Budapest,  Europa,  Hungría

50 + 10 cosas que hacer en Budapest – MEGA GUÍA

¡Hola, viajer@s!

Hoy vengo a contaros nuestra experiencia en Budapest en forma de gran lista de cosas que hacer: 50 cosas que hicimos más 10 que se nos quedaron pendientes.

Budapest fue nuestra última escapada: era una ciudad que teníamos pendiente y había muchas ganas de visitarla, ya que tooooodo el mundo habla siempre maravillas de la llamada «joya del Danubio».

Como es habitual en nuestros viajes, nuestro destino siempre suele ir unido a alguna «excusa», que suele ser un festival de música o un concierto, pero desde que estamos tan metidos en el mundo de las craft beers o cervezas artesanales, tenemos excusa nueva: ¡festival de cerveza! Este ya fue el motivo de nuestra visita a Lloret de Mar y demás pueblos de esa zona de Girona, debido a la celebración del festival Birrasana, y también fue el caso de nuestra visita a Budapest, ya que en esta ciudad se celebraba por primera vez el festival Budapest Beer Week, del que os hablará largo y tendido Félix en otro post. Total, que vimos que se celebraba este evento tan top en una ciudad tan top y todavía desconocida para nosotros y no nos pudimos resistir… ¡para allá que nos fuimos!

Nosotros la visitamos a finales de mayo y nos hizo un tiempo estupendo (¡más calor que en España durante esa semana!), y con respecto al número de días que estuvimos, como nuestro vuelo llegó el lunes 21 de madrugada y salía el domingo 27 prontísimo por la mañana, podemos decir que nos apañamos para hacer estas 50 cosas de las que os voy a hablar en 5 días completos, de martes a sábado.

No me canso de mirarlo...
No me canso de mirarlo…

Budapest, la joya del Danubio

La capital de Hungría es, sin duda, una ciudad preciosa, con un aspecto elegante e imperial, pero también ruinoso y decadente, y es esa mezcla la que la convierte en un lugar tan especial. Budapest tiene una historia apasionante, pero a la vez bastante triste y sangrienta, una historia que es completamente palpable en la ciudad y de la que os hablarán con gran detalle en todos los tours por Budapest que hagáis (actividades que recomiendo encarecidamente, como explicaré más adelante).

Como probablemente sepáis, Hungría formó parte del gran Imperio austrohúngaro, pero es la historia más reciente la que me parece realmente apasionante; esta se puede resumir en 1 año de ocupación nazi durante la II Guerra Mundial seguido de casi 50 años de régimen comunista, salpicado por diferentes revueltas, y que finalmente desembocó en una jovencísima III República, que dio lugar a las primeras elecciones libres en 1990. ¡Casi nada! Para que os hagáis una idea, el último prisionero de guerra húngaro volvió de Rusia a casa en 2001. ¡De eso hace dos telediarios!

Pues bien, todas estas huellas, estas heridas, se pueden ver en la ciudad a día de hoy en forma de impactantes monumentos de todo tipo, museos temáticos, edificios en ruinas reconvertidos en espacios de ocio y alternativos y, sobre todo, en las historias que te cuentan los húngaros. Historias vividas en primera persona, historias muy recientes y, en muchos casos, verdaderamente desgarradoras.

Si os gusta la historia, como a mí, Budapest es una de esas ciudades en las que la historia sigue viva en sus calles y, por lo tanto, disfrutaréis como niños descubriéndola, a pesar de que en muchas ocasiones se trate de una historia terrible y muy dolorosa. Nosotros la fuimos descubriendo día a día a través de muchas de las actividades que hicimos y que os voy a contar a continuación en este post, y os puedo asegurar que al final de nuestra estancia nos fuimos con la lección de historia bien aprendida y con unas cuantas reflexiones interesantes en nuestra mente sobre los extremismos, el racismo, el odio y los actos impensables de los que es capaz el ser humano; reflexiones a las que, creo, deberíamos enfrentarnos todos y cada uno de nosotros para no repetir errores y que la cosa no se nos vaya de las manos… otra vez.

El impactante y emotivo monumento Zapatos en el Danubio
El impactante y emotivo monumento Zapatos en el Danubio

A efectos prácticos os tengo que comentar que la ciudad está dividida en dos por el Danubio: la zona de Buda y la zona de Pest. Esto responde a unos hechos históricos bastante más antiguos, y es que antes de existir Budapest como tal, existían tres ciudades independientes Buda, Óbuda y Pest, que en 1873, bajo el Imperio austrohúngaro, se fusionaron para fundar la actual Budapest. Esto es importante tenerlo en cuenta porque a lo largo del post iré diciendo en qué parte de la ciudad se encuentra cada cosa, y entonces os lo comento ahora de antemano para que al menos sepáis de qué estoy hablando.

El Bastión de los Pescadores
El Bastión de los Pescadores

El mejor lugar para alojarse en Budapest: el art’otel Budapest

En una ciudad grande, elegir una buena ubicación y un buen alojamiento es muy importante, ya que va a condicionar nuestra estancia en muchos sentidos: las distancias hasta los puntos que queramos visitar serán mayores o menores, descansaremos mejor o peor por la noche, empezaremos con energía o no gracias a un buen desayuno que incluso en ocasiones nos permitirá saltarnos la comida y cenar prontito, adaptándonos así mejor al horario temprano de cena de estos países para el estándar español y ahorrándonos de paso una comida, etc.

Por estos y muchos otros motivos pienso que no pudimos acertar más con nuestra opción de alojamiento: el art’otel Budapest.

Para empezar, la ubicación es inmejorable: a orillas del Danubio en la parte de Buda, justo en frente del Parlamento. ¿Eso qué significa? Pues que, además de estar súper céntrico, a dos pasos de muchas de las atracciones de Buda y, al cruzar el río, también cerquísima de muchas de Pest, las vistas desde la habitación del Parlamento, sin duda el edificio más bonito, icónico e impresionante de la ciudad, son sencillamente espectaculares. Poder ver el Parlamento iluminado por la noche desde la mismísima cama es desde luego un auténtico lujo. ¡Pero es que por el otro lado tiene vistas al Castillo de Buda! Desde luego, en cuanto a vistas, el art’otel no tiene competencia.

Vistas desde la cama, literal
Vistas desde la cama, literal

Además de estos dos grandes puntos, el hotel en sí mola mucho. Ha tomado el concepto de hotel boutique y lo ha aplicado a un hotel de formato grande. A pesar de tener 165 habitaciones, no te da la impresión de estar en el típico hotel enorme, de cadena hotelera, aséptico y en el que todas las habitaciones están cortadas exactamente con el mismo patrón. La sensación que transmite es más bien de estar en un lugar en el que todos los detalles están pensados con mimo y en el que los pequeños gestos importan.

