70000 Tons of Metal 2019 – Nuestra experiencia
¡Hola, viajer@s!
Hoy os traigo la segunda parte del relato sobre el festival 70000 Tons of Metal. En el post anterior, 70000 Tons of Metal – 50 cosas que debes saber, os ofrecía todos los datos sobre el festival, toda la información que debe saber una persona que tiene pensado asistir a este festival tan especial. Mientras que ese post anterior está basado en datos puros y duros, en este post de hoy voy a adoptar un enfoque totalmente distinto, ya que el objetivo es contaros cuál fue nuestra experiencia a bordo, nuestra visión personal y subjetiva del festival, del crucero, de los conciertos que vimos, etc. Este post que os presento hoy vendría a ser una narración de lo que hicimos cada día y nuestras impresiones al respecto, como un diario de a bordo.
Para ver el planning completo de la ruta de 3 semanas que hicimos por Florida, en la que visitamos Miami, Miami Beach, los parques de atracciones de la zona de Orlando, el Everglades National Park y los Cayos, entre otros, podéis echar un vistazo a este post, donde está todo explicadito. ¡Vamos allá con nuestra experiencia en el 70000 Tons of Metal 2019!
Qué es el 70000 Tons of Metal
Como os comentaba ya en el post anterior, el 70000 Tons of Metal es un festival de metal nada convencional, ya que se celebra a bordo de un crucero que zarpa de Fort Lauderdale, muy cerca de Miami, y se dirige a un destino del Caribe diferente cada año. El barco a bordo del que se celebra es el Independence of the Seas, de la naviera Royal Caribbean.
La duración del crucero y, por tanto, del festival es de 4 noches, y suele celebrarse en enero de cada año. Esta edición de 2019 a la que hemos asistido nosotros, que ha sido la novena, ha tenido como destino el resort de Labadee, en Haití, y las fechas han sido del 31 de enero al 4 de febrero.
El planning del crucero fue el siguiente:
- Día 1 – Jueves – Zarpa el barco a las 17:00. Navegación y conciertos.
- Día 2 – Viernes – Navegación y conciertos
- Día 3 – Sábado – Llegada a Labadee por la mañana, vuelve a zarpar para emprender la vuelta a las 17:00. A partir de esa hora, navegación y conciertos
- Día 4 – Domingo – Navegación y conciertos
- Día 5 – Lunes – Llegada por la mañana a Fort Lauderdale (Miami) y desembarco.
Cada año tocan 60 grupos en el 70000 Tons of Metal, pero lo mejor de todo es que cada uno de los grupos toca 2 veces a bordo, una vez a la ida y otra a la vuelta, así que estamos hablando de 120 conciertos posibles que ver durante el festival. Además, los grupos suelen variar los setlists bastante, es decir, no tocan exactamente las mismas canciones a la ida y a la vuelta.
Hay 4 escenarios en el Independence of the Seas:
- el Pool Deck Stage, en la cubierta de la piscina – se trata del escenario principal y del único que es al aire libre.
- el Royal Theater – como su nombre indica, es como un pequeño teatro, donde normalmente se hacen los espectáculos en los cruceros convencionales. Para el 70000 Tons of Metal quitan todo el patio de butacas para que la gente pueda estar de pie viendo los conciertos, pero mantienen todas las butacas de los palcos y las gradas, por lo que también puedes ver cómodamente los conciertos sentado.
- el Studio B – Ice Rink – en los cruceros convencionales esto es una pista de patinaje sobre hielo. Para el 70000 Tons of Metal, obviamente no hay hielo, sino que ese es el espacio en el que la gente puede estar de pie viendo los conciertos y, de nuevo, hay toda una serie de gradas con butacones para poder ver los conciertos sentado.
- el Star Lounge – se trata de una especie de salón-cafetería con sofás y butacas de cuero con mesitas bajas, y donde hay un pequeño escenario con una altura de solo uno o dos palmos. Han quitado los sofás de la parte central para que la gente pueda ver los conciertos de pie y, después, todo alrededor están las butacas y los sofás que os comentaba, donde puedes sentarte y estás súper cómodo, pero el problema es que al ser tan bajo el escenario , no ves absolutamente nada con la gente de pie en el centro.
Durante el Día 1 del crucero solo están operativos 3 de los escenarios, ya que el escenario principal, el Pool Deck Stage, lo tienen que montar en la cubierta de la piscina durante todo ese día. Sin embargo, a partir del Día 2, ya está totalmente operativo y ya funciona a tope la maquinaria con los 4 escenarios.
¡Ah, por cierto! Félix y yo tuvimos la suerte de conseguir ir al festival acreditados como prensa con Travelling la vida loca para poder contároslo todo bien a fondo y con fotos y vídeos que valgan la pena, sacados desde el foso de prensa. ¡Una experiencia realmente increíble para nosotros! ❤️
Antes del crucero – La espera
Vale, poneos en situación: estamos en Miami desde hace unos días y a solo 3 días del festival, todavía siguen anunciando grupos que van a tocar. Por lo que vemos en redes sociales, esto es así cada año, no hay de qué preocuparse… pero con lo que nos gusta a nosotros estudiar y analizar el running order, es decir, los horarios de los conciertos de los grupos que tocan en el festival, para saber cuáles vamos a ver, cuáles vamos a tener que descartar por solaparse con otros aún mejores, etc., la verdad es que la situación nos fastidia un poco.
Pero de repente, llega el momento importante que estábamos esperando: ¡a 2 días del festival el cartel está completo y publican los horarios! Esto es importante porque, al fin y al cabo, estos horarios van a marcar tu vida y tus actividades a bordo del crucero, así que qué menos que tener claro qué es lo que vas a hacer, ¿no? Nos ponemos como locos a examinarlos, y cada uno se hace sus planes en función de sus gustos musicales.
Esto es algo que Félix y yo siempre hacemos en los festivales: cada uno tiene sus gustos y, aunque en la mayoría coincidimos, no siempre es así, y en ocasiones cada uno se va a ver un concierto diferente. Pues en esta ocasión, que éramos 4, ya que estaban con nosotros nuestros amigos Scott y Mariajo, había todavía más variedad de planes.
Dando vueltas y más vueltas a los horarios, ordenando grupos según prioridades, descartando unos para poder ver otros y comentando la jugada una y otra vez entre los cuatro, de repente llega el gran día y… ¡nos vamos al 70000 Tons of Metal 2019!
Día 1 – Jueves
Como ya expliqué en el post sobre las 50 cosas que debéis saber, hay autobuses organizados para ir de Miami Beach a Fort Lauderdale, desde donde zarpa el crucero.
Estos salen desde la puerta del Hotel Clevelander en Miami Beach, empiezan a las 9:20 de la mañana y sale uno cada 20 minutos hasta el último a las 12:00 del mediodía. El trayecto es de unos 45 minutos y el precio es 20 dólares por persona.
Como nuestro apartamento de Airbnb estaba a 5 minutos andando del Clevelander nos iba de lujo el plan, así que reservamos con antelación nuestro sitio para el bus de las 10:20. Llegamos al puerto de Fort Lauderdale a eso de las 11 de la mañana y el embarque comienza oficialmente a las 12, así que, una vez dejamos las maletas grandes a pie de barco (tal y como explico con detalle en el post anterior) tuvimos que esperar un ratito en la terminal: te hacen sentarte por orden de llegada en la zona de espera y van haciendo pasar a la gente por bloques para hacer el check-in.
Y de repente, a eso de la 1… ¡ya estábamos a bordo! Nada más poner el pie en el barco, las azafatas del 70000 Tons of Metal te entregan el librito del festival, donde encontraréis toda la información relevante, incluidos los horarios de conciertos, de los restaurantes, de las diferentes actividades, etc.
