top.

Otra escultura guay que hay justo al lado es la estatua de Le Corbusier, que muestra el busto del famoso arquitecto escribiendo, pero como si estuviese enterrado en el suelo a la altura de la cintura. Para encontrarla, tenéis que subir las escaleras que encontraréis en el patio donde se encuentra la Fly’s Eye Dome para subir al nivel superior, a las pasarelas que hay en el primer piso, y ahí os estará esperando esta original escultura.

Escultura de Le Corbusier en el Design District
Escultura de Le Corbusier en el Design District

19. Visitar el Moore Building (Design District)

Aquí tengo yo una espinita. Investigando antes del viaje, di con el Moore Building que sirve para hacer exposiciones, etc., pero que en su interior alberga de forma permanente la obra Elastika, que me apetecía bastante ver. Sin embargo, por más que buscaba información sobre horario de apertura y sobre si se puede visitar libremente el edificio y ver la obra, no la encontré. Como igualmente íbamos a estar en la zona paseando, pensé en ir y punto, a ver qué se podía hacer. Pues por desgracia, resultó que estaban en obras dentro, con trabajadores y albañiles entrando y saliendo, y nos dijeron que no se podía entrar. Sigo sin saber si, una vez finalizada la obra, se podría entrar libremente, pero bueno, yo os lo dejo por si acaso, porque creo que vale la pena. Aquí os dejo la búsqueda de imágenes de Google para que podáis ver la obra.

¡Oh yeah!
¡Oh yeah!

20. Posturear en Wynwood Walls (Wynwood)

Wynwood Walls es sin duda es uno de LOS SITIOS de Miami, así en mayúsculas. Se trata del único parque de grafitis al aire libre de la ciudad. El arte callejero que se exhibe aquí incluye unos 40 murales, obra de artistas de renombre internacional y de un talento indudable.

La entrada al recinto de los murales es gratuita y te puedes dedicar a pasear y a admirar los murales todo lo que quieras y a sacarte mil y una fotos, como hace todo el mundo.

Que sepáis además que los grafitis de Wynwood Walls no son obras permanentes, sino efímeras. Cada cierto tiempo se pintan nuevos murales sobre los existentes, así que es probable que si vais a Miami, por ejemplo, el año que viene, vosotr@s veáis unos murales diferentes a los que vi yo a principios de este año.

Hello!
Hello!

Además de los murales, en el recinto podéis encontrar también una escultura del artista lisboeta Bordalo II, que crea esculturas de animales enormes a partir de materiales reciclados. En este caso se trata de un gato sobre un avión, pero yo ya conocía a este artista debido a que ya había visto otra de sus obras en Oporto, o más bien en Vila Nova de Gaia, donde en plena calle de repente te encuentras con un enorme conejo fabricado a base de deshechos que abarca las dos paredes de una esquina.

También encontraréis tiendas de arte y de recuerdos y algún sitio para comer dentro del recinto, aunque fuera de este, en los alrededores, encontraréis muchas más opciones tanto de una cosa como de la otra.

Toda la zona que rodea a los Wynwood Walls está también llena de grafitis, de galerías de arte, de tiendas hipsters, de sitios de comida moderna (ahí probamos por primera vez el poke, por ejemplo) y también de cervecerías guays. Es un barrio que mola mucho, tiene una ambiente súper chulo, una vida alucinante y es algo tan original que vale la pena verlo. De hecho, nos gustó tanto el barrio que uno de los últimos días de nuestra estancia en Miami, decidimos volver y pateárnoslo de nuevo.

Este mural de Wynwood Walls era especialmente friki
Este mural de Wynwood Walls era especialmente friki

Lo curioso es que el barrio en sí tiene pinta como de polígono industrial, y hasta hace relativamente pocos años, era una zona deprimida de la ciudad y bastante peligrosa. De hecho, como te salgas un poco de las calles principales, el ambiente cambia muy rápidamente de «¡Qué guay!» a «¡Sácame de aquí antes de que me pase algo chungo!», así que todo en conjunto no deja de ser muy curioso.

Si os dais una vuelta por el barrio y os gusta la fotografía, recomiendo que visitéis también un edificio llamado, de manera muy poco original, The Wynwood Building (2750 NW 3rd Ave.). Se trata de un edificio cuyo exterior está completamente decorado con un patrón geométrico de rayas blancas y negras. En su simplicidad radica su belleza, y me parece uno de los sitios más fotogénicos de la zona.

Black and white
Black and white

21. Recorrer el Wynwood Marketplace

El Wynwood Marketplace es otro recinto dentro del barrio de Wynwood dedicado al ocio. Solo abre de jueves a domingo, así que se considera más bien un «evento» semanal.

Dentro del recinto del Marketplace podéis encontrar puestecitos de artesanía de artistas locales, decenas de food trucks con todo tipo de comida imaginable, bares con cerveza artesanal y con cócteles sofisticados, una zona de conciertos y una de baile, una zona de juegos, una zona de artistas pintando en directo… De todo un poco para pasar un buen rato, cenar allí y tomar algo.

A nosotros nos gustó el ambiente y nos pareció un sitio que vale la pena visitar, ya que para nosotros era un concepto nuevo. También tiene una agenda con eventos que os recomiendo consultar antes de ir, no vaya a ser que alguno sea privado y no os permitan entrar.

22. Montarte una buena cata en J. Wakefield

Como viene siendo habitual, no puede faltar en un post nuestro una recomendación cervecera, así que ahí va: si pisáis Wynwood y os mola la cerveza artesanal, estáis de suerte, porque a dos pasos tanto de los murales como del Marketplace que os acabo de comentar, se encuentra la cervecería J Wakefield, de un nivel ultra-mega-top.

Aparte de local donde poder tomar sus cervezas, también está la fábrica en las mismas instalaciones, y eso se huele nada más acercarte. Los dueños tienen que ser unos frikis de Star Wars, porque nada más llegar, en la terraza te encuentras una cara enorme de Darth Vader pintada en la pared y, al entrar en local, toooodas las paredes están pintadas con escenas de las películas, como en estilo cómic. Además, en una de las teles tenían una de las pelis puestas, bastante enfermizo todo…

Toooodo decorado con temática Star Wars en J. Wakefield
Toooodo decorado con temática Star Wars en J. Wakefield

Pero hablemos de las cervezas: ¡qué auténtica maravilla! Si os gustan las berliner weisse y las sour, aquí seréis felices, como lo fuimos nosotros. Creo que su Nice Kicks, una sour wild beer recién salidita del fermentador cuando la probamos, es de las cervezas que más me ha impactado nunca, y a partir de ahí, ya no hubo marcha atrás y cada vez que fuimos a J. Wakefield, que fueron varias, solo pude pedir Nice Kicks. Sin desmerecer al resto de cervezas que probamos, ¿eh? Que había de todo (IPAs, Imperial Stouts, etc.), y todo estaba muy rico.