La recepción del art'otel
La recepción del art’otel

En relación con esto, la decoración y el mobiliario del art’otel Budapest, que tiene 4 estrellas, se merecen también unas palabras. Como el nombre del hotel indica, el arte aquí es el protagonista. El encargado de decorar el hotel con sus obras es el artista norteamericano Donald Sultan, especialista en los estilos pop art y expresionismo abstracto. Por todos lados, en las habitaciones, la recepción, los pasillos, el comedor, la sala de desayunos, etc. encontramos obras suyas, normalmente de gran tamaño, que aportan belleza, distinción y modernidad a todos los espacios del hotel. Un detalle más: los pies de nuestras mesitas de noche eran dos enormes bolas de bolos usadas una encima de la otra para soportar la superficie de la mesita de noche. Los detalles así de originales no los encuentras en cualquier hotel…

Arte por todos lados
Arte por todos lados

Ah, y el desayuno… ¿Querías desayuno? ¡Pues toma desayuno! De los mejores buffets que nos hemos encontrado en nuestros viajes, sinceramente. Variedad, ingredientes frescos y naturales y una apuesta por las opciones más sanas son la clave aquí. Aparte de los elementos típicos del desayuno continental podemos encontrar cositas mucho más interesantes, como hummus, una especie de ensalada caprese (con tomate natural, mozzarella, rúcula y un poco de pesto por encima), unos vasitos con pescado ahumado sobre una base de salsa de yogur, queso ricotta especiado con páprika y, lo que más nos gustó, unos yogures naturales y caseros deliciosos en tarro de cristal con fruta y muesli. Hasta las opciones más guarrillas eran inteligentes: ¿por qué a nadie se le había ocurrido antes dejar cortados los donuts pulcramente por la mitad en su bandeja por si los ves y te apetecen muchísimo pero uno entero te parece monstruosamente grande después de todo el pedazo de desayuno? ¡Me pareció una gran idea!

Cositas ricas y sanas en el desayuno del art'otel
Cositas ricas y sanas en el desayuno del art’otel

Ni que decir tiene que la cama era comodísima y que la habitación era amplia y estaba perfectamente equipada. La directora nos comentó, además, que tienen pensado remodelar toda la zona del vestíbulo y del comedor para darle un aire más moderno, e incluso está entre sus planes abrir un nuevo art’otel Budapest en la zona de Pest, que seguro que será otra grandísima opción para alojarse. Otros servicios que ofrece el hotel son parking, gimnasio, sauna y sala de reuniones, por ejemplo, además de una bonita terraza interior. Por supuesto, el wifi es gratuito y va como un tiro.

El desayuno de los campeones
El desayuno de los campeones

En fin, que nos encantó nuestra experiencia en el art’otel y que, cuando volvamos a Budapest, no dudaremos en volver a alojarnos en este fantástico hotel… La cuestión es que lo recomendamos muchísimo como el lugar ideal para alojaros en vuestra estancia en Budapest, y estoy segura de que allí os sentiréis como en casa.



50 cosas que hacer en Budapest

1. Visitar la oficina de turismo

Os recomiendo que, nada más llegar os dirijáis a la oficina de turismo ubicada en la calle Sütő número 2, al lado de la plaza Déak, en la zona de Pest. Allí podréis obtener todo tipo de información, podréis conseguir mapas y podréis adquirir también la Budapest Card, una tarjeta que ofrece diversas ventajas, como por ejemplo transporte gratuito por toda la ciudad, y con respecto a las actividades y servicios, algunos son gratuitos con la tarjeta y en otros obtendréis descuentos muy interesantes con la Budapest Card. Nuestras tarjetas eran de 72 horas, así que concentramos la mayor parte de las visitas de pago que queríamos hacer en los 3 primeros días y los dos segundos fuimos un poco más relajados y por libre… En este enlace podéis ver todos los servicios en los que es válida la tarjeta y en este otro los sitios en los que la Budapest Card os da derecho a entrada gratuita o servicio gratuito, además del transporte ilimitado gratuito durante el periodo de validez de la tarjeta con todos los medios transporte que tiene la ciudad, que no son pocos. Personalmente creo que vale muchísimo la pena, y en este post voy a ir indicándoos cuáles de las actividades que hicimos tienen descuento o entrada gratuita, aunque os recomiendo que para aseguraros consultéis siempre la web oficial de la Budapest Card, ya que creo que van variando un poco.

2. Maravillarse con la Gran Sinagoga

Estamos hablando de la segunda sinagoga más grande del mundo (la más grande es la de Nueva York), así que no es moco de pavo. Y, efectivamente, la verdad es que es enorme, ¡y preciosa! Esa decoración tan intrincada que tiene me fascina. Cada poco (tal vez cada media hora o cada hora), empieza un tour en diferentes idiomas, incluido el español (buscad la bandera española en el interior de la sinagoga, en la zona de bancos).

En el patio de la sinagoga podremos encontrar también el monumento El árbol de la vida, que se alza sobre las fosas comunes de los judíos asesinados por los nazis en 1944-1945. En las hojas metálicas de este monumento conmemorativo del holocausto pueden leerse los nombres de algunas de los cientos de miles de víctimas.

El emotivo Árbol de la vida
El emotivo Árbol de la vida

La Gran Sinagoga se encuentra en la Calle Dohány número 2, en la zona de Pest, la entrada cuesta 3000 HUF y con la Budapest Card tenéis un 10% de descuento. Es obligatorio llevar los hombros y las rodillas tapadas, así que tenedlo en cuenta si vais en verano y llevad una chaquetita y un pañuelo para cubriros. De lo contrario, a la entrada hay una tienda con fulares de todo tipo para comprar.

La enorme Gran Sinagoga
La enorme Gran Sinagoga

3. Visitar el alucinante Parlamento de Budapest

El Parlamento de Budapest es el edificio más emblemático de la ciudad, y no es de extrañar, porque es una auténtica pasada: enorme y elegante, tanto por dentro como por fuera. Es inevitable verlo por fuera a poco que paseéis por la ciudad, ya que se encuentra en una ubicación privilegiada a orillas del Danubio en el lado de Pest de la ciudad, con lo cual desde el lado de Buda tendréis vistas espectaculares del Parlamento desde diversos puntos. ¡Pero es que por dentro es para flipar! Recomiendo muchísimo la visita, pero si queréis hacerla, no os confiéis: no vale con presentarse allí y decir: «Quiero visitar el Parlamento», porque lo más probable es que no queden entradas libres. Habrá que reservarlas online con antelación o, si os encantáis y no lo hacéis así (como nos pasó a nosotros 😖), vuestra última oportunidad es la siguiente: cada día a las 8 de la mañana abren unos pocos huecos más para la jornada, así que podéis plantaros en el Visitor Center a las 8 de la mañana a ver qué pescáis o (mucho más cómodo), consultar la web a las 8 y pocos minutos para ver si hay suerte y se pueden comprar online para ese mismo día. Nosotros lo hicimos así: a las 8 y muy poco aparecieron online entradas disponibles para el tour en inglés y pudimos hacer la visita a las 12:30 de ese mismo día… ¡por los pelos!

El Parlamento se encuentra en la Plaza Kossuth Lajos número 1 y la entrada vale 2200 HUF.

El imponente Parlamento de Budapest
El imponente Parlamento de Budapest

4. Tomar algo en algún ruin pub (¡o en varios!)

Los ruin pubs son parte de la identidad de Budapest. Se trata de antiguos edificios en ruinas debido a la turbulenta historia de la ciudad que, en lugar de remodelarlos en el sentido habitual de la palabra, se han «dejado» en ruinas, se han decorado con materiales reciclados de lo más variopintos y se han convertido en pubs. Suelen encontrarse en el barrio judío, en la zona de Pest, y cada uno tiene su personalidad propia en cuanto a decoración. Nosotros visitamos varios: el Szimpla Kert, el Ellato Kert & Taquería, el Élesztő, el Púder, el Kuplung… Y en cuanto a decoración podemos encontrar bicicletas en el techo, máquinas de escribir o pantallas de ordenador antiguas colgadas de la pared, un maniquí antiguo del revés colgado del techo, medusas y una ballena enorme también en el techo, todo tipo de murales y grafittis, mesas y sillas de todos los colores, materiales y formas posibles en el mismo lugar, un coche antiguo cuyos asientos sirven como bancos para tomar algo… En fin, mil y una cosas, cada cual más loca y colorida, que contribuyen a crear ambientes muy bohemios y surrealistas.