Nosotros lo primero que hicimos fue ir a Atención al cliente para cargar nuestro Sea Pass con dinero en efectivo (el sistema de pago a bordo está explicado también en el post anterior) y hacer un poco de reconocimiento de la Royal Promenade. Allí encontramos rápidamente el pub estilo inglés, el Ale & Anchor, y paramos a tomar una cerveza tranquilamente y a examinar el librito de festival. Hasta las 3 de la tarde no se puede entrar al camarote, e íbamos con las maletitas de mano, así que tampoco nos calentamos mucho la cabeza y nos concedimos un rato de relax para disfrutar del momento y para asimilar el hecho de que por fin estábamos allí.
Rápidamente descubrimos que el Sorrento’s, la pizzería «gratis», está a dos pasos del pub, así que también nos pasamos a comer unas cuantas porciones de pizza: como mola decir, «un trozo de cada», que te los den, darles las gracias, girarte e irte, ¡sin necesidad de pagar nada!
A las 3 fuimos al camarote, dejamos las maletas de mano, nos pusimos los bañadores y, subimos a la cubierta de la piscina para seguir explorando el barco. Una vez allí, nos sorprendió el anuncio del simulacro de evacuación, así que nos tuvimos que dirigir a nuestro punto de encuentro y hacer el trámite del simulacro. Eso sí, una vez terminó, volvimos a la cubierta de la piscina y nos metimos en el primer jacuzzi que vimos disponible: ¡ahora sí que sí!
Nos habíamos separado ya de Scott y Mariajo, ya que ellos se fueron a su camarote y también tenían un punto de encuentro del simulacro diferente al nuestro, así que si vais con más gente, teniendo en cuenta que no hay Internet a bordo, os recomiendo que vayas estableciendo puntos de quedada para cada escenario para poder ir reencontrándoos con vuestros amigos fácilmente.
A las 17:00 zarpa el barco y a las 17:15 empieza el primer concierto, y además era una bueno, así que no había tiempo que perder…
Mors Principium Est (Studio B – 17:15 – 18:00)
A lo largo del año veíamos cómo tanto en el foro como en la página de Facebook la gente pedía a Mors Principium Est con bastante insistencia, y este era un grupo que no conocíamos. Cuando por fin los confirmaron, empezamos a escucharlos y la verdad es que nos gustaron mucho desde el primer momento.
Es un grupo de death melódico finlandés y se nota el toque nórdico: muy en la línea de Insomnium, Dark Tranquillity o Kalmah. La verdad es que el concierto fue muy correcto, ideal para empezar el festival y comenzar a ponerse en situación.
Sabíamos que la segunda vez que tocaban no íbamos a poder verlos, ya que tocaban el sábado a las 3:45 de la mañana e intuíamos que no íbamos a poder llegar a esas horas, así que aprovechamos para disfrutarlos esta primera vez. Es un grupo que sin duda nos gustaría volver a ver con más calma, porque la verdad es que estábamos todavía un poco descolocados y en estado de shock: ¡estábamos viendo nuestro primer concierto a bordo del 70000 Tons of Metal 2019!
Delain (Royal Theater – 18:00 – 18:45)
Sin perder ni un minuto, cambiamos de escenario para poder ver el segundo de los conciertos que nos interesaba: los holandeses Delain.
A este grupo de metal melódico/sinfónico con voz femenina lo conocíamos desde hace tiempo, pero hemos hecho un poco de redescubrimiento a raíz del 70000 Tons of Metal. Los vimos por primera vez en 2007 en el festival Metal Female Voices de Bélgica, cuando solo tenían el primer disco. Después les habíamos perdido la pista hasta que tocaron en el Leyendas del Rock de 2014, aunque tampoco les prestamos una atención especial. Félix dice que nunca le han transmitido demasiado en directo, pero a raíz de este concierto del 70000 Tons of Metal 2019 le ha cambiado el concepto que tenía del grupo.
La verdad es que vimos un muy buen concierto, y nos pareció que la banda está en un buen momento de su carrera. Para esta ocasión habíamos hecho los deberes de su discografía más en serio que las anteriores veces y es un grupo que tiene buenos temas y son muy facilones de escuchar: molan.
Una vez terminó este concierto, tuvimos que salir corriendo de nuevo para ver el siguiente concierto y, al mismo tiempo, ir familiarizándonos con el barco e intentar orientarnos, que no es fácil.
Tyr (Studio B – 18:45 – 19:30)
Este grupo de folk metal progresivo de las Islas Feroe es un viejo conocido nuestro, ya que llevamos siguiéndolos desde hace muchos años y hemos tenido la suerte de verlos bastantes veces en directo.
Este concierto empezó con algunos problemillas de sonido y, de hecho, esto ocurrió en este escenario con algunos grupos más. Sin embargo, son los típicos problemas «de ajuste», que se van solucionando a medida que va avanzando el concierto.
Aun así, no fue uno de los mejores conciertos de Tyr que hemos visto, sinceramente. Creo que Heri, el cantante, no estaba muy fino de la voz, aunque es cierto que fue mejorando todo un poco, junto con el sonido, a lo largo del concierto.
Una vez terminó el concierto fuimos al camarote a comprobar que nuestras maletas que habíamos «facturado» estaban en nuestra puerta esperándonos, dimos gracias al ver que efectivamente así era, y nos dispusimos a ir a cenar. En la típica conversación de jacuzzi de antes por la tarde, unos australianos nos recomendaron que no nos perdiésemos la cena en el comedor formal, en lugar de tirar del buffet libre en el Windjammer, cosa que resultó ser muy buen consejo.
Los horarios para la cena en el comedor formal son de 18:30 a 22:00, un poco cortos y un poco pronto para el estándar español, pero si tenéis hueco, vale la pena: nosotros de los 4 días pudimos ir 3, y la verdad es que genial. Viene bien aprovechar para descansar un rato y cenar sentados tranquilamente. Eso sí, se requieren entre 45 y 60 minutos para cenar allí, y no es algo que se pueda acelerar, ya que es menú a la carta y depende un poco todo de los camareros, de la cocina, etc., no es como en el buffet, que dependes de ti mismo.
El menú consta de primero, segundo y postre, todo incluido, sin tener que pagar nada aparte, excepto las bebidas como cerveza o refrescos, que eso sí que se pagaba aparte con el Sea Pass. Pero bueno, que beber un poco de agua de vez en cuando no viene mal, ¿eh? La carta funcionaba de la siguiente manera: había 3 o 4 opciones de cada uno de las platos (primero, segundo y postre) que era fijas durante todo el crucero, y después había 3 o 4 opciones más que iban variando cada día, así que con la tontería había como 7 u 8 opciones de cada plato para elegir. La verdad es que la comida estaba buenísima y la experiencia en general nos gustó bastante: siempre había buenos temas de metal sonando de fondo por el hilo musical y todo el asunto resultaba bastante curioso, porque era un entorno muy formal y elegante, con camareros súper atentos y serviciales. Ah! Y por cierto, no hay código de vestimenta: puedes ir con tu camiseta heavy, tus vaqueros rotos y tus zapatillas de deporte, no problem.
Una vez cenamos, nos dirigimos al siguiente concierto…
Svartsot (Star Lounge – 21:45 – 22:30)
Svartsot es un grupo danés de folk metal que nos encanta y que nunca habíamos visto. Sus 3 primeros discos los tenemos bastante empapados y los hemos ido escuchando a medida que han ido saliendo. Luego tuvieron un parón debido a problemas personales de uno de los miembros y, al volver, sacaron un disco que no nos parece que mole tanto…
Estuvo guay poder oír en directo esos temas que llevábamos tantos años escuchando sin haberlos visto en concierto, a pesar de que este concierto fuese en el Star Lounge, que no mola nada, y a pesar también de que el setlist que hicieron no me motivó demasiado, tal vez porque tocaron bastantes de ese último disco.
Bloodbath (Studio B – 22:15 – 23:15)
Llegamos a este show cuando este ya estaba un poco empezado, nos fuimos al palco del primer anillo de asientos y lo vimos guay desde allí.