Su terracita es agradable para cuando hace solete, tienen flights para probar varios de sus brebajes, la música de fondo era rock y el ambiente, excelente. Muy fan de este sitio y larga vida a J. Wakefield. Por cierto, Félix os tiene preparado un post muy especial si lo que os va es la cerveza artesanal y vais a visitar Miami: una ruta cervecera por las mejores cervecerías de Miami y Miami Beach, ¡no os lo perdáis!

Un tabla con cervezas alucinantes de J. Wakefield
Una tabla con cervezas alucinantes de J. Wakefield

23. Comer en el Butcher Shop (Wynwood)

Justo en la calle de atrás de J. Wakefield os encontraréis con el Butcher Shop, un asador y carnicería, todo en uno, donde se puede comer muy bien en un ambiente chulo. En la terraza con toldos se está de lujo, tienen también cervecitas buenas, y la comida estuvo genial. Por dentro, de camino al servicio, te encuentras con el aparador de la carnicería, y es para alucinar con el material que tienen ahí, que por supuesto es el que utilizan para cocinar en el restaurante. Un gran sitio donde comer en el barrio de moda de la ciudad.

Buen sitio donde comer para los carnívoros, en pleno barrio de Wynwood
Buen sitio donde comer para los carnívoros, en pleno barrio de Wynwood

24. Admirar el Bacardi Building (Wynwood)

El edificio Bacardi, la antigua sede de Bacardi USA, es un edificio emblemático ubicado en la zona más sur de Wynwood, casi llegando ya a Downtown. En la actualidad están ocupados por la ONG Young Arts, que contribuye al desarrollo de las carreras de jóvenes artistas.

El precioso Bacardí Building
El precioso Bacardí Building

El edificio o, mejor dicho, los dos edificios, los diseñó el arquitecto cubano Enrique Gutiérrez en 1963, y en 2018 fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos de EE.UU., y es que no es para menos, ya que los dos edificios de los que consta el Bacardi Building son realmente peculiares: uno se alza alto, en sentido vertical, y está decorado con un estampado azul como de azulejo antiguo, mientras que el otro se extiende a lo ancho, en horizontal, sobre una pequeña plataforma de soporte de color naranja, y está decorado como si fuese una vidriera antigua en tonos más cálidos, donde las imágenes de la vidriera cuentan de manera abstracta la transformación del azúcar de caña en el ron.

Os recomiendo que os acerquéis a visitar estos edificios tan chulos. Por cierto, es difícil elegir y quedarte con un favorito de entre los dos… ¿Con cuál os quedaríais vosotr@s?

El Bacardí Building no puede ser más original
El Bacardí Building no puede ser más original

25. Probar el caimán en el KUSH (Wynwood)

El KUSH es otra de las cervecerías chulas de Wynwood, donde también se puede comer.

Ojo, que el sitio es pequeñito y van a tope, así que es posible que os toque esperar un poco. La variedad de cervezas es bastante buena y de mucha calidad, y la comida, tipo fast-food y comida americana, estaba también genial.

Uno de los entrantes estrella son, sin duda, los bocaditos de caimán, tan abundante en la zona. Pues bien, no podíamos irnos sin probarlo y la verdad es que está bueno. Lo sirven rebozadito, con algunas salsas y tal y, sinceramente, sabe como a pollo 🙊 .

Hasta las boutiques de lujo son parte de la decoración en el Design District
Hasta las boutiques de lujo son parte de la decoración en el Design District

26. Pasear por la Miami Beach Boardwalk (Miami Beach)

Después de pasar el día por Wynwood, volvimos a la zona donde teníamos el apartamento, Miami Beach, y aprovechamos para explorarla un poquito más.

Decidimos subir un poco más al norte y recorrer la Miami Beach Boardwalk, un paseo que bordea la playa de Mid Beach, que tiene un ambiente bastante más tranquilo y menos extravagante que la de South Beach.

Miami Beach: escultura Miami Mountain en el Parque Collins
Miami Beach: escultura Miami Mountain en el Parque Collins

Os recomiendo que empecéis este paseo en el Parque Collins y aprovechéis para ver otra escultura, llamada Miami Mountain, formada por una torre de cinco pedruscos enormes, cada uno pintado de un llamativo color. Se encuentra en la esquina inferior derecha del parque, así que no os será difícil de ver. Esta escultura es del mismo artista, Ugo Rondinone, que creó otra obra similar pero mucho más famosa llamada Seven Magic Mountains, ubicada en el desierto a las afueras de Las Vegas. Una vez hayáis admirado la alegre escultura, podéis dirigiros al paseo en sí, que va bordeando la playa. En la arena, por cierto, seguiréis viendo las casetas de los socorristas, ya que no solo se encuentran en SoBe, sino que también en esta parte más al norte de la playa podéis seguir disfrutando de ellas. Una puesta de sol en esta zona más tranquila es una experiencia bastante recomendable.

Paseando por la Miami Beach Boardwalk, en Mid Beach
Paseando por la Miami Beach Boardwalk, en Mid Beach

DÍA 4

Este día lo dedicamos a visitar El Vizcaya Museum and Gardens y la zona de Little Havana. En realidad, este fue el día que por la tarde teníamos el partido de la NBA del que os he hablado al principio de esta guía de Miami.

27. Quedarte con la boca abierta ante el Vizcaya Museum and Gardens (Coral Gables)

Un poco de lujo y opulencia nunca vienen mal, ¿no? Pues en el Vizcaya Museum and Gardens os podéis sumergir en ellos, porque… ¡menuda mansión!

Se trata de una de las mansiones más grandes de Estados Unidos, construida por el empresario James Deering y finalizada en 1922. La extraordinaria finca, creada por jornaleros y artesanos de EE.UU., el Caribe y Europa, se encuentra ubicada en el enclave subtropical de Miami.

Visitar el Vizcaya Museum and Gardens te transporta un siglo atrás
Visitar el Vizcaya Museum and Gardens te transporta un siglo atrás

Vizcaya Museum and Gardens nos habla de una época en la que los adinerados hombres de negocios estadounidenses se construían lujosas residencias inspiradas en los palacios clásicos europeos. La intención era que pareciese que la casa principal había estado habitada por la familia durante siglos, ya que sus 34 habitaciones reflejan estilos arquitectónicos y decorativos de diferentes épocas. En contraposición a ese ambiente «antiguo» que se quiso crear en la mansión, esta también incluye tecnologías innovadoras y características modernas para su época. Deering tenía claro que su hogar debía reunir lo mejor del mundo moderno y del mundo antiguo.