Surrealismo en el ruin pub Szimpla
Surrealismo en el ruin pub Szimpla

Además los ruin pubs suelen ser enormes, casi laberínticos, con diferentes salas y diferentes ambientes, varias barras cada uno y, muy importante, mucho espacio al aire libre: patios enormes, terrazas, etc.

En resumen, los ruin pubs son un concepto muy interesante y en vuestra visita a Budapest no puede faltar una pequeña ruta por diferentes ruin pubs para empaparos de ese ambiente tan guay. Félix escribirá pronto un post hablando en detalle de todos los ruin pubs que visitamos, así que ¡estad atent@s!

El ruin pub Púder, famoso por sus murales
El ruin pub Púder, famoso por sus murales

5. Recuperar fuerzas en algunos baños termales

Una de las riquezas más destacables de Budapest es la cantidad de aguas termales que manan de su subsuelo. De esto ya se dieron cuenta los árabes cuando conquistaron esta zona en el S. XVI, y establecieron allí varios baños árabes, alguno de los cuales todavía están en funcionamiento hoy en día.

Nosotros visitamos tres baños termales durante nuestra estancia en Budapest, cosa que no está mal 😂 La verdad es que, aparte de ser preciosos y elegantes, te dejan nueva después de un día entero de patearte la ciudad… ¡o a la mañana siguiente del festival de cerveza!

Los enormes y preciosos baños Széchenyi
Los enormes y preciosos baños Széchenyi

Este es otro de los imprescindibles de Budapest, así que reservad un par de horitas como mínimo en vuestro planning para disfrutar de esta experiencia tan relajante. Como visitamos tres baños, los Lukács (entrada entre 3700 y 4300 HUF, gratis con la Budapest Card), los Gellért (entrada entre 5600 y 6200 HUF, 20% de descuento con la Budapest Card) y los Széchenyi (entrada entre 4900 y 5900 HUF, 20% de descuento con la Budapest Card) y por lo tanto tengo para comparar, no me extenderé mucho aquí porque tengo pensado escribir un post específico sobre nuestra experiencia en los baños termales de Budapest.

La famosa piscina principal de Gellért, que ha salido en diversas películas
La famosa piscina principal de Gellért, que ha salido en diversas películas

6. Tour guiado por la zona de Buda

Actividad imprescindible y además gratis con la Budapest Card: cada día a las 14:00 h sale este tour a pie por la zona antigua de Buda, por la colina del castillo, donde la guía os describirá la historia más antigua de la ciudad, su fundación y demás, y os explicará todos los edificios y monumentos que iremos viendo. El recorrido de este tour es el siguiente: Plaza Szentháromság y estatua de la Santísima Trinidad (punto de encuentro), Calle Tárnok, Plaza Disz, Teatro del castillo, Palacio Sándor o palacio presidencial, Palacio Real (alberga La Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest), paseo Tóth Árpád sétány, calle Szentháromság, Iglesia de Matías, Bastión de los Pescadores y Calle Táncsics Mihály. La duración es de 1’5 – 2 horas.

El precioso mirador Bastión de los Pescadores de Budapest
El precioso mirador Bastión de los Pescadores de Budapest

De todo el recorrido destaca la zona de la Iglesia de Matías y el Bastión de los Pescadores, que es un precioso mirador de color blanco con siete torres que ofrece unas vistas espectaculares de la parte de Pest.

Es importante aclarar que es un tour guiado a pie, donde simplemente se va caminando y la guía te va explicando las cosas que vemos, pero no se entra en ningún sitio. Normalmente vale 10 euros, pero como ya he comentado, con la Budapest Card es gratuito y no hace falta ningún tipo de inscripción previa: simplemente hay que presentarse un poco antes de las 14:00h en el punto de encuentro con las tarjetas. Súper recomendable.

La bonita Iglesia de Matías, con su colorido techo
La bonita Iglesia de Matías, con su colorido techo

7. Tour guiado por la zona de Pest

Otra actividad imperdible, hermana de la anterior. Mismas condiciones: en teoría vale 10 euros, pero es gratuito con la Budapest Card, no hace falta inscripción, simplemente hay que presentarse en el punto de encuentro un poco antes de la hora de salida, que es cada día a las 10:00 h y, de nuevo, se trata de un tour a pie guiado en el que no se entra en ninguno de los edificios que se van viendo, simplemente la guía va explicando la información correspondiente.

Este tour me pareció  incluso más interesante que el anterior, tal vez porque la guía era claramente más capaz que la del tour de Buda y tal vez porque aquí es donde se explica la historia más reciente de la ciudad, la que os he comentado antes (Imperio austrohúngaro, II Guerra Mundial y ocupación nazi, gobierno comunista e independencia del país).

El recorrido es el siguiente: Calle Váci 31 (Punto de encuentro en el Café Molnár’s Kürtőskalács), Vigadó, Plaza Vörösmarty, Calle Sütő, Plaza Deák, Plaza Erzsébet, Basílica de San Esteban, Mercado de la Calle Hold, Banco Nacional de Hungría, Plaza Szabadság, Plaza Kossuth Lajos, Parlamento.

De este tour los edificios que más destacan son claramente el Parlamento y la basílica, pero como os decía, en general es muy interesante por las explicaciones de la guía. Muy, pero que muy recomendable.

Admirando el elegantísimo Parlamento
Admirando el elegantísimo Parlamento

8. Descubrir el Hospital de la Roca

Esta es probablemente una de las visitas que más nos gustó, junto con el Parlamento y los baños termales.

Una parte del sistema de cuevas de la colina del Castillo es un hospital subterráneo y secreto que fue utilizado durante el sitio de Budapest durante la II Guerra Mundial y en la Revolución de 1956. Se exhibe gran parte del equipamiento original y se reproducen las condiciones extremas del hospital mediante representaciones de la vida cotidiana con figuras de cera. Adicionalmente se visita también el búnker antiatómico que se construyó durante la guerra fría tras los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. Nuestra guía era buenísima y nos contó con todo lujo de detalles la interesantísima y a la vez durísima historia de este hospital secreto en su época.

Pienso que no es uno de los sitios más típicos de Budapest, pero yo lo recomendaría sin ningún tipo de duda. La entrada cuesta 3800 HUF (30% de descuento con la Budapest Card) y el Hospital se encuentra muy cerca del Bastión de los Pescadores y la Iglesia de Matías, bajando ya la colina, en la calle Lovas 4C. ¡No os lo perdáis!



9. Visitar el Mercado Central

A todos los viajeros nos suele gustar visitar los mercados de los lugares que visitamos y, si además, el mercado en cuestión es tan bonito como el Mercado Central de Budapest, el placer entonces es doble. Se trata del típico mercado cubierto con estructura metálica, techo altísimo, cantidad de luz natural y mil y un puestecitos coloridos de frutas, verduras, y todo tipo de productos típicos. También encontraremos un montonazo de puestos de souvenirs y, en el piso de arriba, algunos puestos de comida tradicional húngara. Todo el mercado en sí es un festín para la vista, el olfato y el gusto.

