Los mejores ruin pubs de Budapest

¡Hola, viajer@s!

Félix por aquí al habla. Hoy retomamos nuestro viaje a Budapest, que lo teníamos un poco abandonado, y vengo a hablaros de uno de los principales atractivos de la capital de Hungría. Budapest es una ciudad con una vida increíble, con una amplia y variada oferta para todos los públicos: restaurantes, street food, pubs, música, discotecas, cervecerías, sports bars… Si necesitáis inspiración sobre qué hacer en la ciudad, os recomiendo que no os perdáis nuestra mega guía de 50 + 10 cosas que hacer un Budapest. Sin embargo, uno de los grandes atractivos de esta increíble ciudad son los ruin pubs, unos pubs muy peculiares que os voy a presentar en este post.

Origen de los ruin pubs

Los ruin pubs están situados en el distrito judío de Budapest (Distrito VII), su origen data de principios del 2000 cuando se inauguró el pionero y, a día de hoy, más impactante ruin pub, el Szimpla Kert. Estos garitos son una pasada, son locales amplios de edificios totalmente decadentes (desde talleres, fábricas o almacenes hasta colegios) muchos de los cuales fueron abandonados después la persecución a la comunidad judía en las décadas posteriores a la segunda guerra mundial. Pues bien, estos edificios en ruinas, como su nombre indica, en lugar de ser demolidos, han sido renovados con una decoración totalmente ecléctica y original que incluso roza el surrealismo, en la mayoría de los casos, a base de materiales reciclados o reutilizados y de mucho, mucho ingenio.

Cada uno tiene su estilo, aunque todos son muy bohemios y creativos; suelen ser amplios y con diferentes ambientes, terrazas, sótanos, patios, salas que nada tienen que ver con la contigua, diferentes barras, diferente música… ¡Por no hablar de la decoración! Me es imposible mencionar los diferentes elementos utilizados para ambientar estos locales: desde coches, bañeras, maniquís, butacas de cine, tuberías, bicicletas en el techo, ordenadores o teléfonos antiguos, hasta frescos, grafitis, tapices… El mobiliario que te puedes llegar a encontrar es una locura. De hecho se necesitarían días enteros dedicados a examinar la decoración. ¡Qué gran experiencia es tomarse una birra y pasear por el pub flipando con lo que te vas encontrando tras cada puerta!

A día de hoy estos pubs están totalmente arraigados en la cultura de la ciudad y es un movimiento que está en expansión, no solo en Budapest, sino que en muchas ciudades europeas están copiando el modelo y dando vida a lugares con una historia triste.

Vale la pena añadir que en estos pubs suelen ofrecer comida, bastante original o tradicional, pero siempre de calidad, y la variedad de bebida es salvaje, desde craft beers, cocktails de todos los tipos, café, zumos naturales… Si no encuentras lo que quieres, busca otra barra dentro del mismo pub que fijo que allí estará esperándote. Otra puntualización: mirad los horarios porque al servir comida suelen abrir como tarde entre las 12-14 horas, exceptuando alguno que son discotecas que abren sobre las 21 horas, y por supuesto, abren todos los días y hasta horas de valientes.

Después de esta pequeña introducción os quiero hablar de 7 ruin pubs muy top, cada uno con sus especialidades, peculiaridades y extravagancias. Quiero hacer hincapié también en que ir a Budapest y no marcarse una ruta de ruin pubs es como no ver el Parlamento, el Bastión de los Pescadores, el Puente de las Cadenas, la Gran Sinagoga o ir a unas termas: yo lo consideraría un delito.

Los mejores ruin pubs de Budapest

Ellato Kert & Taquería

Este Ruin Pub es famoso por sus jardines, sus cocktails… ¡y sus tacos! Cocina mexicana auténtica a muy buen precio. De forma cuadrangular, con varias barras, billares, decorado con porciones de pizza de papel, tapetes y bicicletas por el techo, regaderas, muchos leds, grafitis…

Ideal si hace buen día por las zonas al aire libre que tiene. Nosotros fuimos a cenar y estuvo de lujo. Aparte, no es que tengan una gran variedad de cerveza, pero una pale ale y una czech pils sí que cayeron.