Vizcaya Museum and Gardens: enamorada de este lugar
Vizcaya Museum and Gardens: enamorada de este lugar

Los interminables jardines mezclan el diseño francés e italiano, pero con las variedades que crecen en el entorno subtropical de Miami. Podréis ver una gran variedad de estatuas, fuentes y demás caprichos arquitectónicos.

Sin embargo, la imagen que se me queda a mí en la cabeza del Vizcaya Museum and Gardens (y creo que a todo el mundo le pasará igual) es el rompeolas. Al atravesar toda la mansión y salir por la puerta trasera a la parte de atrás, que da al mar, encontramos un gigantesco barco de piedra que actúa como rompeolas y protección de la casa frente a las embestidas del océano. El barco, aparte de enorme, es precioso, está minuciosamente ornamentado y está «flotando» frente al patio trasero, por lo que para ir al barco, se necesitaría otro barco. «¿Y por qué se querría ir al barco que actúa como rompeolas?», os preguntaréis. Pues porque también se utilizaba para celebrar fiestas «a bordo», por supuesto.

Jardines del Vizcaya Museum and Gardens: elegancia y simetría
Jardines del Vizcaya Museum and Gardens: elegancia y simetría

Toda la zona tiene un aspecto claramente veneciano, lo que resalta aún más la predilección que tenía Deering por los diferentes estilos clásicos europeos. Una visita que, a pesar de su precio un tanto elevado (me quiere sonar que valía unos 20 $ + 5 $ por la visita guiada, que vale totalmente la pena) considero imprescindible y totalmente recomendable. Además de que le podéis dedicar perfectamente 2-3 horas, hay que tener en cuenta dos cosas: 1) cierran los martes y 2) está bastante alejada del centro, así que ir y volver en Uber sale por otro pico. Aun así, ¡id!

Vizcaya Museum and Gardens: una mansión sin escalera de caracol no es una mansión
Vizcaya Museum and Gardens: una mansión sin escalera de caracol no es una mansión

28. Pasear por Little Havana (Little Havana)

La zona de Little Havana es una de las más famosas y turísticas de Miami, ya que es el barrio cubano de la ciudad, con toda la influencia y la importancia que tiene la comunidad cubana en Miami. Sin embargo, he de decir que a nosotros nos dejó un poco indiferentes.

Sí, tiene cosas chulas, como el Máximo Gómez Park, también llamado Domino Park, que es donde se reúnen los cubanos a jugar al dominó; las tiendas y fábricas de puros, que son curiosas, pero yo personalmente aborrezco los puros, así que por ahí tampoco me conquistan demasiado; los gallos tanto vivitos y coleando por la calle como en forma de estatua, ya que es el símbolo de Little Havana; los diferentes murales con personalidades cubanas; el paseo de la fama de Little Havana, con las estrellas en el suelo de personalidades latinas como Celia Cruz, Thalía o Julio Iglesias, etc.

La Calle Ocho, un trocito de Cuba en Miami
La Calle Ocho, un trocito de Cuba en Miami

Sinceramente lo que más nos gustó fue la comida cubana que probamos. Normalmente se habla siempre de dos restaurantes famosos en Little Havana donde degustar comida cubana auténtica y de calidad: el Versailles y el Exquisito. Nosotros optamos por este último, y la verdad es que nos encantó todo lo que probamos, y nos salió la comida baratísima. Totalmente recomendable.

Comida cubana en el Exquisito, en Little Havana
Comida cubana en el Exquisito, en Little Havana

¿Qué fue exactamente lo que no nos gustó de Little Havana? Pues que no hay mucho que hacer en la zona, simplemente pasear y ver el ambientillo, cosa que en media hora está hecho. Además vimos un ambiente un tanto chungo por la zona: bastantes drogadictos, bastante trapicheo, etc. Íbamos con las cámaras en la mano, en plan turista total, y hubo momentos en que no nos sentimos seguros del todo, cosa que no nos había pasado en otras zonas que habíamos visitado, exceptuando tal vez alguna calle de más que caminas en Wynwood, alejándote de la zona principal de los murales. No recomendaría para nada ir por Little Havana de noche, como ya comenté en el post introductorio, y nos pareció que no era un sitio tan espectacular como pensábamos por la gran fama que tiene.

La gallos, tanto vivitos y coleando, como en forma de estatua, son muy comunes en Little Havana
La gallos, tanto vivitos y coleando, como en forma de estatua, son muy comunes en Little Havana

DÍA 5

A ver, lo que he apuntado en este día nosotros no lo hicimos todo en un solo día, sino en dos medios días: unas cosas el día que volvimos de los Cayos, ya que nos venían de camino para regresar a Miami, y otras el día que teníamos el vuelo de vuelta por la tarde-noche, antes de ir al aeropuerto. Lo he juntado todo en uno y yo creo que está un poco cargadito, pero que da tiempo si madrugáis y no alargáis mucho el plan de la mañana para que os dé tiempo a disfrutar bien del plan de la tarde (aquí influirá también en qué época del año vayáis y a qué hora se ponga el sol, que en nuestro caso, en febrero, se ponía bastante pronto).

29. Flipar con el Coral Castle (Homestead)

El Coral Castle se encuentra más o menos a una hora en coche al sur de Miami, en la población de Homestead, por eso nosotros la hicimos cuando volvíamos de los Cayos a Miami, ya que nos venía de paso.

Se trata de una de las visitas más curiosas, e incluso frikis, de las que se pueden hacer en Florida, aunque en realidad, la historia que se encuentra detrás de este lugar es una historia de amor. Es esta: Edward Leedskalnin nació en Letonia en 1887, y en 1913 se prometió con una chica 10 años más joven que él, Agnes Scuffs. El día de antes de la boda, Agnes le dijo a Ed que no quería casarse con él porque era demasiado viejo.

El Castillo de Coral no es un castillo tradicional, pero su historia es igual de impresionante
El Castillo de Coral no es un castillo tradicional, pero su historia es igual de impresionante

Con el corazón destrozado, Ed se fue de Letonia y deambuló durante varios años por diferentes lugares de América desarrollando trabajos físicamente exigentes, que lo convirtieron en un hombre fuerte, hasta que acabó comprando un terreno en el sur de Florida. Allí, por razones desconocidas, decidió construir un «castillo» de roca de coral dedicado a Agnes, sin ayuda, utilizando solo herramientas sencillas, muchas de ellas fabricadas por él mismo.

Es un auténtico misterio cómo él solo excavó, talló y movió las toneladas de roca coralina para construir su castillo, a pesar de su fortaleza física, y cuando alguien le preguntaba por este tema, él respondía que entendía las leyes de la física que le permitían mover esos pesos por palanca.