Esta maravilla de mercado se encuentra en IX Vámház körút, en la parte de Pest de la ciudad, nada más cruzar el precioso Puente de la Libertad y, por supuesto, la entrada es gratuita.

El bonito Mercado Central
El bonito Mercado Central

10. Subir a la Ciudadela y disfrutar de las vistas

La Ciudadela es el punto más alto de Budapest, ubicada en el Monte Gellért y visible desde cualquier punto de la ciudad. Fue construida en 1851 por los Habsburgo para demostrar su control sobre los húngaros, aunque se trata de una fortaleza que nunca ha visto un combate. Nosotros no llegamos a entrar en la Ciudadela en sí, sino que nos quedamos en el monumento que está justo afuera, el Monumento a la Libertad, que consta de la enorme figura de una mujer, de unos 14 metros de altura, alzando una hoja de palma y proclamando la libertad de Hungría.

El Monumento a la Libertad, en la Ciudadela
El Monumento a la Libertad, en la Ciudadela

Se trata de un monumento comunista, ya que se erigió en 1947 como homenaje a los soldados soviéticos que murieron en la liberación de Budapest de manos de los nazis en 1945. Todos los monumentos comunistas se quitaron de la ciudad y se trasladaron al Memento Park con la llegada de la democracia, menos este, que ya se había convertido en un símbolo de la ciudad, y otro más, el Monumento al Ejército Soviético, en la Plaza Szábadság, que al tratarse en realidad de una tumba de soldados soviéticos, se acordó con Rusia que se respetaría y se quedaría allí.

En relación con todo esto, os quiero comentar dos dichos populares que nos contó nuestra guía del tour de Pest que demuestran el fino sentido del humor de los húngaros con respecto a su dramática historia. Sobre el Monumento a la Libertad, al que mucha gente no le tiene demasiado cariño al ser una obra soviética, dicen, refiriéndose a su forma, que es el abrebotellas más grande del mundo. Y con respecto a los rusos, dicen que los liberaron de los nazis, sí, pero que después se les olvidó irse a casa. Unos cachondos, estos húngaros, ¿eh?

Total, que ya me he liado con temas históricos otra vez 😂 Lo que os quería decir es que vale la pena subir a este punto alto de la ciudad para ver el Monumento a la Libertad y, sobre todo, disfrutar de las vistas de toda Budapest que se tienen desde este lugar: son sencillamente impresionantes. Para subir hay que tomar el sendero por el bosque que encontraréis detrás del famoso hotel y balneario Gellért, en la zona de Buda, y empezar a subir por la colina por el camino señalizado. Se tarda aproximadamente un cuarto de hora en subir y, por supuesto, el acceso es gratuito.

Increíbles vistas desde la Ciudadela
Increíbles vistas desde la Ciudadela

11. Adentrarse en la iglesia rupestre o iglesia de la roca

Se trata de una pequeña capilla construida en 1926 dentro de una cueva justo detrás del hotel Gellért, al principio del ascenso para llegar a la Ciudadela. No es nada espectacular, pero es un lugar curioso y, como el precio es bastante simbólico (unos 2 euros), vale la pena entrar y echar un vistazo. Eso sí, hombros y rodillas también cubiertos, así que de nuevo necesitaréis chaqueta y pañuelo si vais en verano.

12. Recorrer el Laberinto del Castillo de Buda

El Laberinto es un sistema de cuevas de 1200 metros de longitud a unos 16 metros por debajo del distrito del Castillo, en la zona de Buda. En las diversas salas del Laberinto podremos encontrar un variado conjunto de exposiciones con la historia de Drácula, de distintos compositores y óperas, con niebla artificial, poca iluminación y música siniestra. Hay una parte, la más divertida, en la que se nos expone a una sensación a la que estamos muy poco acostumbrados hoy en día: la oscuridad total y absoluta. Es opcional entrar a esta parte del recorrido, ya que hay gente que puede no sentirse cómoda aquí, pero la verdad es que está chulo: se trata de recorrer unos pasadizos a oscuras totalmente, con la única ayuda de un pasamanos de cuerda para guiarte en la buena dirección y no perderte. Repito, la oscuridad es total y, sinceramente, pensaba que en algún momento nos iban a hacer saltar con algún susto o broma, pero… (¡spoiler alert!) resulta que no 😂 Aun así, la sensación con la oscuridad, el ambiente súper húmedo y la música siniestra, ya es bastante agobiante, así que bien así…

En fin, tampoco es ninguna maravilla, pero pasas un rato entretenido, y si vais en verano puede ser un alivio al calor que haga fuera, ya que la temperatura allí siempre es inferior a los 20 grados. El Laberinto se encuentra en la Calle Úri número 9, la entrada vale 2500 HUF y, nota importante, en mayo de 2018 SÍ que estaba abierto. Tal vez encontréis información en Internet diciendo que el lugar está cerrado, pero resulta que antes lo llevaba otra empresa, se cerró una temporada y ahora lo ha cogido otra empresa nueva, así que, al menos ahora, sí que está abierto.

Interior de la Gran Sinagoga
Interior de la Gran Sinagoga

13. Disfrutar de las vistas desde la Plaza Batthyány

Desde esta plaza a orillas del Danubio en la zona de Buda es probablemente desde donde obtendréis las mejores vistas del impresionante edificio del Parlamento, ya que queda justo en frente, rectito, en la orilla opuesta, en la zona de Pest. Buenas fotos garantizadas.

14. Cruzar caminando el Puente de las Cadenas

El Puente de las Cadenas es uno de los puentes más bonitos de la ciudad, aunque tiene un duro contrincante que veremos luego también. Este imponente puente, con dos enormes estatuas de leones de piedra en cada orilla, es otro de los símbolos de la ciudad.

Al final de la II Guerra Mundial, las tropas alemanas dinamitaron el puente, junto con los otros cuatro de la ciudad en su retirada ante el asedio de Budapest por las tropas soviéticas. El puente reconstruido se inauguró el 21 de noviembre de 1949, festejando el primer centenario de su construcción. La verdad es que es impactante ver fotos del puente (y la ciudad) destruido en los diferentes museos que visitamos, pero a día de hoy luce estupendísimo y vale la pena recorrerlo a pie al menos una vez de las muchas veces que cruzaréis de la zona de Buda a la de Pest y viceversa.

El Puente de las Cadenas y sus guardianes, los leones
El Puente de las Cadenas y sus guardianes, los leones

15. Probar algún plato de gastronomía típica

Los platos más típicos, que son los que probamos nosotros, son el gulash, un guiso espeso de ternera, y el lángos, que es una masa frita en forma como de pizza normalmente con crema agria, ajo y queso rallado, aunque hay variaciones infinitas. Un ingrediente muy típico de la gastronomía húngara es el paprika o pimentón, tanto picante como dulce, al que incluso llaman «oro rojo».

16. Cruzar caminando el Puente de la Libertad

Este puente es el eterno rival del de las Cadenas en cuanto a belleza y, para mí, incluso lo supera. Su estructura de hierro fundido, de un característico tono verdoso, es totalmente reconocible y, al atravesarlo, te da un no sé qué especial sentir las vibraciones que provoca el tranvía cuando está cruzando este bonito puente junto a ti.