Yo personalmente no soy muy fan de este grupo sueco de death metal y, además, voy a decir lo típico: no me parece que la voy de Nick Holmes, el cantante de Paradise Lost, pegue con esta música. Lo siento, pero es así.
Sin embargo, a Félix sí que le gustan y dice que el concierto le pareció bien. Le gustaron más que en Hellfest 2015, ya que en esta ocasión tiraron más de temas clásicos, como Eaten o Cancer of the Soul, pero opina que aun así nada que ver con la vez que los vio en Wacken 2005 con Mikael Akerfeldt de Opeth a la voz: aquello sí que fue un concierto.
A partir de aquí, tuvimos nuestra primera división: Félix se fue a un concierto y yo a otro, así que os vamos a contar los dos 😊
Cyhra (Star Lounge – 23:15 – 00:00)
Este es el concierto que vi yo. Los suecos Cyhra son un nuevo supergrupo con ex-miembros de In Flames (el guitarra Jesper Strömblad y el bajista Peter Iwers), Amaranthe (el cantante Jake E.), Shinning, Kamelot y Annihilator. En una crítica de su disco leí que los definían como «pop-metal», y creo que es una descripción muy adecuada.
En principio, no son precisamente mi estilo, pero al oírlos por primera vez cuando los anunciaron para el 70000 Tons of Metal 2019 (apenas un mes antes del festival) me gustaron bastante, y durante las siguientes semanas, cuanto más los oía, más me gustaban.
Tienen solo un disco, llamado Letters to Myself y antes de verlos en directo lo habría oído solo unas 5 o 6 veces, y aun así disfruté mucho de su concierto. Desde entonces lo habré oído unas 10000 veces más (he tenido una pequeña época de obsesión con ellos), así que si los viese ahora los disfrutaría muchísimo más… Una lástima… Pero bueno, espero tener la oportunidad de hacerlo en el futuro.
El concierto estuvo genial, y eso que sobre todo a nivel vocal los temas son muy exigentes, pero la verdad es que cumplieron en directo.
Accept ( Royal Theater – 23:15 – 00:30)
Este es el concierto que vio Félix. Nunca había visto a los clásicos Accept con Mike Tornillo a la voz, y comenta que le encantaron. Había escuchado los temas propios que han sacado con Tornillo y la verdad es que suenan potentes, y los clásicos siguen emocionando en directo. No veía a Accept, de hecho, desde el 2005, en Wacken, así que ya tocaba.
Tiamat (Studio B – 00:15 – 01:15)
Empecé a ver este concierto yo sola, sentadita desde la grada y, cuando acabó Accept, Félix me encontró (de nuevo, quiero destacar la importancia de tener puntos de quedada para cada escenario).
Sinceramente, fue un muy buen concierto: empezaron con Vote for Love y Cain, y siguieron con algunos temas más antiguos. En este concierto se dedicaron a repasar toda su discografía, ya que el concierto de la vuelta era uno especial en el que iban a tocar su disco Wildhoney entero que, por desgracia, no pudimos ver.
Yo no había visto antes a este grupo sueco de doom/gothic metal, pero Félix los vio en el 2002 en el Rock Machina, aquí en Castellón, en su época más «bajonera» y la verdad es que no le gustaron, pero esta vez en el 70000 Tons of Metal vimos un concierto muy chulo y nos quedamos con muy buen sabor de boca.
Cuando acabo este concierto, aquí servidora se fue a dormir, que había sido un día muy intenso y todavía quedaba mucho festival por delante, y Félix se quedó viendo conciertos, así que las impresiones del resto de shows de este primer día son suyas.
Sodom (Royal Theater – 01:15 – 02:15)
Félix siente devoción por este grupo de thrash metal de la vieja escuela, es uno de sus grupos favoritos y, según él, se salieron por todas partes. Aparte de tocar los temas clásicos del Agent Orange y del Persecution Mania, le llamó la atención que tocasen One step over the line y The Crippler del Tapping the Vein. Sus declaraciones: «Disfruté como un enano».
Mayan (Studio B – 02:15 – 03:00)
Previo paso por el jacuzzi y charla de rigor con algunos metaleros que llevaban un montón de ediciones asistiendo al festival, Félix se fue a ver el concierto de Mayan, un grupo holandés de death metal sinfónico, con Mark Jansen, de Epica, a la cabeza.
El concierto estuvo genial, tienen buena puesta en escena, ya que hay un montón de gente en el escenario (sin ir más lejos, hay dos cantantes masculinos y dos cantantes femeninas). Félix había estado haciendo los deberes de este grupo previamente y en directo no defraudaron.
The Black Dahlia Murder (Royal Theater – 03:00 – 03:45)
Descarga de potencia y de death metal técnico espectacular. Este grupo estadounidense, aparte de meter caña, son unos cachondos en el escenario y transmiten muy buen rollo, a la vez que son una apisonadora.
Una vez acabó este concierto, Félix no pudo evitar pasarse a por unos cachos de pizza en el Sorrento’s (¡es que eso de que esté abierto 24 horas es una tentación!) y ya se fue a dormir que, como veréis, al día siguiente tocaba madrugar.
Por cierto, a pesar de que nuestro camarote (el 3549, en el 3er piso) estaba súper cerca del Royal Theater (como a 30 segundos, en serio), estaba muy bien insonorizado y dormimos en general súper bien.
Día 2 – Viernes
Gloryhammer (Pool Deck Stage – 10:00 – 10:45)
El Día 2 comenzaba con fuerza, ya que a las 10 en punto de la mañana tocaban los escoceses Gloryhammer en el Pool Deck Stage, el escenario principal, que es al aire libre, así que estrenábamos escenario también. Nos fuimos recién levantados a verlos, sin desayunar ni nada.
Este era para nosotros uno de los grupos descubrimiento del festival. Cuando los confirmaron, Scott, nuestro compañero en esta aventura, que los tenía más calados que nosotros, los describió como «un grupito de power metal de superhéroes», lo cual, en principio, no prometía.
Sin embargo, curiosamente, al escucharlos tanto a Félix como a mí nos encantaron, a pesar de que hace muchos años que estamos totalmente desconectados de este estilo. Félix dice que le han hecho volver a creer en el power metal 😂
El concierto fue espectacular: sobre todo a nivel vocal es un concierto exigente, pero dan el callo totalmente y te dejan con la boca abierta. Son muy cachondos en el escenario, y es de esos grupos que se nota que se lo pasan bien tocando. Efectivamente van vestidos de superhéroes y hacen un poco el ganso durante el show.
El público, a pesar de ser la 10 de la mañana, estaba entregadísimo. De los temas que tocaron, yo soy especialmente fan de Victorious Eagle Warfare, Universe on Fire y Goblin King of the Darkstorm Galaxy.
Teníamos pensado ir a desayunar después del concierto, pero hubo un cambio de planes, y es que vimos que estaban montando el puesto de merchandising en la cubierta de la piscina y, como habíamos leído por todos lados que conseguir el merchan era un infierno y que las colas eran horriblemente largas y tal, decidimos unirnos a la cola relativamente pequeña que ya había formada antes incluso de que empezasen a vender el material y nos armamos de paciencia para chuparnos un buen rato de espera. Acabó siendo una hora más o menos, pero es un trámite que hay que pasar: a pesar de que el merchandising sea escandalosamente caro, ¿vas a irte hasta el Caribe a un festival y no te vas a llevar una camiseta aunque sea de recuerdo? Pues como que no. Y lo saben. Y se aprovechan. Es lo que hay.
A mí no había ningún grupo que me motivase especialmente a esas horas, pero a Félix aún le duele haberse perdido a Warbringer y a Bodyfarm. Por otra parte, en el Pool Deck Stage estaban tocando Raven y nos amenizaron un poco la espera.
Una vez hubimos hecho nuestras compras, fuimos a comer directamente al buffet, ya que estábamos todavía con el estómago vacío. Como ya comenté en el post sobre las 50 cosas que debes saber sobre el 70000 Tons of Metal, la comida buenísima y súper variada, ninguna queja.