El Castillo de Coral: ¡todo construido por un solo hombre!
El Castillo de Coral: ¡todo construido por un solo hombre!

La mayor parte del «castillo» son en realidad esculturas realizadas con la piedra coralina. Algunas de ellas, como un telescopio Polaris que curiosamente funciona, indican la pasión de su autor por la astrología. También podemos encontrar allí el único reloj de sol del mundo con las estaciones del año y una inmensa puerta de 9 toneladas que, gracias a su ingenioso sistema de funcionamiento, podía abrirse fácilmente con una sola mano a pesar de ser tan pesada. Otros de los elementos curiosos que encontramos en el Coral Castle son una enorme mesa de piedra en forma de corazón, en honor a su amada Agnes, varias esculturas y muebles en forma de lunas y planetas, y la pequeña torre donde Ed vivía con mucha sencillez.

La entrada incluye la visita guiada, en inglés, que es muy recomendable para descubrir todas las curiosidades del lugar, que son muchas. Sin duda una visita muy original y curiosa que no os dejará indiferentes.

Una preciosidad de lugar, con una historia triste
Una preciosidad de lugar, con una historia triste

30. Disfrutar de la naturaleza en los Fairchild Tropical Gardens (Coral Gables)

Después de visitar el Coral Castle, seguimos conduciendo hacia el norte y, de camino, ya dentro de Miami, paramos a hacer la visita del jardín botánico Fairchild Tropical Gardens, que se encuentra al sur de la ciudad.

Se trata de un arboreto y jardín botánico de 33 hectáreas, con unas extensas colecciones de plantas tropicales raras, palmas, cycadas, árboles de flores y parras. Aparte de ser un lugar precioso para pasear y disfrutar de la naturaleza, es decir, aparte de ser una atracción turística, es también muchas cosas más, ya que incluye un museo, un laboratorio, un centro de aprendizaje y unas instalaciones de investigación para la conservación, cuyo papel principal es preservar la biodiversidad.

Los Fairchild Tropical Gardens, una preciosidad
Los Fairchild Tropical Gardens, una preciosidad

En este precioso remanso de paz dentro de una ciudad tan loca como Miami podemos encontrar 23.000 plantas de más de 3400 especias diferentes. Es complicado abarcarlo todo, pero en el centro de visitantes, nada más entrar, te dan un mapa para poder orientarte dentro de los enormes jardines, así como información sobre el tour guiado gratuito en tranvía que incluye la entrada, de unos 45 minutos de duración.

Nosotros optamos por recorrer varias de las zonas a pie mientras esperábamos a que saliese el siguiente tranvía, a continuación hicimos el recorrido del tranvía y, una vez finalizó, seguimos explorando un poco más a pie y hasta comimos allí, en el Glasshouse Café (¡espectacular el gazpacho de mango!).

Orquídeas en los Fairchild Tropical Gardens
Orquídeas en los Fairchild Tropical Gardens

El recinto es inmenso, y encontramos muchas zonas diferentes: una dedicada a las palmeras, una zona con orquídeas, varios lagos diferentes, una zona con bambús, zonas con árboles del cacao, bosquecillos varios, zonas verdes con un cuidado césped, etc.

Una de las zonas más chulas es el conservatorio de mariposas, donde miles de mariposas exóticas vuelan a tu alrededor, como si estuvieses metida en la película de Alicia en el País de las Maravillas. Es una auténtica pasada ver tantas y tan bonitas mariposas, algunas de ellas tan grandes como la palma de la mano, con colores vibrantes y con unas alas con diseños extraordinarios.

El Fairchild Tropical Gardens ofrece una bonita y relajante visita a la que perfectamente se le pueden dedicar 2-3 horas.

Dentro de los Fairchild Tropical Gardens hay un conservatorio de mariposas
Dentro de los Fairchild Tropical Gardens hay un conservatorio de mariposas

31. Darte un chapuzón en la Venetian Pool (Coral Gables)

La Venetian Pool es una piscina histórica, terminada en 1924, que se construyó en una cantera de roca coralina. Lo más sorprendente de la piscina, aparte de su encantador aspecto mediterráneo, es que se abastece de un acuífero subterráneo que proporciona agua de manantial a la piscina.

Aparte hay dos cascadas que proporcionan un bonito telón de fondo, así como una especie de cuevecita de roca coralina a la que se puede entrar nadando, y un pequeño y bonito puente desde donde vigilan atentos los salvavidas.

El edificio que bordea la piscina es igualmente bonito, con sus galerías, pórticos, terrazas y patios interiores.

La entrada cuesta entre 15 y 20 dólares (en función de la época del año) para el día entero, pero nosotros además optamos por alquilar dos tumbonas que se colocan en una pequeña playa artificial con arena situada al lado de la piscina.

Hay un pequeño bar donde hacen algo de comer (hamburguesas, perritos de caliente y poco más, además de bastante mala calidad, pero barato) y donde también venden refrescos y helados.

Nosotros decidimos dejar esta atracción para el día de irnos, para llegar al vuelo (que era nocturno) fresquitos y relajados, y creo que fue un gran acierto. De la piscina pasamos por el hotel, donde nos habían guardado las maletas, y del hotel fuimos directamente al aeropuerto.

¿A quién no le apetece un chapuzón en la Venetian Pool?
¿A quién no le apetece un chapuzón en la Venetian Pool?

32. Admirar el Hotel Biltmore (Coral Gables)

En realidad, antes de ir a la piscina nos pasamos a ver uno de los hoteles más famosos de Miami: el Biltmore Hotel, que data de 1926.

Es uno de los grandiosos hoteles de los años veinte e incluso en el barrio más opulento de una de las ciudades más ostentosas del mundo, se las apaña para destacar. Cada domingo, el suntuoso patio del Biltmore alberga uno de los mejores brunchs de la ciudad.

Tiene una historia bastante interesante, ya que funcionó como hospital durante la II Guerra Mundial y como hospital de veteranos y campus de la facultad de medicina de la Universidad de Miami hasta 1968. Aparte, se dice que Al Capone tenía aquí un bar clandestino y que la Capone Suite está habitada por el espíritu de otro gángster, Thomas «Fatty» Walsh, que fue asesinado en ella por un ajuste de cuentas.

También ha aparecido, como no es de extrañar por lo imponente que es, en diversas películas y series de TV, como CSI Miami y Corrupción en Miami. Vale la pena acercarse a verlo, ya que está a solo unos 12 minutos caminando de la Venetian Pool, y además es un paseo muy agradable por la zona de Coral Gables, un barrio adinerado y tranquilo de Miami, construido todo en estilo Mediterráneo. Se trata de una zona residencial, así que no encontraréis nada interesante de camino, pero a nosotros nos gustó ver el barrio, imaginar cómo (de bien) viven sus habitantes y descubrir un poco más esta zona de Miami, tan diferente al resto de la ciudad.