Creo que no somos los únicos a los que nos fascinó, ya que vimos a gente sentada o tumbada sobre esa estructura verde descansando tranquilamente, e incluso un grupo de chavales que habían comprado en el McDonald’s y estaban comiendo ahí sentados, sobre la estructura del puente 😂 ¡Y no me extraña! No se me ocurre un entorno mejor para disfrutar de Budapest que en este precioso e icónico puente.

Fascinada por el Puente de la Libertad
Fascinada por el Puente de la Libertad

17. Aclararse con el transporte público de Budapest

El sistema de transporte público de Budapest puede resultar complejo para el visitante, pero la realidad es que funciona muy bien. Hay muchísima frecuencia de todos los transportes y, por tanto, cero colas, cero aglomeraciones, cero agobios y cero retrasos. ¿El problema? Que no solo hay metro, de hecho este sistema solo cuenta con 4 líneas bastante cortitas, sino que también hay autobuses, tranvías y hasta barcos que suplen las carencias del sistema de metro de la ciudad. Entonces, hay que lanzarse al ruedo y acostumbrarse a coger autobuses y tranvías como parte de la rutina, cosa que no suele ser lo habitual en nosotros en nuestros viajes, ya que optamos siempre por el metro porque nos suele parecer lo más sencillo. La ciudad es bastante extensa y las distancias son realmente largas, así que efectivamente habrá que echar mano de transporte público. Félix hizo un estudio previo de todo el sistema de transportes y la verdad es que nos movimos de maravilla en todos estos sistemas que he mencionado.

De hecho, coger uno de los tradicionales tranvías amarillos de Budapest debería ser obligado en cualquier visita, ya que tienen bastante encanto.

18. Cruzar caminando el Puente de Isabel

Este puente, de un color blanco puro y de líneas mucho más sencillas que los anteriores, es tal vez menos espectacular en sí, pero desde él conseguimos unas vistas preciosas de los puentes de las Cadenas y de la Libertad, ya que el de Isabel queda en medio de los otros dos, así como de la Colina de Gellért, con el Monumento a la Libertad coronándola, y del propio Castillo de Buda.

19. Tomar algo en alguna de las múltiples terrazas a orillas del Danubio

Especialmente en el lado de Pest, vimos que hay un montón de terracitas a orillas del río, y os recomendamos sentaros a reponer fuerzas y a ver la vida pasar en alguna de ellas. Además, si sois de craft beers, os recomendamos especialmente el Jónás Craft Beer House (Fővám tér, 11), donde tienen buenas cervezas con unas vistas al río maravillosas. Un beer garden en toda regla, pero un poquito especial, por su ubicación privilegiada.

Buena cerveza y buenas vistas
Buena cerveza y buenas vistas

20. Disfrutar de la cultura de craft beers de Budapest

Ya que nos hemos metido con las cervezas, vamos a profundizar un poco: Budapest tiene una cultura cervecera envidiable, con muchas cerveceras jóvenes, muchas cervecerías especializadas y con cervezas artesanales disponibles incluso en lugares no especializados. ¡Aprovechadla! ¡Disfrutadla! ¡Probad cosas nuevas que os sorprendan! Por ejemplo, las cervecerías Bölcső, Élesztő, Neked Csak Dezső o FIRST Craft Beer & BBQ son muy recomendables, aunque ya os hablará Félix de estas y muchas otras más en un post específico sobre las cervecerías que visitamos en Budapest.

Cervecitas riiiiicas
Cervecitas riiiiicas

21. Emocionaros con el monumento Zapatos en el Danubio

Un monumento muy simple y, a la vez, muy emotivo. Se trata simplemente de una serie de 60 pares de zapatos y botas modelados en hierro fundido y amontonados junto a la orilla del Danubio, y es un emotivo homenaje a los judíos húngaros fusilados y arrojados al río por miembros del partido fascista Cruz Flechada en el año 1944, durante la breve ocupación nazi de la ciudad. Es increíble como algo tan sencillo puede resultar tan impactante. ¡No os lo perdáis!

Podéis encontrarlo a orillas del Danubio volviendo del Parlamento hacia el centro y, por supuesto, su visita es gratuita.

Un monumento que no hay que perderse en Budapest
Un monumento que no hay que perderse en Budapest

22. Picar en el Street Food Karavan

El Karavan es un concepto peculiar: se trata de un patio enorme con forma alargada en el que a ambos lados hay aparcados un montonazo de food trucks que ofrecen comida callejera de todo tipo, y en el centro y al fondo hay sillas y mesas donde sentarte a comer, todo muy cuqui y decorado con guirnaldas de colores y lucecitas. Un buen sitio donde comer street food de buena calidad (incluidos algunos platos húngaros, como el gulash y el lángos) y a precios muy razonables en un entorno diferente. Lo podéis encontrar en la calle Kazinczy número 18.

23. Pasear por Vaci utca

Vaci utca es la calle comercial más importante de Budapest (al menos para los bolsillos de los mortales). Se trata de una zona peatonal repleta de tiendas de grandes cadenas, restaurantes turísticos, etc. Está bien para dar una vuelta y mirar algunos escaparates.

24. Visitar la Plaza Vörösmarty

Es una plaza bastante chula, pero por lo visto su atractivo se multiplica por mil en la época de Navidad, ya que aquí se organiza uno de los mercados navideños más bonitos de Europa (¡para algunos el mejor!). Nosotros fuimos en mayo, así que no tuvimos la suerte de verla toda engalanada, pero seguro que tiene que estar preciosa en Navidad.

25. Rodearte de lujo en Gerbeaud

El Café Gerbeaud es una de esas cafeterías de antaño donde se reunía la nobleza para tomar té y comer pasteles. De hecho, según nuestra guía, era uno de los lugares favoritos de la ciudad de la emperatriz Sissi, y no es difícil imaginarse a la joven emperatriz disfrutando de algún dulce en este entorno tan lujoso. Lámparas de araña, paredes forradas de ricas telas, mobiliario de madera maciza… en definitiva, elegancia por todos lados. La selección de dulces es abrumadora, y también sirven desayunos continentales, ensaladas, sándwiches, etc. Un sitio pijo pero precioso en el que tomar un café a media mañana o un dulce para merendar.

Podéis encontrar esta preciosa confitería en la Plaza Vörösmarty de la que os hablaba en el punto anterior, cosa que también le da un +1 a dicha plaza y justifica la visita.

Fuente de macarons en Gerbeaud
Fuente de macarons en Gerbeaud

26. Alucinar con el edificio de la Ópera

El edificio de la Ópera de Budapest es probablemente uno de los edificios más bonitos y suntuosos de la ciudad, que ya es mucho decir. Data de 1884 y es de estilo neorrenacentista. Por fuera está decorado con estatuas de las musas y los grandes compositores de la historia de la ópera (aunque ahora estaba en obras y lleno de andamios 😭) y por dentro es simplemente espectacular, ¡y eso que nosotros no pasamos del vestíbulo! La decoración consta de columnas de mármol, lámparas de araña y bóvedas doradas… y hasta los mosaicos del suelo son una pasada.