Teníamos la intención de ir a ver a los rusos Arkona, con su especial estilo de pagan/folk metal, en el Pool Deck Stage a la 1 del mediodía, pero se puso a llover y se generó un retraso importante en ese escenario: es lo que tienen los escenarios al aire libre… Pues bien, ese retraso se arrastró a lo largo de tooooda la jornada, descolocando los planes de todo el mundo y sembrando el caos.
Total, que ya que no empezaba el concierto por la lluvia, decidimos pasarnos por el jacuzzi, con el «cocktail of the day» en la mano (es buena opción: cada día es un cóctel diferente y salen más baratos que cualquier otro cóctel).
Al final escuchamos que Arkona habían empezado a tocar, pero nos dio pereza salir porque estábamos muy a gusto. La verdad es que a Arkona los hemos visto muchas veces y en los últimos conciertos no nos habían entusiasmado mucho, básicamente porque tocan bastante de los últimos discos que, en nuestra opinión, no tienen nada que ver con los anteriores, que nos parecen mucho mejores y más divertidos para el directo. Total, que al final nos quedamos sin verlos, y a la vuelta tampoco pudimos pillarlos, así que, en fin, otra vez será, Arkona…
A continuación hicimos un poco de división, ya que yo me fui a Atención al cliente a reservar nuestro plan para el día siguiente en Labadee, y Félix se fue al siguiente concierto que le interesaba.
Pestilence (Royal Theater – 13:45 – 14:30)
Félix fue a ver este concierto de los holandeses Pestilence. Según su opinión, son muy buenos, hacen un death metal old school bastante técnico y está deseando volver a verlos en el Leyendas del Rock, en Villena (España), este verano.
Al terminar, nos volvimos a encontrar y, como teníamos un buen ratito hasta el siguiente concierto interesante, decidimos ir a una zona de la piscina que nos gustaba un montón: se trata de un trozo de piscina donde el agua cubre solo uno o dos palmos y donde las sillas están metidas directamente en el agua, así que puedes tener los piececillos a remojo, que se agradece un montón para descansarlos después de los plantones de los conciertos, sin necesidad de mojarte toda entera ni de llevar el bañador puesto. Os lo cuento no porque sea importante saber que fuimos a poner los pies a remojo 😂 , sino para daros ideas de cómo invertir ratos muertos de una forma más o menos provechosa, relajante y placentera al mismo tiempo.
Tristania (Royal Theater – 15:30 – 16:15)
Los noruegos Tristania, con su gothic metal, hicieron, en mi opinión, un muy buen concierto, con temas variados y de todas su épocas y discos.
Somos muy fans del cantante, ya que es también el cantante de Green Carnation, a quienes vimos en el festival Karmoygeddon en 2017 y nos hicieron un concierto impresionante, y a mí la verdad es que me flipan este tipo de voces graves. Pero Tristania, como sabréis, se caracteriza sobre todo por su voz femenina y, a pesar de no tener calada a esta cantante, la italiana Mariangela, que no es la de los inicios del grupo, nos gustó mucho como cantaba y tiene un buen vozarrón, aunque nos pareció un poco fría en el escenario, tal vez por el tipo de música que es…
Félix tuvo la suerte de haberlos visto anteriormente en el Rock Machina 2002 y en Wacken 2005 y, aunque este del 70000 Tons of Metal 2019 le pareció un buen concierto, echó en falta un poco más de oscuridad.
Coroner (Pool Deck Stage – 16:15 – 17:15)
Aunque la hora teórica de empezar de los maestros suizos del thrash metal técnico eran las 16:15, debido al retraso provocado por la lluvia empezaron más bien sobre las 17:30. De hecho, el descuadre de horarios causado por la lluvia hizo que Kalmah, Nile, Krisiun y God Dethroned fueran los grupos sacrificados de la jornada.
Este de Coroner era solo el segundo concierto que veíamos en el escenario principal, el Pool Deck Stage, ya que solo habíamos visto hasta ahora el de Gloryhammer a primera hora de la mañana, así que había ganas de volver a catarlo.
Coroner es un grupo que nos gusta mucho (incluso a mí, que no soy muy amiga del thrash metal, me parece un grupazo) y desde su reunión ya hemos hecho algunos kilómetros para poder verlos, como cuando fuimos al Vagos 2012 en Portugal o al Rockfest 2016 en Barcelona; es que es un grupo que no se prodiga demasiado por España.
La verdad es que el show que dieron a bordo del Independence of the Seas fue un conciertazo, el sonido fue buenísimo y es que tienen mucha clase. Además fue un gustazo poder verlos de tan cerquita y prácticamente «en familia». La últimas canciones decidimos subir a la cubierta superior, desde la que puedes ver el escenario como si estuvieses en un palco, y la verdad es que fue un momento bastante mágico con el atardecer, el océano de fondo, navegando a toda pastilla y viendo un conciertón.
Ensiferum (Royal Theater – 18:45 – 19:45)
Probablemente el mejor concierto del festival, así, tal cual os lo digo. Y esto fue así por diversos motivos: por el setlist, por la buena forma en la que se encuentra la banda, por el feeling, por la energía… Por todo. Fue el concierto perfecto.
Quienes hayan visto ya a los finlandeses sabrán que en directo meten mucha fiesta, generan buen rollo y se nota la buena sintonía que hay también dentro de la banda, son unos cachondos y… ¡es que son muy buenos! Están en un momento espectacular de su carrera: si os gusta el folk metal, es para no perderse un concierto suyo por nada del mundo, en serio.
Y, ¿qué decir del setlist? ¡Todo temazos! Como, por ejemplo, Token of time, Burning leaves, Wanderer, One More Magic Potion o Two of Spades. ¡Ah! Y para despedirse, tocaron el Sweet Child of Mine… De hecho Markos, el guitarrista, se marcó el ultrarreconocible riff del principio tocándolo por detrás de la cabeza 😂
A continuación nos fuimos a cenar de nuevo al comedor formal y yo opté por irme a descansar un poco, ducharme, arreglarme y tal mientras Félix se iba al siguiente concierto.
Obituary (Royal Theater – 20:45 – 21:45)
Según Félix, el concierto de estos clásicos del death metal fue la bomba. Los ha visto en directo muchas veces, pero las últimas han sido en festival y con bastantes discos nuevos a las espaldas, lo cual hace que en un repertorio corto de festival no tengan tiempo de tocar todos los temas clásicos que a los fans les gustaría.
Sin embargo, en este concierto, el repertorio fue clásico a más no poder. Obituary jugaban más o menos en casa, ya que son de Florida, y eso se nota. En este concierto es donde más a fondo se tuvieron que emplear los seguratas, ya que la gente no paraba de volar y de zurrarse en el moshpit.
La primera parte del concierto la vieron Félix, Scott y Mariajo desde abajo, pero la segunda se fueron a los palcos del primer anillo de asientos y les faltaban ojos para admirar semejante carnicería. Conciertazo.
Eluveitie (Pool Deck Stage – 21:45 – 23:00)
De nuevo, los retrasos de la piscina lo desbarataron todo, y Eluveitie empezaron casi a las 23:00.
Este grupo suizo de folk/death metal melódico iban de cabezas de cartel de este día, y no me extraña, porque están a un nivelazo.
Es un grupo que nos encanta y que hemos visto muchas veces en muchos países diferentes, y la verdad es que en la última época con la formación anterior, cuando las cosas no marchaban muy bien entre varios de los miembros del grupo, se notaba que no estaban a gusto en el escenario, y además Chrigel tampoco estaba demasiado bien de la voz, así que en esa época sus conciertos no eran todo lo que cabía esperar y, sinceramente, pensaba que estábamos asistiendo en directo a la muerte de un gran grupo.