El Biltmore Hotel de Coral Gables, un edificio emblemático de Miami
El Biltmore Hotel de Coral Gables, un edificio emblemático de Miami

33. Caminar bajo los banyans (Coral Gables)

Si hay un árbol que nos llamó la atención en Miami, aparte de las omnipresentes palmeras, fueron los banyans o banianos.

El baniano comienza su vida como planta epífita (que crece sobre otro vegetal u objeto usándolo solamente como soporte) cuando sus semillas germinan dentro de una grieta de la corteza de un árbol huésped o de un muro o edificio. La planta va creciendo hasta que sus raíces aéreas forman un pseudotronco que, finalmente, estrangula el árbol huésped o destruye el edificio.​ Sus frutos, rojos y brillantes, atraen a las ardillas y a todo tipo de pájaros. Estos se encargan de dispersar las semillas que pueden llegar a crecer en los lugares más inverosímiles. Aun así, hay banianos que se desarrollan de forma convencional (desde la tierra hacia arriba).

Los banianos viejos a medida que las grandes ramas se extienden horizontalmente, van enviando raíces aéreas que, cuando contactan con la tierra, forman troncos suplementarios. Estos apoyan las ramas permitiendo que el árbol se vaya extendiendo hasta ocupar superficies muy grandes.

Pues bien, a nosotros nos fliparon los troncos de estos árboles, con esas enormes raíces o troncos, no sé cómo llamarlos, sobresaliendo por encima de la tierra.

Es muy posible que veáis varios durante vuestra estancia en Miami, pero a nosotros nos gustó mucho una calle de Coral Gables llamada Almería Avenue, justo a la entrada de la Venetian Pool, donde hay un pequeño paseo bordeado por banianos a un lado y a otro: verdaderamente precioso.

Los banyans o banianos, estos gigantescos árboles típicos de la zona, nos dejaron alucinados
Los banyans o banianos, estos gigantescos árboles típicos de la zona, nos dejaron alucinados

DÍA 6

34. Visitar el Parque Nacional de los Everglades (afueras de Miami)

No hay zona natural en Estados Unidos como los Everglades. Los nativos americanos lo llaman «el río de hierba», y no es solo un humedal, un pantano, un río, o una pradera: es todo eso a la vez, e incluye una sana población de caimanes. Es uno de los grandes tesoros naturales de América.

El Parque Nacional de los Everglades ocupa 607.000 hectáreas y hay mil cosas que hacer: se puede hacer kayak por entre los manglares, pasear por pasarelas de madera para ver la puesta del sol, acampar, hacer rutas en bicicleta…

El Everglades National Park
El Everglades National Park

Nosotros, por desgracia, teníamos poco tiempo para dedicarle y tuvimos que recurrir a lo fácil y cómodo: un recorrido en hidrodeslizador por los manglares para poder ver toda la rica fauna de la zona, especialmente los caimanes (¡enormes!), las garzas y demás especies de aves locales.

Una de las entradas se encuentra en las afueras de la ciudad de Miami, a solo media hora en coche desde Downtown, así que es bastante accesible.

La verdad es que es un lugar diferente a cualquier otra zona que haya visto, y eso que lo exploramos poco. Creo que a esta zona se le puede sacar mucho más jugo y disfrutar mucho más de ella. Aun así, si le podéis dedicar poco tiempo, como nosotros, la visita que hicimos con Everglades Safari Park es muy recomendable también

El Everglades National Park está lleno de caimanes
El Everglades National Park está lleno de caimanes

35. Visitar el Marine Stadium (Key Virginia)

Cuando antes del viaje estaba buscando información sobre buenos sitios para hacer fotografías en Miami, me apareció en uno de los posts que consulté el Marine Stadium, del que no había leído nada hasta el momento.

El Marine Stadium es básicamente eso: un estadio marino construido en 1963 especialmente para las carreras de lanchas a motor. Se encuentra en Virginia Key, un cayo situado al sur de Miami Beach al que se puede llegar sin problema por carretera.

A día de hoy está abandonado, bastante descuidado y tiene un poco ese aspecto dramático de los lugares abandonados, con pintadas, etc. Por eso estaba incluido en el post de buen lugar para hacer fotos, porque tenía ese «rollito» chulo de los lugares abandonados. Sin embargo, una asociación liderada por Gloria Estafan, está intentando reformarlo y que recupere su esplendor original, así que no sé cuál será su estado y su aspecto ahora mismo.

Nosotros intentamos ir, pero precisamente a causa de esta iniciativa de la asociación de Gloria Estefan, desde hace unos años se celebra el Miami Boat Show en el Marine Stadium y tuvimos la «suerte» de que justamente era ese fin de semana (el 2º finde de febrero aprox.), así que no nos dejaron entrar y nos quedamos con las ganas.

Es fácil parar un momento a echarle un vistazo si vais en coche a visitar Key Biscayne, ya que está de camino.

Imagen más que mítica
Imagen más que mítica en el barrio de Wynwood

36. Recorrer Key Biscayne (Key Biscayne)

Si no tenéis tiempo de ir a los Cayos en vuestra visita a Miami, una alternativa que supone mucho menos tiempo, esfuerzo y dinero es visitar Key Biscayne o Cayo Vizcaíno. No es lo mismo, ni mucho menos, pero os puede servir para matar un poco el gusanillo.

Key Biscayne se encuentra a 15-20 minutos en coche desde Miami, pero al pasar a este cayo, es como entrar en un mundo totalmente diferente al de la ciudad, ya que es probablemente uno de los lugares más exóticos de Miami y que aún conserva una frondosa vegetación y unas playas exuberantes.

Para llegar a Key Biscayne hay que conducir por la carretera Rickenbacker Causeway, que va literalmente por encima del océano, y antes de llegar a Key Biscayne, se pasa por Virginia Key, donde se encuentra el Marine Stadium del que os he hablado antes.

Desde playas soleadas hasta el complejo Ritz-Carlton, Key Biscayne ofrece una gran variedad de cosas que hacer y visitar en muy poco espacio. Key Biscayne tiene playas fabulosas y el atractivo adicional de encontrarse entre dos parques naturales: Crandon Park al norte y Bill Baggs Cape Florida State Park al sur.

Nosotros nos centramos en el Bill Baggs Cape Florida State Park porque tiene un faro en la playa y eso siempre es un plus, pero es posible que la playa de Crandon Park sea mejor (al menos es la que se lleva la fama).