Nos dio mucha pena no poder hacer la visita completa, con pequeño concierto de ópera de 10 minutos incluido, pero esos pases son solo a las 14:00, las 15:00 y las 16:00 horas, y a nosotros nos coincidió que pasamos por allí a primera hora de la mañana y no pudimos volverlo a cuadrar. Estas entradas de visita más miniconcierto valen 2490 HUF, y con la Budapest Card tenéis un 20% de descuento. La Ópera se encuentra en la Calle Andrássy número 22, en la zona de Pest.

27. Pasear por la lujosa Calle Andrássy

Esta es la calle comercial que NO está hecha para los bolsillos de los mortales. Aquí encontraréis todas las marcas de lujo de moda, complementos, joyería, etc. La calle en sí es preciosa, elegante, amplísima y concurridísima. Vale la pena recorrer al menos un tramo (¡también es larguísima!) para admirar los bonitos edificios y los escaparates con objetos inalcanzables de los diseñadores más famosos.

Detalle de Zapatos en el Danubio
Detalle de Zapatos en el Danubio

28. Probar la cocina israelí en el Mazel Tov

Al descubrir el ruin pub Mazel Tov se nos presentó la oportunidad de probar un tipo de cocina bastante desconocida y que no habíamos probado nunca: la israelí. Para quien no la haya probado, ¡está deliciosa! Me pareció un cruce entre la gastronomía mediterránea y la de oriente medio, con elementos de ambas combinados con gracia. Además, me pareció ligera y sana, con ingredientes sencillos y frescos…. hmmm, una delicia, vamos. Como no íbamos con mucha hambre solo probamos un par de cositas: un hummus con unas lonchas de berenjena fritas y unas porciones de pan de pita, y una crema de queso que casi se acercaba al yogur griego, con aceitunas y aceite de oliva por encima; sencillo, natural y riquísimo todo.

Por otra parte, el lugar en sí es un ruin pub que en realidad no es un ruin pub; sería como mucho un ruin pub pijo y ordenado. Sería un lugar para personas a las que les gusta el concepto de ruin pub pero quieren un ambiente un poco más elegante y menos de locos. Me explico: aquí no reina el caos, el desorden y el surrealismo como en el resto de ruin pubs, sino todo lo contrario. Se trata de un espacio abierto, muy luminoso y perfectamente ordenado y cuidado, donde las enredaderas fluyen desde las alturas hasta la enorme y espectacular terraza y unas hileras de guirnaldas de leds perfectamente alineadas le dan ese toque cuqui e íntimo. Muy mono todo. Lo podéis encontrar en la calle Akácfa número 47, en la zona de Pest.

El elegante Mazel Tov, absolutamente nada caótico
El elegante Mazel Tov, absolutamente nada caótico

29. Visitar la Plaza de los Héroes

La Plaza de los Héroes se encuentra al borde del Parque de la Ciudad, el gran pulmón verde de Budapest. La lujosa Calle Andrássy, de la que os hablaba antes, desemboca al final de su largo trayecto en esta Plaza de los Héroes, que es amplísima y tiene un aspecto muy despejado. Está bordeada por el Museo de Bellas Artes y el Palacio del Arte y está presidida por el Monumento Milenario, un pilar de 36 metros coronado por un arcángel Gabriel dorado. En la base de la columna hay representaciones de los líderes de la historia de Hungría. Fue diseñada en 1896 para conmemorar el milenario de la conquista magiar de la cuenca de los Cárpatos.

La Plaza de los Héroes
La Plaza de los Héroes

30. Visitar el Parque de la Ciudad

Además de la Plaza de los Héroes y de los museos que ya he mencionado, en el Parque de la Ciudad podéis encontrar también una gran zona verde, con laguito incluido, donde se pueden alquilar barquitas y patinetes, y uno de los baños termales más famosos de Budapest, los Széchenyi. También se encuentra aquí el zoo de Budapest, por ejemplo, así como el Dürer Kert, el ruin pub en el que se celebraba el festival Budapest Beer Week.

Los baños Széchenyi, bonitos por dentro y por fuera
Los baños Széchenyi, bonitos por dentro y por fuera

31. Repasar la terrible historia de la Casa del Terror

Lo que en su momento fue el cuartel general de la temida policía secreta es ahora la inquietante Casa del Terror, dedicada a los crímenes y atrocidades de los regímenes primero fascista y posteriormente estalinista de Hungría a través de una exposición permanente llamada Doble Ocupación. El tanque del patio central, la pared exterior, con fotografías de numerosas víctimas reproducidas en metal, y la reconstrucción de las celdas del sótano son realmente impactantes, pero lo más escalofriante de todo son la multitud de testimonios de supervivientes que se pueden escuchar en formato multimedia, cada cual más aterrador que el anterior. Una visita dura pero interesante.

Podéis encontrar la Casa del Terror en la Avenida Andrássy número 60, en la zona de Pest, y la entrada vale 3000 HUF.

La Casa del Terror, con el tanque y las caras de las víctimas
La Casa del Terror, con el tanque y las caras de las víctimas

32. Probar el dulce típico húngaro

Este dulce típico húngaro de nombre impronunciable, el kürtőskalács, tiene un aspecto igual de curioso que su nombre: se les conoce también como pasteles de chimenea porque tienen forma de cilindro hueco enorme, y se cocinan sobre un cilindro unido a un pincho que se pone sobre un fuego abierto. Son crujientes y están especiados con canela, y en algunos puestos callejeros incluso los utilizan como cono para servirte un helado. ¡Muy curioso!

33. Flipar con el lujo del New York Café

Si el Gerbeaud es un sitio lujoso, el New York Café es lujoso y medio. De hecho, he leído por ahí que es una de las cafeterías más lujosas del mundo, y no me extraña: parece que estés en un auténtico palacio, porque el lugar es sencillamente impresionante. Serpenteantes columnas de mármol, lámparas de araña, pinturas de estilo renacentista en paredes y techos, brillantes detalles dorados por todos lados… Sí, sí, todo muy bonito… ¿pero cuál fue nuestro error? Pues ir un sábado a las 6 de la tarde. La pedazo de cola que había para entrar también era de lujo 😭 Además, era nuestro último día en la ciudad, así que no había posibilidad de volver en otro momento, pero aun así tuvimos que desistir y conformarnos con admirar todo el lugar desde la entrada. Entonces, nuestra recomendación es: id, porque vale muchísimo la pena, pero intentad que no sea una hora muy punta. Lo mismo es aplicable al Gerbeaud, pero nosotros ahí sí que estuvimos hábiles, ya que fuimos prontito por la mañana para desayunar y no tuvimos problema.

De hecho, acabo de ver ahora mismo en la web del New York Café que hasta se puede reservar mesa a través de un formulario online, así que no es mala opción.

New York Café, lujo y más lujo
New York Café, lujo y más lujo

34. Tomar algo en el único garito de metal que encontramos: el Manowar

¡Del lujo al macarreo! 😂 Muchos sabréis ya que somos viajeros metaleros, y que en nuestros viajes, además de intentar hacerlos coincidir con algún concierto, siempre nos gusta visitar los garitos de metal que haya en nuestros destinos. Pues bien, en Budapest el único que encontramos fue el Pub Manowar, lo cual es curioso, porque así se llama también el garito de metal más clásico de nuestra ciudad, Castellón.