Sin embargo, no podía estar más equivocada: los redescubrimos con la nueva formación en el festival Karmoygeddon de 2017, en Noruega, y comprobamos que no solo la nueva formación funcionaba a la perfección musical y vocalmente, sino que se les notaba mucho más a gusto entre sí. Desde entonces, todos los integrantes de la banda están a un buenísimo nivel, incluidos e incluso especialmente Chrigel y Fabi, la nueva cantante.
Este fue uno de los conciertos especiales del 70000 Tons of Metal 2019, ya que era presentación en exclusiva de varios temas nuevos de su último trabajo Ategnatos, cuya fecha de salida es el 5 de abril de este año. Los 6 temas que tocaron sonaban muy, muy bien, así que hay bastantes ganas de escuchar todo este nuevo material.
Aparte de los temas nuevos, hicieron un recorrido por toda su discografía, incidiendo especialmente en su disco Everything remains as it never was, del que tocaron 3 temas (Kingdom Come Undone, Quoth the raven y Nil), así como otros temas del resto de sus discos, como Havoc, Omnos, King y, por supuesto, Inis Mona. Conciertazo como la copa de un pino de este grupo que tanto me gusta… ¡y cómo me alegro de que hayan resurgido, como un ave fénix, de sus cenizas!
Rage & The Lingua Mortis Orchestra (Royal Theater – 23:00 – 00:15)
Rage es un grupo alemán clásico de heavy/speed metal. Si bien es un grupo que escuchamos bastante en nuestra juventud, les teníamos perdida la pista desde hace un montón de años, más o menos desde que sacaron el Unity. Aunque los temas antiguos de su discografía molan, también brillan por su ausencia en el repertorio actual que lleva la banda, ya que difícilmente podría Peavy, el cantante, hacerles justicia a día de hoy.
Cuando acabó Eluveitie nos daba tiempo a ver los últimos temas de este concierto, así que fuimos a sentarnos ahí un rato y a ver qué tal. Como venían con la orquesta pensamos que podía ser un concierto chulo. Error. Tostón. Sinceramente, casi nos dormimos y nos pareció algo muy insulso. Cuestión de gustos, por supuesto, pero esta es nuestra opinión. No todo van a ser flores, ¿no?
Paradise Lost (Pool Deck Stage – 23:45 – 00:45)
Seguimos arrastrando el retraso en este escenario, así que calculamos que empezarían en realidad sobre las 00:45.
Sabemos que los ingleses Paradise Lost son un grupo de culto con una amplia discografía y una evolución musical muy grande.
Nuestra opinión previa era que en directo últimamente era un grupo bastante venido a menos, pero habíamos investigado cuáles habían sido sus últimos setlists y vimos que habían recuperado bastante tema guapo y viejo.
Total, que esto nos dio esperanza y nos hicimos ilusiones para este concierto, así que teníamos las expectativas bastante altas, pero lamentablemente he de decir que no se cumplieron.
Me pareció que en directo transmiten más bien poco y el setlist no fue tampoco lo que esperaba, así que a pesar de ser un concierto correcto, nos quedamos un poco decepcionados.
In Vain (Star Lounge – 01: 45 – 02:30)
Los noruegos In Vain, junto con Gloryhammer, fueron el gran descubrimiento de este festival… ¡y eso que no tienen nada que ver el uno con el otro!, ya que Gloryhammer son power metal puro e In Vain hacen un death/black metal progresivo guapísimo.
Una de las cosas buenas del retraso en el Pool Deck Stage fue que Félix no iba a poder ver a In Vain en la ida porque coincidían con Napalm Death e In Vain tocaban en el «escenario malo», así que para él ganaban Napalm, pero al final sí que pudimos verlos juntos.
Bueno, «verlos» es mucho decir, fue más bien oírlos, porque lo del Star Lounge no tiene nombre. Estuvimos sentados en los sofás de un lateral y yo veía de vez en cuando al bajista y a uno de los dos cantantes. Poco más.
Aun así, sonaron súper potentes, súper limpios y con muchas ganas de tocar y demostrar lo buenos que son, porque lo saben perfectamente.
Nos declaramos muy fans de esta gente, menuda pasada de concierto intuimos, pero esta es la magia del 70000 Tons of Metal: sabíamos que tendríamos nuestra oportunidad a la vuelta en un escenario mejor.
Una vez finalizado este concierto, yo me fui a dormir y Félix se quedó un rato más porque no se podía perder el siguiente concierto.
Napalm Death (Pool Deck Stage – 01:30 – 02:30)
De nuevo, con el retraso, empezaron como una hora más tarde de lo previsto, como a las 02:30).
Según Félix, tal como llegó, lo primero que hizo fue meterse en el foso de prensa a sacar unas fotos y empezó a sonar Breed to Breath, y bastante hizo con contenerse y no tirarse directamente al público, él y cámaras.
Los británicos Napalm Death son siempre muy divertidos, muy cañeros, muy grind y muy punk. En resumen, muy auténticos. Es imposible no querer a Barney, el cantante, en directo. Una pasada de concierto.
Muy a su pesar Félix decidió irse a dormir, aunque el siguiente grupo interesante era Ne Obliviscaris, que nos encantan, pero con el retraso y todo empezarían sobre las 4 de la mañana, así que decidió, al igual que yo, que ya los vería a la vuelta.
Día 3 – Sábado
Llegó ya el Día 3, el día que llegábamos a Labadee, nuestro destino. Desayunamos los 4 juntos en el buffet Windjammer.
El Independence of the Seas llega pronto por la mañana al destino, a eso de las 8, aunque nosotros bajamos sobre las 10. El barco está atracado en el muelle y tú puedes desembarcar y embarcar cuando quieras a lo largo del día.
Como ya expliqué en el post sobre las 50 cosas que debes saber sobre el 70000 Tons of Metal, podéis pillar una toalla de camino a la salida del barco y devolverla al regresar después de haber pasado el día fuera. También es importante acordarse de llevar con vosotr@s la reserva de la/s actividad/es que hayáis contratado para hacer en el destino, si es que habéis contratado alguna.
Haití se encuentra en las Antillas o Islas del mar Caribe, y se trata de un país que «comparte isla» con otro país, República Dominicana. Esta isla en su conjunto se denomina «La Española», dato curioso del que no tenía ni idea.
Haití, por desgracia, tiene la economía más pobre de todo el continente americano, y en el actualidad se encuentra en una situación realmente difícil a nivel político y social, a pesar de que poco o nada veamos sobre este tema en las noticias (allí, por desgracia, no tienen petróleo, como en Venezuela). Pero no voy a entrar en el tema político, que este es un blog de viajes. Simplemente, como reflexión, fue bastante extraño estar allí en un resort disfrutando sabiendo que a pocos kilómetros, más allá de los límites del resort privado, había gente pasándolo muy mal. Obviamente, nosotros de toda esta situación negativa no vimos nada en Labadee.
Labadee, por otra parte, es un resort privado propiedad de la naviera Royal Caribbean, desde donde se puedes realizar multitud de actividades (excursiones en yate/kayak/moto de agua, tirolina, montaña rusa, tobogán acuático, etc.) o reservar diferentes servicios: nosotros optamos por reservar una cama balinesa en la playa para los 4 para poder descansar.
Una vez bajas del barco, llegas en seguida al punto de información donde, si tenéis algo reservado, deberéis entregar vuestra reserva y os informarán de cómo funciona vuestra actividad. En nuestro caso, como las camas balinesas están todas colocadas en una playa aparte, nos embarcaron directamente en una especie de carrito de golf y nos transportaron a dicha playa, llamada Adrenaline Beach.
Como nuestro objetivo era descansar y recuperar fuerzas para seguir dándolo todo en los dos días que quedaban de festival, nuestras actividades fueron muuuuuy de relax: una vez llegamos a nuestra cama balinesa, dejamos los trastos, pillamos las colchonetas de playa, nos metimos en el agua y fuimos nadando hasta el bar flotante que había en la playa para pedirnos unos cócteles (que se pagan con el Sea Pass). Alrededor del bar flotante había unas sombrillas como de paja clavadas dentro del mar con unos taburetes de piedra donde podías sentarte dentro del agua a tomarte tu cóctel. Nos dedicamos a disfrutar de este momentazo un buen rato y, cuando nos cansamos, nos fuimos a la cama balinesa a dormir y a descansar.