La de Bill Baggs está bien, pero hacía algo de viento y, por tanto, había olas, y no hubo narices a meterse en el agua. El faro se puede visitar, aunque nosotros no lo hicimos por falta de tiempo, pero las vistas tienen que ser bastante chulas. Comimos allí en la zona de la playa de Bill Baggs, en el restaurante/chiringuito/marisquería Lighthouse Cafe, y la verdad es que para la ubicación que tiene nos pareció bastante bien de precio, la comida estaba rica y los platos eran abundantes. Comimos en la terracita y estuvimos muy a gusto.

Faro de Cape Florida en Key Biscayne
Faro de Cape Florida en Key Biscayne

DÍA 7

Este día está dedicado básicamente a las compras, que también es uno de los atractivos principales de Miami sin lugar a dudas, con sus decenas de centros comerciales y outlets.

37. Quemar la tarjeta en el outlet Sawgrass Mills (Sunrise)

Si vais a ir a Miami y os gusta ir de compras, estáis de suerte, ya que aquí encontraréis tiendas, boutiques, centros comerciales y outlets para acabar con un empacho de shopping.

Hay zonas o centros comerciales totalmente prohibitivos para los simples mortales como nosotros, donde predominan las marcas de lujo, pero también hay tiendas más normalitas y, sobre todo, muy importante, outlets en los que poder arrasar.

Se dice que el outlet más recomendable es el Sawgrass Mills, ya que es uno de los más grandes y mejores del mundo, y es en el que nos centramos nosotros.

Nosotros le dedicamos una tarde, y ni de coña pudimos verlo todo, así que aquí en el planning le he puesto un día entero, porque si os gustan las tiendas y las compras, para nada se os va a hacer largo dedicarle toda la jornada.

El problema del Sawgrass Mills es que no está en la ciudad de Miami, sino en otra población llamada Sunset, a unos 45 minutos en coche al norte. Por eso nosotros aprovechamos nuestra vuelta de Orlando, que está bastante más al norte, para parar en el outlet, ya que nos venía de camino al bajar a Miami.

Llegamos de Orlando al outlet a mediodía y comimos allí: hay varias zonas de restauración y, al menos en la que estuvimos nosotros, había básicamente de todo (todo tipo de cocina internacional) y a bastante buen precio.

Surrealismo en Wynwood Walls
Surrealismo en Wynwood Walls

Pero vayamos a lo interesante: las tiendas. ¿Que os interesan las tiendas de deportes? Pues tenéis Adidas, Asics, Converse, New Balance, Nike, O’Neill, Puma, Quicksilver, Reebok o Skechers. ¿Que lo que buscáis son prendas técnicas o de deportes outdoor? Pues no os podéis perder Columbia, The North Face, Timberland o Under Armour. ¿Que tiráis más por la moda urbana? Pues direct@s a Levi’s, Vans, Lacoste, GAP o Hollister. ¿Que lo que os va son los diseñadores? Pues nada, a liarla en Calvin Klein, Armani, Hugo Boss, Burberry, DKNY, Dolce & Gabbana, Gucci, Jimmy Choo o Prada ¿Gafas de sol? ¿Perfumes? ¿Tecnología? ¿Joyería? ¡Lo que queráis!

El outlet es tan monstruosamente grande que recomiendo ir con un plan de acción diseñado, tener claro cuáles son vuestras prioridades y qué es lo que queréis ver y comprar. Yo me fijé unos objetivos y los cumplí 💪 : quería unas botas UGG súper calentitas para nuestros viajes a países fríos, quería vaqueros Levi’s a precios irrisorios y quería unas zapatillas de deporte cómodas y molonas a partes iguales. Incluso Félix, que no es nada fan de las compras, se volvió loco en la tienda de Levi’s y ya tiene vaqueros y pantalones cortos para años. Aquí os dejo todo el directorio de tiendas para que podáis diseñar vuestro plan de ataque.

«Bueno, ¿y vale la pena en cuanto a precios?», os preguntaréis. Pues os lo voy a dejar muy claro: ¡totalmente! Un ejemplo con lo que compramos nosotros: las botas UGG son bastante caras y pueden considerarse un pequeño lujo; pues bien, ¡yo me las compré al 50 %! En cuanto a los vaqueros Levi’s, la oferta era que si comprabas 3 o más, te salían a 35 $, es decir, que los tres vaqueros te salían a lo que te cuesta uno en España, y cada uno te salía a precio de vaquero de Stradivarius 😂 . Y en cuanto a zapatillas, pues mil ofertas también, una auténtica locura.

De hecho, mucha gente lo que suele hacer al llegar al outlet es comprar directamente una maleta (que también os saldrá más barata de lo normal, por supuesto), e ir llenándola con todas las adquisiciones del día.

Como ya he comentado, el Sawgrass Mills se encuentra fuera de Miami, por lo que lo ideal es ir en coche. Sin embargo, no os preocupéis si no está en vuestros planes alquilar un vehículo: hay empresas que ofrecen la posibilidad de un viaje de un día al outlet, y te llevan y te traen en bus. Preguntad en la oficina de turismo.

Mona Lisa tiene algo que decir...
Mona Lisa tiene algo que decir…

38. Ver el «Coppertone Girl sign»

Para completar este día que me ha quedado tan monotemático, he decidido poner aquí esta visita rápida que os vale la pena sobre todo si os interesa el diseño, la publicidad y lo retro.

Se trata del cartel de la marca de loción solar Coppertone, diseñado en 1958, en el cual aparece una niña pequeña con dos coletitas y vistiendo solo la parte de abajo del bikini, a la que un perrito le está mordiendo y bajando dicho bikini y entonces se le ve el culete más blanco que el resto del cuerpo. Es muy cuqui y tiene un aspecto muy retro, muy vintage. Además el cartel es enorme: ¡mide 10 metros de altura!

Nosotros lo vimos de noche, iluminado, porque resultó que su ubicación estaba a solo 5-10 minutos andando de nuestro último hotel en Miami en Biscayne Boulevard, y pudimos verlo simplemente de camino al restaurante donde fuimos a cenar. La dirección exacta del cartel es 7300 Biscayne Boulevard, y no es una zona en la que haya mucho que hacer ni ver, así que sería ir a propósito: valorad si os vale la pena. Sí que es cierto que sí que hay bastantes restaurantes y, sobre todo, mucho alojamiento tipo motel de carretera (nosotros estábamos en el Shalimar, que era de este tipo), que al estar más alejados del centro y por lo básico de las instalaciones, resultan bastante baratos para lo que son los precios de Miami.

¿Puede una señal ser más retro?
¿Puede una señal ser más retro?

EXTRA

Bueno, pues hasta aquí os he contado lo que hicimos nosotros en Miami en aproximadamente 7 días, pero como os había prometido ni más ni menos que 50 cosas que hacer en esta mega guía de Miami, voy a seguir recomendándoos actividades que o bien nosotros no pudimos hacer por falta de tiempo o que hicimos fuera de Miami, por si vais con más tiempo y queréis explorar más en profundidad el estado de Florida. ¡Seguimos!