El interior del Pub Manowar
El interior del Pub Manowar

El Pub Manowar de Budapest está íntegramente dedicado a este clásico grupo de metal: los Manowar. Toda la decoración hace referencia a este grupo, y con respecto a la música, encontraremos buenos temas clásicos de metal. Tienen una amplísima selección de cervezas (aunque de corte bastante clásico y de estilo belga), también se puede comer allí y tiene una estupendísima terraza. Además la ubicación es espectacular: a 1 minuto de la Basílica de San Esteban.

Hay un poco de confusión en cuanto al nombre, ya que afuera el cartel pone Café Montmartre, sin embargo dicho cartel está flanqueado por dos banderas gigantes de Manowar, entonces pensamos que el Pub Manowar y el Café Montmartre es en realidad el mismo lugar… ¡No nos preguntéis el porqué de este doble nombre!

El Pub Manowar / Café Montmartre (?)
El Pub Manowar / Café Montmartre (?)

35. Descubrir la línea de metro más antigua de Europa

Sí, como lo oís: la línea M1 de Budapest es la línea de metro más antigua de nuestro continente. Es genial visitar sus paradas, preciosas y perfectamente conservadas, con ese sabor viejuno, y subir en los vagones de metro antiguos, que tienen ese encanto especial. Además (y esto lo acabo de descubrir ahora mismo 😅), parece ser que hay un pequeño museo del metro por un precio de entrada, por lo visto, bastante simbólico en la parada de metro de Deak Ferenc Ter. ¡Seguro que también es interesante!

36. Visitar la bottle shop Csak a Jo Sor

Esta es para los cerveceros, sobre todo si estáis alojados en apartamento y tenéis nevera: la tienda de cervezas o bottle shop Csak a Jo Sor es la mejor de la ciudad, así que os recomendamos que os paséis por allí si os mola el rollo, porque desde luego tienen buen material. Además de todas las botellas a la venta, tienen 6 surtidores y una nevera con cervezas fresquitas para tomar allí. Decoración muy chula y buenos precios.

37. Maravillarse con el Castillo de Vajdahunyad

El castillo de Vajdahunyad se encuentra en el Parque de la Ciudad y data de finales del S. XIX. En parte, se trata de una copia del Castillo de Hunyad de Transilvania (Rumania), aunque también muestra estilos arquitectónicos diferentes. Inicialmente se levantó en madera y cartón para la exposición de 1896, pero tuvo tanto éxito que se reconstruyó utilizando piedra y ladrillo. Hoy en día alberga el Museo de Agricultura.

Si vais caminando desde la Plaza de los Héroes hasta el balneario Széchenyi, como hicimos nosotros, os lo encontraréis por el camino, a orillas de un pequeño lago.

El castillo de Vajdahunyad
El castillo de Vajdahunyad

38. Probar el licor típico húngaro, la pálinka

Además de tener vinos bastante decentes y cervezas excelentes, los húngaros también tienen la pálinka, un licor fuerte con sabor a frutas (albaricoque, ciruela o frambuesa). Es fuertecito, pero un chupito en plan digestivo puede ir bien después de un atracón de gulash 😂.

39. Ver el cambio de guardia en el Palacio Sándor

Frente al palacio presidencial o Palacio Sándor cada hora desde las 9:00 hasta las 17:00 horas se produce el cambio de guardia a las horas en punto. Nosotros lo vimos como parte del tour guiado por la zona de Buda. Es una ceremonia bastante breve e interesante, y al menos a las 3 de la tarde, cero masificada… ¡nada que ver con la de Buckingham!

40. Ver el cambio de guardia de la sala del tesoro del Parlamento

Dentro del Parlamento, una de las salas más chulas es la del tesoro, donde se encuentra la corona real, el báculo y demás atributos reales. Estos objetos de gran valor siempre tienen guardas custodiándolos, y también cada hora en punto se realiza el cambio de guardia que, en un entorno tan espectacular, la verdad es que luce mucho. Nosotros lo vimos como parte de la visita al interior del Parlamento.

Balneario Gellért, impresionante
Balneario Gellért, impresionante

41. Visitar «el otro» Parlamento

Según nos contó nuestra guía del tour por la zona de Pest, a la hora de diseñar el parlamento se hizo un concurso y hubo dos diseños que gustaron mucho: el del actual Parlamento de Budapest, que es el que ganó, y el «otro» parlamento, el diseño que quedó segundo, que se decidió que también se construiría. Actualmente alberga el Museo Etnográfico y se encuentra justo en frente del Parlamento verdadero, en la misma Plaza Kossuth Lajos, y se trata también de un edificio precioso por fuera. Al museo en sí no llegamos a entrar, pero la Lonely Planet lo pinta bastante bien, y por los vídeos que he visto del interior del museo, es probable que solo por el espectacular edificio valga la pena entrar.

42. Disfrutar de la fachada de la Real Caja Postal de Ahorros

Si os gusta la arquitectura y la historia del arte, os recomiendo que no os perdáis este edificio, uno de los más bonitos de la zona de Pest. El edificio de la antigua Real Caja Postal de Ahorros es un capricho de la Secesión (un estilo arquitectónico similar al art nouveau o al modernismo) a base de coloridos azulejos y motivos populares, construido en 1901. Hoy forma parte del contiguo Banco Nacional de Hungría, que también es un edificio atractivo. La dirección es Szabadság tér 9.

La fachada de la Real Caja Postal de Ahorros
La fachada de la Real Caja Postal de Ahorros

43. Jugar un rato con la fuente interactiva

Precisamente en la plaza Szabadság tér, o Plaza de la Libertad, a dos pasos de la Real Caja Postal de Ahorros, encontramos una fuente interactiva muy divertida. Funciona con sensores ópticos y se enciende y se apaga según se aproxime la gente. Está guay para hacer el gamba un rato 😅.

44. Visitar los monumentos de la Plaza de la Libertad

Además, en esta misma plaza de la Libertad, que es enorme y tiene una forma alargada, encontramos dos monumentos interesantes, uno en cada extremo: junto a la fuente encontramos el controvertido Monumento Antifascista inaugurado en 2014, y en el otro extremo se encuentra el Monumento al Ejército Soviético, el otro monumento soviético que os contaba al principio que queda en pie en Budapest aparte del que está situado en la Ciudadela, debido a que este es una tumba de soldados soviéticos. Ambos monumentos de esta plaza tienen historias muy interesantes, pero creo que me voy a reprimir y no las voy a explicar aquí para no alargar tantísimo el post. Si hacéis la visita guiada por la zona de Pest que os comentaba, seguro que la guía os lo cuenta y si no, ¡pedídselo!

La fuente interactiva y el Monumento Antifascista
La fuente interactiva y el Monumento Antifascista

45. Visitar Akvárium

Akvárium, en la Plaza Erszébet 14, en la zona de Pest, es un centro cultural donde se desarrollan actividades artísticas, de entretenimiento y de copas. La peculiaridad de este centro cultural es que se encuentra parcialmente bajo tierra, ya que ocupa el hueco que quedó después de que se empezasen y se abandonasen las obras para construir el nuevo Teatro Nacional. A nivel del suelo, por encima del centro cultural hay una piscina/estanque con fondo transparente, con lo cual desde el centro cultural se ve el fondo de la piscina sobre tu cabeza y, en los días calurosos, puede ser una buena idea parar a refrescarse aquí, aunque solo sea meter los piececitos a remojo en este estanque. La terraza bajo el nivel del suelo tiene buena pinta: es un entorno bastante bonito para tomar algo también.