Una buena noticia: ¡la comida está también incluida! Bajo una estructura con techadito había un buffet libre tipo barbacoa, bastante básico, pero aceptable.
Después de la comida, volvimos a la playa, volvimos a ir al bar flotante a por unos cócteles más y descansamos un rato más en la cama. Después, antes de volver ya para el barco, fuimos al pequeño mercado artesanal que hay junto al comedor y dimos una vuelta en busca de souvenirs (estos sí que se pagan con dinero en efectivo, con dólares, de hecho). Una vez estuvo todo visto, volvimos a pillar un carrito de esos de golf para que nos llevasen de nuevo al barco y subimos ya a bordo, tal vez a eso de las 15:30. Recordad que a las 16:30 tiene que estar todo el mundo a bordo, y que el barco no espera a nadie: «Don’t miss the boat!» es una frase muy repetida entre los asistentes.
Una vez estuvimos a bordo, fuimos al camarote a dejar trastos y nos fuimos directamente al jacuzzi, al más puro estilo «de oca en oca y me meto a remojo porque me toca», para esperar a que empezasen de nuevo los conciertos.
Esta segunda ronda de conciertos la encaramos con mucha menos presión. Te das cuenta de que, básicamente, el festival vuelve a empezar, lo cual es muy duro y maravilloso a la vez. Sabes que hay grupos que tienes que ver sí o sí porque te los perdiste a la ida, y otros que quieres repetir porque se salen, pero en general para nosotros fue una experiencia mucho más relajada que la ida.
Delain (Pool Deck Stage – 17:00 – 17:45)
A pesar de que nos habían gustado mucho a la ida, decidimos simplemente escucharlos de fondo mientras disfrutábamos de una parte del barco a la que no habíamos podido prestarle demasiada atención todavía. Justo en la parte de atrás del escenario de la piscina hay toda una zona de ocio que nos dedicamos a explorar: hay un par de jacuzzis más que también catamos, un simulador de surf que nuestro amigo Scott quiso probar y la verdad es que no se le dio nada mal, hay toboganes acuáticos cañeros cuyo recorrido sobresale del barco y te deslizas por encima del mar, hamacas súper cómodas donde poder relajarte un rato, etc.
Estuvo bien poder disfrutar de todos esos extras que ofrece el barco aparte de los conciertos, aunque solo fuese un ratito, porque al fin y al cabo, nosotros vamos a lo que vamos: a ver cuantos más grupos mejor.
Tyr (Royal Theater – 17:45 – 18:30)
Como el concierto de la ida no había sido demasiado espectacular y Tyr es un grupo que nos gusta mucho, decidimos volver a verlos para ver qué tal.
E hicimos bien, porque este concierto fue mucho mejor en todos los sentidos: el sonido fue bueno, Heri estaba mejor de la voz y el setlist estuvo genial. Tanto que sucedió algo que nunca pensé que sucedería. Os explico: en su disco Valkyrja hay una balada preciosa llamada The lay of our love, que es un dueto entre Heri, el cantante de Tyr, y Liv Kristine, la ex-cantante de Theater of Tragedy y Leave’s Eyes, de la cual somos muy fans. Pues bueno, si bien Liv Kristine no estaba a bordo, sí que estaba la novia de Heri,
Viktorie Surmøvá, que también es cantante… ¡y subió al escenario a cantar The lay of our love con Heri! ¡OOOhhhh! ¡¡¡Momentazooooo!!! La verdad es que me hizo muy feliz poder vivir en directo este tema que tanto me gusta y que nunca pensé que oiría en un concierto ❤️
De este concierto nos fuimos con mucho mejor sabor de boca, y lo disfrutamos mucho más, ya que estábamos sentaditos cómodamente en la primera fila de butacas y pudimos ver y escuchar el show perfectamente y apreciar todos los detalles.
A continuación yo entré en modo marmota y decidí que quería ducha y siesta, y Félix optó por ducha y seguir de conciertos, así que hubo de nuevo separación.
Exmortus (Start Lounge – 19:30 – 20:15)
Como veis, era en el Star Lounge, que es una caca, y además la sala estaba a reventar, así que según Félix, no pudo ni verles la cara.
Dice que sonaron muy bien y que estos americanos, con su sonido thrash/death, son muy buenos. Se quedó con ganas de volverlos a ver y poder disfrutar del concierto en unas condiciones mejores.
Sodom (Pool Deck Stage – 20:15 – 21:15)
Según Félix, si el concierto de Sodom de la ida fue buenísimo, el de la vuelta fue superior. Solo repitieron 1 tema y sacaron un repertorio con canciones muy antiguas. No siempre en un concierto de Sodom se pueden oír temas como Blasphemer, Witching Metal u Obsessed by cruelty, aparte de otros clásicos y más temas de su época intermedia.
Según él, fue un placer disfrutar de este concierto con Scott, porque es un grupo con el que han crecido juntos y que les ha gustado mucho desde la primera vez que los vieron en Wacken en 2001.
Mientras tanto, Mariajo y yo nos dedicamos a oírlos de fondo descansado en unas tumbonas en la cubierta superior, disfrutando de la brisa, la noche estrellada, etc., cosa que recomiendo hacer cuando toca un grupo que no te interesa especialmente en el escenario de la piscina.
A continuación, fuimos los cuatro a disfrutar de la última cena en el comedor formal, ya que teníamos claro que al día siguiente no íbamos a poder ir, ya que estaba el horario muy ajustado. Scott se vino arriba y pidió una botella de vino. Error. Carísima y malísima, pero hubo risas aseguradas 🤣 .
Napalm Death (Royal Theater – 23:30 – 00:30)
Los Napalm cambiaron el repertorio totalmente. Barney dijo literalmente: «Two different setlists is only fucking fair», y tiene toda la razón. Y otra cosa que dijo cuando la máquina de humo empezó a sacar humo por todo el escenario fue: «No smoke, please! We are not a fucking goth band!». Hubo buenas risas. Estaba sembrao el colega 😂
En cuanto al concierto, que este yo sí que lo puedo ver, pues muy locos, como siempre; la verdad es que el show fue buenísimo, con temas como Practice what you preach, Greed killing o Suffer the children.
Sin embargo, vimos solo más o menos la mitad y fuimos a ver el final de Svartsot (es lo que tienen los solapamientos)
Svartsot (Studio B – 23:45 – 00:30)
Como os decía, llegamos ya con el concierto un poco empezado. Los temas que vimos fueron prácticamente todos del último disco y nos pareció un poco aburrido… La verdad es que tuvimos mala suerte.
Yo me fui ya a dormir cuando quedaban un par de canciones para terminar y según Félix, que se quedó, esas dos fueron las buenas. En fin, algún día espero poder verlos en mejores condiciones y poder disfrutar más de su concierto.
Total, que yo me fui a dormir (es imposible estar 4 días al 100%, y este día yo flojeé, es lo que hay), y Félix empezó lo que él llama un «toca y vete» de varios grupos, un ir picoteando un par de temas por aquí y un par de temas por allá en diferentes conciertos, hasta que empezasen The Black Dahlia Murder que eran los que de verdad quería ver.
Así en plan rápido, los grupos que fue «picoteando» fueron:
- Bodyfarm (Star Lounge – 00:30 – 01:15): Death metal clásico holandés, Félix tenía ganas de verlos porque a la ida no puedo pillarlos, y sonaron genial, pero el Star Lounge en un horror de sala.
- Tiamat (Pool Deck Stage – 00:30 – 01:30): Llegó para ver la segunda parte del concierto. Como el concierto de la ida le dejó buen sabor de boca decidió volver a verlos y muy bien: rockeros, oscuros y era concierto especial del álbum Wildhoney.