39. Visitar algún museo (Downtown)

A mí siempre me gusta visitar algún museo en las ciudades a las que voy, pero en esta ocasión, aunque en un principio tenía alguno apuntado en el planning, por unas cosas o por otras al final se cayeron, ya que hay tantas cosas que hacer al aire libre y gratis en Miami, que nos dio un poco de pereza en general encerrarnos en un museo.

Sin embargo, si volviese, sí que me gustaría visitar sobre todo el Pérez Art Museum, que se trata de un museo de arte moderno y contemporáneo dedicado a coleccionar y exponer arte internacional de los siglos XX y XXI. Además de las obras que se exponen en el interior, parece ser que el edificio también es bastante molón.

Además, justo en frente de este museo hay otro que también puede resultar interesante, especialmente si vais con niños: se trata del Frost Museum of Science, que es un museo de la ciencia, planetario y acuario. Yo personalmente no soy muy fan de los acuarios ni los zoos porque considero que lo animales deben estar en libertad, pero bueno, aquí lo dejo igualmente porque el resto de facetas me parecen interesantes.

Esta zona de museos se encuentra justo al lado del AmericanAirlines Arena, en Downtown, frente a la Bahía Vizcaína.

Domino Park en Little Havana
Domino Park en Little Havana

40. Ver algún concierto

Miami es una gran ciudad en la que se celebran un montón de conciertos y espectáculos. Os recomiendo que echéis un vistazo a qué se mueve por la ciudad en las fechas que vais a ir, porque es posible que os coincida algo chulo. ¡Imaginaos un mega-concierto en el AmericanAirlines Arena, por ejemplo!

Nosotros, para este tipo de consultas solemos utilizar Songkick. Siempre lo comprobamos en todos nuestros viajes, no vaya a ser que tengamos algún plus sorpresa en el destino en forma de conciertón inesperado.

41. Hablar con los conductores de Uber

Parece una tontería, pero tuvimos conversaciones muy interesantes que nos hicieron comprender mejor cómo era la vida en la ciudad y cómo esta está cambiando. La mayoría de los conductores van a hablar en español, ya que muchos son inmigrantes de países latinoamericanos, así que no vais a tener dificultades a la hora de entenderos con ellos y, en serio, son una fuente de información sobre el pulso de la ciudad súper útil y súper fiable.

42. Tomar algo en una terraza en una azotea (Brickell o Downtown)

En estas ciudades tan extensas y con tantos rascacielos, son muy habituales las llamadas «rooftop terraces» o terrazas en azoteas. Muchas veces se tratan de los bares del hotel que ocupa el rascacielos en concreto, pero suelen estar abiertas a todos los públicos.

Nosotros intentamos ir un día antes de comer a tomar un vermut a la terraza del hotel EAST, en Brickell, al bar ubicado en el piso 40, llamado Sugar, pero resulta que abren a las 4 de la tarde, así que no pudimos acceder. Habíamos leído que desde esta azotea en concreto se tenían unas vistas bastante espectaculares, pero posteriormente ya no se nos volvió a presentar la oportunidad, así que nos quedamos con las ganas. Sin embargo, creo que tiene que ser una experiencia chula, y que tiene que dar pie a sacar buenas fotos, así que a la próxima no se me escapa.

En Brickell abundan los rascacielos, los hoteles y los edificios de oficinas, aunque muchos tienen bastante gracia
En Brickell abundan los rascacielos, los hoteles y los edificios de oficinas, aunque muchos tienen bastante gracia

43. Caer en la trampa del 2 X 1 en South Beach (Miami Beach)

La zona de South Beach es de las más turísticas de Miami y, por tanto, está llena de trampas para turistas. Sin embargo, a veces apetece «dejarse atrapar» por dichas trampas y una noche es lo que hicimos nosotros.

Paseando por Ocean Drive veréis un montón de terrazas de hoteles prácticamente a pie de playa donde anuncian la oferta de cócteles 2 X 1. Pues bien, en muchos sitios, el tamaño de estos cócteles es más grande que vuestras cabezas, así que nosotros, al ser 4, pensamos: «Pues genial, compartimos 2 cócteles entre los 4 y pagamos 1». Pues no. No se pueden compartir los cócteles de tamaño monstruoso, cada persona debe tener uno, así que, como quien no quiere la cosa, acabamos con 4 pedazo de cócteles en un momento (aunque efectivamente, solo pagamos 2). Pero oye, ¿qué menos que tomarte un cóctel en tus vacaciones en Miami mientras paseas por South Beach, no? Pues si hay que caer en la trampa, se cae, oye, que no pasa nada 😂 .

El timo del 2 x 1 en cócteles
El timo del 2 x 1 en cócteles

44. Irte de crucero

El puerto de Miami es considerado el puerto que alberga el mayor volumen de cruceros del mundo y es sede, también, de varias compañías de líneas de cruceros. Por tanto, una actividad muy común cuando estás en Miami es, precisamente, irte de crucero.

Esta fue de hecho nuestra excusa para ir a Miami, como ya he explicado anteriormente, aunque nuestro crucero no fuese un crucero convencional, sino un festival de metal a bordo de un crucero por el Caribe, el 70000 Tons of Metal.

Sin embargo, vuestra opción no tiene por qué ser tan «friki» como la nuestra: hay cruceros para todos los gustos, a cualquier destino y de la duración que deseéis. ¿Qué tal os suena un crucero hasta las Bahamas o hasta la Riviera Maya? ¡Pues a mí bastante bien!

Labadee, nuestro destino en Haití
Labadee, nuestro destino en Haití

45. Visitar los Cayos de Florida

Los Cayos son un archipiélago de alrededor de 1700 islas (cayos) situado al sur de la costa de Florida, que bajan desde el sur de la península de Florida en dirección a Cuba. Key West o Cayo Hueso, el cayo que queda más al sur, está a solo 151 km de distancia de Cuba y se dice que queda más cerca de La Habana que de Miami.

Los Cayos son otro mundo. Empezando por la carretera que te lleva a ellos, la Overseas Highway o Carretera 1 de EE.UU., que va literalmente por encima del mar uniendo islas, a partir de ahí todo lo demás es igual de encantador. El agua azul (estamos hablando del Caribe, gente), las bonitas playas, los manglares, las palmeras, la arquitectura de estilo colonial, las especies autóctonas, el ritmo de vida relajado… Todo, todo vale la pena verlo y experimentarlo.