46. Perderse por las callejuelas del barrio judío

El barrio judío, en la zona de Pest, es probablemente el que más mola de toda la ciudad, es donde están los ruin pubs y donde encontraréis un montón de sitios interesantes. Sus callejuelas tienen un encanto especial, así que os recomiendo que os deis una vuelta por allí y, simplemente, os dejéis llevar.

47. Visitar el Budapest Eye

Pues sí, al igual que el London Eye, existe el Budapest Eye, y efectivamente es una noria gigante que ofrece vistas privilegiadas de toda la ciudad. Nosotros no llegamos a subir, pero sí pasamos por al lado varias veces, tanto de día como de noche, cuando está iluminada y se ve preciosa, y pienso que tiene que ser una actividad bonita, especialmente con niños. Abren a las 10 de la mañana y está abierta hasta las 11 o la 1 de la noche, en función del día se la semana, así que tiene un horario bastante amplio. Se encuentra muy cerca del Akvárium, en la Plaza Erszébet; tranquil@s, la veréis sin problema 😜

Relaaaaax en Gellért
Relaaaaax en Gellért

48. Recorrer Duna korzó

Para disfrutar de un paseo agradable y de buenas vistas de la colina del Castillo os recomiendo recorrer Duna korzó, el paseo que discurre junto al río en la parte de Pest entre el Puente de las Cadenas y el de Isabel. Está lleno de cafés, músicos y puestos de artesanía y tiene buen ambientillo.

49. Disfrutar de algún espectáculo al aire libre

Por lo que vimos, los húngaros son muy amantes de los espacios abiertos y de montar cosas al aire libre, así que si vais en época de buen tiempo, probablemente os topéis con algún sarao en alguna de las plazas de la ciudad. Me parece una excelente filosofía, así que si podéis, uníos a ellos.

50. Asistir a la Budapest Beer Week

Por último, pero no por ello menos importante, os recomiendo que, si os gusta la cerveza artesanal, asistáis a la BPBW. Como os decía, fue la excusa de este viaje a Budapest y no decepcionó. Tanto el evento principal del festival durante el fin de semana en Dürer Kert como el resto de actividades relacionadas con la cerveza que se desarrollaron en diferentes locales de la ciudad durante toda la semana de antes (tap takeovers, maridajes, ect.) fueron una pasada y la verdad es que no nos importaría para nada repetir plan el año que viene o cuando sea. Por supuesto, Félix os contará todo lo que necesitáis saber sobre este evento en un post específico sobre la BPBW.

El bonito Dürer Kert durante el festival BPBW
El bonito Dürer Kert durante el festival BPBW
Maestros cerveceros en el Budapest Beer Week
Maestros cerveceros en el Budapest Beer Week

10 cosas que hacer en Budapest que se nos quedaron pendientes

Cinco días completos dan para bastante, pero aun así se nos quedaron cositas pendientes. Os las dejo aquí también por si vosotr@s vais con más tiempo o tenéis preferencias diferentes y preferís incluir alguna de estas actividades en lugar de algunas de las 50 que os acabo de comentar:

51. Crucero por el Danubio – los hay de todo tipo: sencillos, con comida, con cena, con copas, con música… ¡Vosotr@s elegís!

52. Centro en Recuerdo del Holocausto – estaba en nuestro planning pero cuando llegamos allí estaba cerrado por un festivo nacional. Tiene pinta de ser interesante.

53. Memento Park – en las afueras de Budapest, lugar al que han desterrado todos los monumentos de la época comunista.

54. Visitar Szentendre – se trata de un pueblo que se encuentra a 22 km al norte de Budapest y, por lo visto, es bastante bonito y encantador.

55. Beer Spa de Széchenyi – como lo oís: ¡en el balneario Széchenyi puedes bañarte en cerveza! Precio: 25 euros/persona. ¡Se nos quedó pendiente, pero por poco nos metemos, eh!

56. Recorrer la ciudad de alguna forma divertida – ya sea en segway, en unos bólidos tipo Mario Kart que vimos por ahí, en bicibirra o en un vehículo que no sé muy bien como se llama que viene a ser como un segway pero tipo moto.

57. Farmacia del Águila de Oro – museo ubicado donde se encontraba la primera farmacia de Budapest (1681) con replica de un laboratorio de alquimista lleno de artefactos y materiales curiosos.

58. Baños árabes – si bien fuimos a tres de los baños termales de Budapest, se nos quedó pendiente visitar alguno de la época árabe, que me alucina que sigan en funcionamiento desde su creación en el S. XVI, pero bueno, a la próxima tendrá que ser.

59. Concierto en la Ópera – se me queda esa espinita clavada, ya que seguro que tiene que ser precioso tanto el edificio (que al fin y al cabo solo vimos el vestíbulo y ya flipamos) como el concierto en sí. Recordad, cada día a las 14:00, las 15:00 y las 16:00 h.

60. Visitar la Isla Margarita – se trata de una gran isla en medio del Danubio, un poquito al norte del centro de la ciudad. Es una zona bastante verde, con diversos parques por los que pasear.

El icónico Puente de las Cadenas
El icónico Puente de las Cadenas

Hasta aquí esta mega guía para visitar Budapest, con recomendación de alojamiento incluida. Espero haberos dado muchísimas ideas para vuestra estancia y haberos ayudado a planificar vuestras visitas en esta maravillosa e interesantísima ciudad. Si habéis estado ya en Budapest y os gustaría añadir alguna actividad más a esta lista, dejadlo aquí abajo en los comentarios para que todo el mundo se pueda beneficiar. Y si vais a visitar pronto Budapest, aparte de que me dais mucha envidia, os recomiendo que os empapéis de la historia de la ciudad y que la comparéis con la increíble vida que tiene ahora. Budapest es la muestra viviente de que de todo se sale, de que todo lo malo pasa, y esta ciudad, además de maravillarnos con su belleza, nos enseña esta valiosa lección. Budapest es una ciudad que enamora, por estos y mil motivos más.

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6 Comments

  • Miguel

    Te felicito, creo que nunca había visto una guía tan completa. Sin duda, una gran ayuda para el viajero que por primera vez se plantea por visitar la capital.
    Veo que recomiendas muchos tours, sin duda, es la mejor opción para conocer la ciudad, ya que para los que no nos familiarizamos muy con el idioma, es de las pocas formas de conocer la historia, leyendas e historietas de la ciudad. En nuestro caso la hicimos con White Umbrella Tours y la verdad que fue una experiencia muy divertida y grata.
    Gracias.
    Saludos!!

    • Débora

      Hola, Miguel! Muchas gracias por tu comentario, me alegro mucho de que te haya gustado la mega-guía de Budapest 🙂 La verdad es que todos los tours que hicimos nos encantaron y nos resultaron súper interesantes, así que me parecen una manera estupenda de conocer un poco mejor esta maravillosa ciudad con esa historia tan turbulenta que tiene. Saludos viajeros!

    • Débora

      Hola, Merchi! Pues estas en concreto que entran con la tarjeta eran en inglés, ya que, claro, ahí había gente de todos los países y un solo guía para todos… Estoy segura de que habrá guías en español tipo free-tour, de los que luego das la voluntad, pero eso ya sería aparte de la tarjeta y habría que buscarlo por Internet. Un saludo! 🙂

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