- Coroner (Royal Theater – 01:30 – 02:15): Vio 4 temas de Coroner con muy buen sonido y saliéndose por todas partes. Una vez escuchó el tema D.O.A. se dio por satisfecho y se fue para el siguiente concierto.
- Heidevolk (Studio B – 01:30 – 02:15): Pudo ver la segunda mitad del concierto. Muy buen rollo en directo, todo himnos vikingos que incitan a beber birra, hasta el punto de que dedicó una canción a los camareros porque sin ellos nadie bebería birra. Muy majos, con ganas de volverlos a ver.
The Black Dahlia Murder (Pool Deck Stage – 02:15 – 03:00)
Como ya dijo sobre el concierto de la ida, a Félix le parece que este grupo en directo es demoledor.
Salieron todos los miembros del grupo a tocar con camisas hawaianas para la ocasión y con la misma actitud cañera de siempre. Fueron alternando temas del Nightbringers con temas clásicos de toda su discografía: Miasma, Malenchantments of the Necrosphere, I will return o Everything went Black, entre otros temazos. Piensa que fue un conciertazo y le flipa este grupo en directo.
Después de este último trallazo, Félix se fue a dormir también; le hubiese gustado quedarse a ver a Mors Principium Est, pero empezaban a las 03:45 y era machacarse demasiado.
Día 4 – Domingo
Y con la tontería había llegado ya el último día, el llamado Super Metal Sunday, que es el día en el que se concentran más actividades y eventos adicionales, entre los que destaca el hecho de que es el día que todo el mundo se disfraza.
También fue el día que pudimos dormir hasta más tarde. Fuimos a desayunar los 4 juntos, ya disfrazados de los ladrones de La casa de papel, a eso de las 10. He de decir que a esas horas no había casi nadie disfrazado todavía y que fue un poco decepcionante, ya que éramos unos de los pocos frikis que se habían puesto los disfraces desde por la mañana.
Esta mañana nos la tomamos con muchísima calma: fuimos al jacuzzi y después nos pasamos a la piscina principal, donde hay una barra y taburetes de hormigón dentro del agua para tomarte tu cóctel tranquilamente mientras estás a remojo, así que eso es lo que hicimos: pedirnos un «cocktail of the day» y meternos en la piscina a disfrutar del solete y, muy importante, para pillar un buen sitio para el Belly Flop Contest, es decir, el concurso de panzadas en la piscina, que tenía lugar a las 12:15.
La verdad es que el concurso es muy divertido, participan un montón de personas, con cuantas más lorzas mejor, y Félix no se pudo resistir a participar también, jajaja. Hay algunos de los participantes que van disfrazados, o que montan un pequeño show antes de hacer su exhibición. Además, al ganador se le entrega el cinturón de campeón con toda una ceremonia y la correspondiente ducha con champán. Es un evento al que le gusta asistir a mucha gente, ya sea en la propia piscina, donde estábamos nosotros, ya que pillamos sitio con mucha antelación y acabamos estando en una zona súper privilegiada para verlo todo bien, o bien en la cubierta de la piscina o en las cubiertas superiores, asomados a las barandillas, como si de un palco se tratase. Recomendación: si queréis verlo bien y sin morir de calor, id pronto como nosotros y pillad sitio en la piscina, que es pequeña y no hay mucho sitio disponible; de este modo nosotros lo vimos todo súper de cerca, sin gente delante y fresquitos a remojo.
Hay un jurado que va dando puntuaciones a cada salto, y está compuesto por miembros de diferentes bandas que tocan a bordo.
Como os he dicho, Félix participó e hizo un papel muy digno: obtuvo buenas puntuaciones (¡la cantante de Visions of Atlantis le dio un 10!) pero había mucho profesional entre los participantes y no pudo hacerse con la victoria.
Una vez terminó el concurso a las 13:15, fuimos caminando por la cubierta y vimos la oportunidad de hacer algo que teníamos pendiente todavía: ver un concierto desde dentro uno de los jacuzzis que hay tanto en frente como en el lateral del Pool Deck Stage. En el de en frente, que es el que más mola, es prácticamente imposible meterse, siempre está llenísimo, pero en uno de los laterales vimos que había un huequito, así que no nos lo pensamos y allí que nos metimos. El concierto que empezaba entonces era el de Riot V, que en principio no teníamos pensado ver especialmente, aunque ya los habíamos visto en el Leyendas del Rock 2018 y estuvo bastante bien, pero lo acabamos viendo un buen rato de rebote por el hecho de hacerlo desde el jacuzzi, y la verdad es que fue un lujazo.
Ne Obliviscaris (Studio B – 14:00 – 14:45)
Para quien no conozca a este supergrupo australiano de metal progresivo extremo os lo voy a resumir de una manera muy simple: tiempo de concierto de 45 minutos, repertorio de 3 canciones.
Es un grupo que nos encanta y que es relativamente difícil de ver, aunque nosotros hemos tenido la suerte de asistir ya a varios de sus conciertos, si bien a la ida nos los tuvimos que perder porque tocaban súper tarde, y eso nos picó e hizo que tuviésemos todavía más ganas de verlos a la vuelta.
Son buenísimos y muy técnicos, son diferentes, meten caña, llevan dos cantantes masculinos (uno con voz limpia y uno con voz gutural), uno de ellos toca además el violín y suenan de escándalo en directo, así que este, como todos los otros que hemos presenciado, fue un conciertón. Por cierto, por lo que estoy viendo en Internet, en este concierto tocaron básicamente el álbum Citadel entero: Painters of the Storm Partes I, II y II, Pyrrhic y Devour me, Colossus Parte I. Una maravilla.
Por desgracia, este concierto coincidía con el All Starts Jam, una jam session en la que se juntan miembros de diferentes grupos de los que tocan a bordo para formar un supergrupo y tocar clásicos de metal, como el We’re not gonna take it o el Holy Diver. Una lástima, porque nos hubiese gustado verlo un rato, pero es lo que hay: para nosotros Ne Obliviscaris gana claramente a jam session.
Después de esto nos fuimos a comer y yo a continuación me pegué una siesta como una campeona y no volví a aparecer hasta las 19:15 para ver a Gloryhammer 😂 Félix sí que siguió viendo conciertos.
Obituary (Pool Deck Stage 16:30 – 17:30)
Según Félix, conciertazo. Tocaron temas como Threatening skies, By the Light o el mix que hacen de Chopped in Half y Turned Inside Out. Abrieron también con Redneck Stomp, que no la tocaron en la ida y es el tema con el que suelen abrir los conciertos, y tocaron también algunos temas más nuevos junto con algunos clásicos más. Para él, este concierto, el último que vio en el Pool Deck Stage de día, fue de lo mejor del festival.
Nile (Studio B – 18:30 – 19:30)
Félix afirma que este concierto fue un desastre. Se los había perdido a la ida por el retraso ocasionado por la lluvia y les tenía muchas ganas.
Por problemas técnicos empezaron tarde y mal. En ningún momento llegaron a sonar bien, aquello era una pelota de sonido y se notaba que no estaban a gusto. Una de las decepciones del festival.
Gloryhammer (Star Lounge – 19:15 – 20:00)
Como en varios de los conciertos en el Star Lounge, optamos por simplemente oírlos en lugar de tener que pelear por la primera fila para poder verlos. Al menos estuvimos cómodamente sentados en un sofá, lo que también se agradece.
La sala se les quedó muy pequeña, estaba completamente al reventón, y a esas horas los disfraces estaban ya en pleno apogeo: Pikachus, superhéroes, princesas Disney y soldados imperiales por doquier. De hecho, a la gente se les veía con muchas ganas de fiesta, pero nosotros íbamos ya en plan más tranquilo, tanto por el cansancio acumulado como porque sabíamos que al día siguiente teníamos bastante traca, ya que había que alquilar el coche y conducir hasta Orlando.