Hasta Cayo Hueso hay 4 horas de conducción buenas desde Miami, así que recomiendo dedicar varios días a esta visita. Nosotros dedicamos 4 noches (2 en Cayo Hueso y 2 en Islamorada) a visitar los Cayos, y aun así considero que se nos quedó algo corto, pero fue más o menos suficiente para explorar la zona. Hay tours de un día en bus desde Miami, aunque no creo que te dé tiempo a ver demasiado, teniendo en cuenta que habrá como 8 horas de conducción, pero bueno, es una opción. Me imagino que también estará la opción de ir y volver en bus desde Miami pasando alguna noche en los Cayos; esta sería una opción más atractiva, aunque sinceramente, ir en tu propio coche y parar en los puntos de la bonita Overseas Highway que te dé la gana, no tiene precio.

Hay mil actividades que hacer, pero pienso escribir un post específico sobre qué hacer en los Cayos, así que no voy a entrar en demasiados detalles aquí. Simplemente, si tenéis tiempo, tenedlo en cuenta para vuestra estancia en Miami/Florida.

La antigua Overseas Highway, y la nueva al fondo
La antigua Overseas Highway, y la nueva al fondo

46. Volver a la infancia en los parques de atracciones de Orlando

Da igual si vais con niños o no: nosotros éramos 4 adultos y lo pasamos pipa igual. Los parques de atracciones molan y vale la pena visitarlos se tenga la edad que se tenga.

La conducción de Miami a Orlando son unas 3’5-4 horas, así que de nuevo recomiendo dedicar varios días a esta visita. Y de nuevo, nosotros dedicamos 4 noches y se nos volvió a quedar un poco corto, pero suficiente para experimentar todo aquello.

La distribución por días fue la siguiente:

  • Día 1 – día de regreso del crucero, alquiler de coche, conducción hasta Orlando (aprox. 4 horas de trayecto en coche)
  • Día 2 – Disney World
  • Día 3 – Kennedy Space Center, que es la sede de la NASA, en Cabo Cañaveral. No es un parque de atracciones, pero como si lo fuese de lo chulo e interesante que es todo aquello.
  • Día 4 – Universal Studios
  • Día 5 – Día de vuelta a Miami conduciendo + tarde de compras en el Outlet Sawgrass Mills, como ya he explicado antes.

Por supuesto que tanto en el caso de Disney World como en el Universal Studios no te da tiempo a verlo todo en un día por parque de atracciones, pero bueno, ese era el tiempo que teníamos para dedicarles, así que nos centramos en pasar dos días estupendos de diversión, sin estresarnos en «hay que ver esto, hay que ver aquello, no nos da tiempo, corre, corre, corre».

Tampoco en este caso voy a entrar en más detalle porque también voy a escribir un post específico sobre estas experiencias, así que ¡estad atent@s!

Por cierto, también hay tours de 1 día desde Miami para Disney World, etc., y me imagino que también habrá paquetes en los que te lleven y te traigan en bus y se pase alguna noche allí. ¡Todo es cuestión de mirarlo!

Universal Studios, un parque de atracciones por todo lo alto
Universal Studios, un parque de atracciones por todo lo alto

47. Ponerse hasta arriba de comida americana

¡Sin culpa y a lo loco! No se puede ir a EE.UU. y no meterse entre pecho y espalda una buena hamburguesa, unas costillas a la barbacoa, unas alitas de pollo, unos tacos, etc. Yo, para no saturarme demasiado con toda la comida basura tiré mucho de ensaladas también, e iba alternando entre guarrería y ensaladitas ricas. Pero en serio, olvidaos de la dieta allí: ¡los viajes no están hechos para contar calorías!

48. Hacer una ruta cervecera

Cómo no, Travelling la vida loca hablando de cerveza 😂 . Pues sí, eso es así, y en Miami hay bastantes opciones y bastante cultura craft beer. Félix os tiene preparados un par de posts muy interesantes con una ruta cervecera por Miami y otra por los Cayos que no tardarán mucho en llegar.

Frikeando en la cervecería J. Wakefield
Frikeando en la cervecería J. Wakefield

49. Hacer el típico crucero de los famosos

Hay una actividad muy común en Miami que es el «crucero de los famosos». Se trata de un crucero por la Bahía Vizcaína en la que se bordea la llamada Star Island o Isla de los Famosos, donde muchas celebrities tienen sus mansiones. Está la casa de Gloria Estefan, Xuxa o Shaquille O’Neal, entre otros.

A nosotros la verdad es que es una actividad que no nos atraía demasiado y no la hicimos, pero que sepáis que está esa posibilidad. Probablemente las vistas del skyline de Downtown sean bastante guapas.

50. Sobrevivir a los ritmos latinos y al reggaetón

Sip, para unos metalheads como nosotros, se hizo un poco durillo, y eso que íbamos mentalizados. Por suerte en algunas cervecerías y tal ponían rock, pero por lo demás, el reggaetón era omnipresente. Si es lo que os gusta, estáis de enhorabuena; si no, vais a acabar hasta el chichi.

¡No sabría con cuál de los murales quedarme!
¡No sabría con cuál de los murales quedarme!

51. BONUS – Si vais por el 70000 Tons of Metal, asistir a las pre-parties

Efectivamente, si como nosotros el motivo de vuestra visita es asistir al 70000 Tons of Metal, que sepáis que los días previos al festival hay varias fiestas de bienvenida en distintas ubicaciones.

Son fiestas organizadas por los asistentes, no por el festival en sí, y las más famosas son las que se celebran en el Hotel Clevelander, en South Beach. Este hotel tiene una pedazo de terraza prácticamente a pie de playa donde tiene lugar toda la acción. Suena metal a toda castaña, hay metal karaoke, se vende merchandising de las fiestas, y la mayoría de los asistentes del crucero se pasa por estas fiestas a saludar a los amigos o a hacer nuevas amistades de cara al crucero. Una buena experiencia, sin lugar a dudas.

Escultura frente a los murales de Wynwood Walls
Escultura frente a los murales de Wynwood Walls

Y hasta aquí esta mega guía de Miami para conocer la ciudad bastante a fondo durante una semana, con unos cuantos extras por si tenéis más tiempo y queréis explorar más allá de la ciudad de Miami y descubrir otras zonas del bonito estado de Florida.

Nuestra experiencia en esta ciudad fue muy positiva: de ciudad que «no nos pega» a ciudad en la que disfrutamos todos y cada uno de los momentos que pasamos en ella. Es una ciudad que tiene mucho más que ofrecer de lo que a priori se puede pensar, y que tiene más profundidad y más cultura de lo que se deja ver en Los vigilantes de la playa. Y vosotr@s, ¿os dejaríais sorprender por Miami? Yo, por supuesto, os animo a ello… y yo no descarto repetir 😜 .

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