Szimpla Kert

El patriarca de los Ruin Pub, el más impactante, el más famoso, el más turístico, pero es que… ¡no es para menos! Su reputación se la ha ganado a base de arte y surrealismo.

Una vez llegas a esta antigua fábrica de estufas, solo con levantar la cabeza y ver la fachada ya percibes la magia de este local. Entras y ¡¡¡boom!!! ¿Por dónde empezar? Un amplio pasillo que conduce a un patio, a izquierda y derecha diferentes salas con diferentes barras, escaleras que suben y bajan, todo lleno de grafitis, firmas de visitantes…

Voy a mencionar algunos de los elementos que te puedes encontrar: un coche reconvertido en mesa con asientos, jardines, flotadores, un enano colgado del techo en un columpio, un banco hecho de esquís antiguos, una sala llena de cables y monitores de ordenadores de primera generación, una bañera reconvertida en sofá, todo tipo de sillas y muebles de un padre y una madre diferentes, un potro de gimnasia, una cabina de teléfono, máquinas de escribir y teléfonos antiguos colgados por la pared, básculas, una colección de estatuillas de conejos…

Una de las salas es el Laboratorio de la cervecera Mad Scientist, un espacio totalmente dedicado a la cerveza artesanal; a este rincón le dedicaré un espacio en mi post de las 15 mejores Cervecerías de Budapest.

En definitiva, este pub es un monumento, una joya, algo único que jamás has visto antes. ¡Ah! Y han abierto un Szimpla en Berlín: ¡tocará ir a visitarlo!

Mazel Tov

Este pub aparte de estar ubicado en el barrio judío también adopta su gastronomía, ya que es famoso por su cocina israelí: hummus, cremas de queso y yogurt, cordero, pollo, hortalizas y legumbres bien especiadas a su estilo, cerveza local y una Staropramen sin filtrar muy cuidada.

En cuanto al pub en sí no se trata de un lugar caótico como los otros, más bien todo lo contrario, ya que el mobiliario es uniforme, prima la simetría y hay poco caos en general; sin embargo, abunda la vegetación, las enredaderas y las plantas colgantes, es increíblemente luminoso, está acristalado y todo es muy pulcro y está muy cuidado.

Aparte de la zona ajardinada principal tipo patio, también dispone de sus barras y recovecos en los laterales, así como de un piso en la parte superior. Muy recomendado y absolutamente encantador. ¡Ah! Y comimos de lujo.

Kuplung

Este antiguo taller de coches es famoso por sus medusas fosforitas y su ballena de cartón piedra colgados del techo.

Fue una lástima no poder ir de noche, ya que solo entramos un momento para hacer otra de las cosas obligatorias en Budapest: probar su licor tradicional, el palinka (un chupito digestivo), después de comer un abundante goulash, para ayudar con la digestión y poder seguir con la ruta turística.

Tiene una terraza muy agradable y una zona interior con un escenario que tanto vale para un concierto como para macro pantalla para la proyección de eventos deportivos.

NOTA: Acabo de ver que Google indica que este lugar está cerrado permanentemente. Sin embargo, muchas veces simplemente se cambia de dueño o de nombre y el local en sí sigue abierto en la misma ubicación; sin embargo, tampoco sé si es el caso. Mejor informaros un poco antes de ir a propósito.

Púder Bárszínház

Bar, pub, restaurante, galería de arte… todo en uno. Impresionante, de los mejores de Budapest sin lugar a dudas.

Está lleno de murales pintados con colores muy vivos y de todo tipo de artilugios colgando del techo: el maniquí con un traje como de novia o bailarina colgando del techo boca abajo a modo de lámpara, la lagartija metálica gigante, o la puerta del baño con 10 cerrojos aún me tienen mareado…

La parte del entresuelo es muy bonita y tiene vistas espectaculares de la planta baja, y con el sótano ya flipas: una pequeña cueva abovedada con una moqueta de color rojo chillón. Este ruin pub es de los imprescindibles.