Gloryhammer cambiaron bastante el repertorio con respecto a la ida y nos deleitaron con temas como Legend of the Astral Hammer, Magic Dragon, Unicorn invasion of Dundee o Questlords of Inverness Ride to the Galactic Fortress.
Es una auténtica lástima que no les diesen a la vuelta el Studio B o el Royal Theater, porque la hubiesen petado, pero bueno, este año nosotros tendremos la oportunidad de volver a verlos tanto en Graspop como en el Leyendas del Rock.
Ensiferum (Pool Deck Stage – 20:00 – 21:00)
Ensiferum se volvieron a salir, además cambiando el repertorio al 100%, no repitieron ni un tema. Me encanta.
En esta ocasión tocaron temazos como Lai Lai Hei, Warrior without a War, Treacherous Gods o Twilight Tavern. Fue otra lección de folk metal, de buen rollo y de buena forma física por parte de los finlandeses.
La versión de este concierto tampoco dejó indiferente a nadie, ya que fue I’ve been looking for freedom, de David Hasselhoff. Fue todo un fiestón con todo el mundo disfrazado 😂
No os mentimos si decimos que creemos que Ensiferum están en unos de los mejores momentos de su carrera.
Una vez terminó este concierto, fuimos a cenar algo rápido al buffet del Windjammer, ya que no nos daba tiempo a cenar en el comedor formal.
Además, pasamos también por el camarote para dejar las maletas grandes fuera, en el pasillo, para que las recogiesen y las desembarcasen al día siguiente, y nos quedamos solo con las maletitas de mano con los artículos de aseo, el pijama y una muda para el día siguiente. Todo este tema lo tenéis explicado con más detalle en el post anterior, 70000 Tons of Metal – 50 cosas que debes saber.
In Vain (Studio B – 21:45- 22:30)
Por fin pudimos ver a In Vain como toca, y la verdad es que era uno de los momentos más esperados del festival para nosotros. Os aseguro que no decepcionaron.
Los vimos muy bien, sentaditos de cerca y disfrutando del show. A estas alturas del festival nos lo tomábamos ya todo con mucha calma y nos dedicamos a degustarlos totalmente.
Por supuesto, tocaron temazos como Against the Grain o Seekers of the Truth, y no veas cómo sonaron, qué buenos son y qué pedazo de actitud tiene esta gente. Un auténtico placer de concierto, en serio. Estamos deseando tener la oportunidad de volverlos a ver, porque nos quedamos con ganas de más, pero la verdad es que es un grupo que se prodiga bastante poco por ahí y no suelen tocar demasiado en festivales.
Eluveitie (Royal Theater – 22:45 – 00:00)
Después del recital que dieron en el Pool Deck Stage a la ida, estábamos deseando volverlos a ver, ahora en interior.
Variaron bastante el setlist con respecto a la ida también, ya que el primer concierto que dieron en el festival era especial de presentación de su nuevo disco Ategnatos, todas esas canciones del último disco que no tocaron en este segundo concierto a bordo se tradujeron en temas más clásicos, como Alesia, Call of the Mountains, A Rose for Epona, Helvetios o Thousandfold. Conciertazo.
Eluveitie son otra banda de folk que están en muy buena forma y en muy buen momento.
Y, como Cenicienta, nos fuimos a dormir al terminar este concierto a eso de las 12 de la noche porque la verdad es que el festival es largo y duro y no podíamos ya con nuestra alma. Este día hubo varios grupos «sacrificados» por distintos motivos, como Kalmah, Arkona, Krisiun, Cyhra, Vomitory o la actuación de los hermanos Cavalera con Roots.
Día 5 – Lunes
Por desgracia, todo llega a su fin, y el lunes bien prontito por la mañana toca abandonar el barco. Se te asigna una franja horaria para el desembarque, pero independientemente de esta hora, a las 8:30 de la mañana hay que haber abandonado el camarote.
El desayuno de este Día 5 está incluido, así que vale la pena aprovecharlo. Nosotros fuimos como siempre al buffet del Windjammer ya con nuestras maletas de mano para desembarcar después de desayunar.
Una vez sales del barco y pasas a la terminal, hay que buscar las maletas grandes en la zona que se te ha asignado y, en nuestro caso, como habíamos reservado el bus organizado para la vuelta, solo tuvimos que salir de la terminal, subirnos al bus que nos llevaría al aeropuerto de Fort Lauderdale, donde recogíamos nuestro coche alquilado, y listo.
Como ya dije en el post anterior, el proceso de desembarque es muy fácil y muy fluido y la verdad es que estos americanos son muy eficientes cuando quieren.
Iba a decir que hasta aquí había llegado este post, pero, por supuesto, no podemos terminar un post así sin daros un dato totalmente subjetivo más: ¡nuestro Top 5 de conciertos!
Nuestro Top 5 del 70000 Tons of Metal 2019
Si habéis leído algún post más sobre festivales de los que tengo publicados en el blog, sabréis que somos muy de hacer un Top 5 o un Top loquesea de los festivales. Además tenemos uno cada uno y, aunque solemos coincidir en varios de los conciertos, siempre salen listados diferentes. ¡Ahí va nuestro Top 5 del 70000 Tons of Metal 2019!
Top 5 de Félix
- Ensiferum (ida)
- Sodom (vuelta)
- Obituary (ida)
- Gloryhammer (vuelta)
- Coroner (ida)
Top 5 de Débora
- Ensiferum (ida)
- Eluveitie (ida)
- Gloryhammer (ida)
- In Vain (vuelta)
- Ne Obliviscaris (vuelta)
Por último, os dejo aquí el vídeo que he editado sobre nuestra experiencia en el 70000 Tons of Metal 2019, que espero que os guste:
Y ahora sí que sí, hasta aquí nuestro diario de a bordo sobre el 70000 Tons of Metal 2019, con todas nuestras experiencias, impresiones, opiniones y anécdotas. En este post he querido reflejar cómo es la vida a bordo (maravillosa, pero dura y estresante al mismo tiempo), los horarios de locos, las diferentes opciones de restauración, la necesidad de hacer siestas o descansar de alguna otra manera a medida que avanza el festival para no morir en el intento y, por supuesto, repasar los conciertos que vimos y daros nuestra opinión, totalmente subjetiva, sobre ellos. Mi intención es que os hayáis podido transportar por un momento en el espacio y en el tiempo al 70000 Tons of Metal 2019 para vivir esta experiencia con nosotros.
Una experiencia, por cierto, que espero poder repetir algún día en el futuro y que espero haberos animado a vivir por vosotr@s mism@s también. Es difícil y es caro, pero NO es imposible, y en este post tenéis la prueba. ¿Algún marinero se anima? ¿Nos veremos a bordo con un «cocktail of the day» bien fresquito en la mano? Si es así, ¡buscadme en el jacuzzi! 😎
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RESPONSABLE: Débora Mascaró Rojas. FINALIDAD: gestionar el envío de boletines por correo electrónico con información gratuita y sin publicidad, relacionada con los temas que se tratan en mi blog www.travellinglavidaloca.com. LEGITIMACIÓN: la legitimación es gracias a tu consentimiento. DESTINATARIOS: se comunicarán datos a MailChimp para gestionar las suscripciones a la lista de correo como plataforma de envío de boletines por correo electrónico. DERECHOS: podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación o supresión de tus datos. +info
4 Comments
Jorge
Corrección zarpa de fort Lauderdale Florida.Recuerdo haberlos visto en el comedor con sus disfraces de la casa de papel. Nos vemos en 2020. Buen post, felicitaciones.
Saludos!
Pd: soy treinta treinta en el grupo de fb
Débora
Hola, Jorge! Muchas gracias por pasarte a comentar. Toda la razón sobre la corrección que has hecho, ya lo he actualizado en el post 🙂 Me alegro de que te haya gustado, y qué guay que nos vieses el Super Metal Sunday disfrazados, jajaja! No pasábamos desapercibidos 🙂 Saludos metaleros!
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