Élesztöház

Este ruin pub lo comentaré por duplicado porque también es una cervecería top, así que en mi post de las mejores 15 cervecería de Budapest podéis encontrar su lado craft.

Esta antigua fábrica de cristal es otra pequeña ciudad, con su patio interior y diferentes salas a modo de laberinto, donde puedes encontrar comida saludable a buenos precios, café con pasteles típicos, zumos naturales y un cocktail bastante curioso llamado Eden, elaborado con zumo de limón, lavanda, miel, ginebra, un toque de cerveza y decorado con piel de limón, trufas de chocolate, enebro y cogollos de lúpulo.

Me encantaron las zonas tipo steampunk, donde las tuberías y válvulas originales de la fábrica salían de la pared tranquilamente, de forma totalmente integrada con el entorno y dándole ese toque industrial tan chulo, así como la zona clandestina abovedada con mesas corridas y butacas de cine. Muy top.

Dürer Kert

Este antiguo colegio es ahora el encargado de organizar una cantidad de eventos inimaginable. Sin ir más lejos, fue la sede de las sesiones de cata del Budapest Beer Week, la excusa por la que visitamos Budapest.

Aquí también es donde se celebran el mayor número de conciertos de la ciudad, desde los estilos más electro o indie hasta el grindcore, pasando por el heavy/rock.

Su recinto abarca lo que era la sala de lectura, la capilla y el gimnasio del antiguo colegio. Destacaría el agradable patio interior al aire libre, aunque también tiene una gran multitud de salas interiores como el resto de ruin pubs que he comentado.

Hay que tener en cuenta que está un poco más apartado del centro, así que no recomendaría ir a verlo a propósito, solo en caso de que queráis ir a ver alguno de sus eventos/conciertos o simplemente de fiesta por la noche para que os aproveche más la visita. Otra opción es combinar la visita del Dürer Kert con la visita a uno de los baños termales más bonitos de Budapest, los Baños Széchenyi, que están en la misma zona de la ciudad (de hecho, están las dos cosas metidas en el mismo parque gigante).

Extras

También me gustaría mencionar que quisimos ir al mítico y exuberante Instant, pero resulta que se ha fusionado recientemente con el Fogasház y ahora es más un club nocturno, cuya apertura es más tardía, por lo que lo pillamos cerrado. Este movimiento nómada, como ya he comentado con el caso del Kuplung, suele ocurrir por el tema de los alquileres, ocupaciones de locales abandonados y reciente historia de los locales. Es una lástima, porque el Instant tenía buena pinta a madriguera de conejos; la verdad es que no sé si habrán trasladado todo su mobiliario y decoración o simplemente ha dejado de existir tal y como se conocía… Lo averiguaré en mi próxima visita.

El otro que no pudimos visitar por el horario es el Corvin Club & Roof Terrace, cuya apertura es a las 21:00, pero es que hacer turismo y luego rodar como Gandalf por la Tierra Media no es fácil, y más en una ciudad como Budapest, donde las distancias son monstruosas… Acabamos destrozados, pero menos mal que la buena cerveza te da alas. El Corvin está en la terraza de un edificio inmenso que es un centro comercial y supermercado, que por fuera parece estar en ruinas y quemado, con unos andamios cochambrosos que parece que lleven décadas puestos y abandonados, pero la terraza es un ruin pub tipo discoteca de los más famosos de la ciudad. Otro motivo para volver, jejejeje.

Bueno, hasta aquí mi valoración sobre los ruin pubs de Budapest, un movimiento espectacular que da mucha vida y colorido a la ciudad, ya que son sitios donde se respira libertad y buen rollo. Ojalá se diesen licencias en mi país para rehabilitar solares y habitáculos antiguos abandonados con el fin de que la gente disfrute de sus momentos libres en un buen ambiente y en una localización peculiar.

¿Os animáis a hacer una ruta por los ruin pubs más famosos y alucinantes de Budapest? Es una ruta que no decepciona y os garantizo que os dejará con una sonrisa en la cara, tanto en el momento, como cada vez que recordéis alguno de estos maravillosos locales. Un motivo más, aparte de los miles ya existentes, para visitar Budapest.