¡Hola, viajer@s!

Hoy os traigo el diario de viaje de nuestra última aventura: el pequeño roadtrip que hicimos en febrero por Asturias, una zona que todavía no conocíamos y que teníamos pendiente desde hace tiempo, ya que nos apetecía mucho descubrirla.

Además fue un viaje diferente, ya que en vez de viajar solos Félix y yo, como solemos hacer siempre, esta vez fue un viaje en familia, ya que nos encontramos allí con mi hermana Elena, mi cuñado Gabi y mis dos sobris, Iria y Marc, que volaron desde Menorca para pasar esta semanita con nosotros descubriendo esta bonita zona de España. De hecho, la excusa de todo el viaje es que mi sobrina Iria visitase por sorpresa a su amiga Paula, que ahora vive en Oviedo, y a la que hacía casi dos años que no veía 😍

Con respecto al transporte, nosotros, para no variar, nos lo planteamos como un roadtrip desde Castellón: pasamos primero todo el finde en Madrid con nuestros amigos Vane y Jaime, condujimos después de Madrid a Oviedo para estar allí la semana entera con la familia, como os he explicado, y después, de vuelta a Castellón, pasamos una noche intermedia en Burgos, que, por cierto, nos encantó, pero que yo personalmente no pude disfrutar nada porque pillé virus estomacal 😭

Con respecto al alojamiento, ya que éramos 6 personas, esta vez optamos por un apartamento de Airbnb con 3 habitaciones dobles, y la verdad es que estuvimos genial: el apartamento estaba bien ubicado, totalmente equipado, era una monada y era exactamente lo que necesitábamos; es este. Por cierto, si nunca habéis utilizado Airbnb antes, estamos todos de suerte porque accediendo desde este enlace y haciendo vuestra primera reserva, tanto vosotr@s como yo obtenemos crédito gratis para nuestro siguiente alojamiento. ¡Yupiiii!

Alquilamos el apartamento para toda la semana, es decir, establecimos nuestra base en Oviedo y, desde allí, cogíamos el coche cada día y hacíamos la excursión correspondiente para luego volver a Oviedo a dormir. Como las distancias en Asturias son relativamente cortas, nos pareció buena idea hacerlo así en lugar de ir cambiando de ubicación para dormir cada X días, y creo que acertamos de lleno.

Época del año y tiempo

Por diversos motivos, la época del año en la que fuimos a Asturias fue febrero, y la verdad es que no tuvimos mala suerte del todo con el tiempo durante nuestra estancia allí (no nevó para nada, llovió un poco, pero nada exagerado, y hacía fresco, pero menos del que me imaginaba), pero coincidió que fuimos justo después de que acabase un gran temporal que pasó por la Península Ibérica y que dejó muchísima nevadas en prácticamente todos los puntos de la geografía española. Por suerte, durante la conducción no nos encontramos con problemas en las carreteras, y en Asturias también estaban todas las carreteras en perfecto estado… menos una (ya veremos cuál), y esto nos impidió hacer una de las actividades obligatorias que hay que hacer en Asturias. Ya hablaremos de este tema un poco más adelante.

A pesar de la lluvia y el frío (que al final ni una cosa ni la otra resultó ser tanto), íbamos súper motivados y súper dispuestos a hacer un montón de visitas, excursiones y actividades, y a aprovechar el tiempo al máximo, y eso es lo que hicimos. Si os digo la verdad, viajar a Asturias en febrero, en temporada baja, me parece una buena idea, ya que en muchas de las visitas vimos signos de cómo podía ponerse eso de intratable en verano («Parking 3 a 3 km de distancia», «Parking 2 a 2,5 km de distancia», «Parking 1 a 1,2 km de distancia» en algunas de las actividades, lo que significa hordas y hordas de turistas y que, seguro, hasta el Parking 3 se pone hasta la bandera), y la verdad es que agradecimos haber ido en temporada baja, ya que eso nos permitió estar completamente solos en muchos de los sitios que visitamos y aparcar sin problemas justo en el punto que íbamos a visitar… Un lujo, vamos.

Distribución por días de las actividades

Esta es la información que quería enseñaros principalmente en este post: cómo distribuimos por días las visitas y actividades para optimizar mejor el tiempo y que nos diese tiempo a visitar todo lo que queríamos. Contábamos con 6 días en Asturias, y la verdad es que tuve que dedicarle bastante tiempo a pensar cómo hacerlo y tuve que consultar bastantes blogs y foros, pero al final quedó un programa de actividades bastante lógico y chulo 😊 ¡Veamos cómo lo hicimos!

Día 1

El primer día de nuestro viaje por Asturias no fue demasiado apasionante ya que básicamente constó de llegar a Oviedo desde Madrid y demás gestiones iniciales. Actividades:

• Conducción Madrid – Oviedo. Llegamos para la hora de comer.
• Entrada al apartamento.
• Compra para poder hacer los desayunos y algunas cenas en el apartamento
• Ahora sí: primera toma de contacto con Oviedo. Estaba ya anocheciendo cuando pudimos empezar a visitar y a ver de verdad la ciudad, pero de primeras, aunque apenas quedase ya luz, pudimos apreciar que Oviedo mola, y mucho. El casco antiguo tiene encanto para dar y regalar, con sus bonitos edificios, sus placitas, su catedral, su mercado, sus tiendecitas cucas, sus parques… ¡Ah! ¡Y sus sidrerías! Cómo mola pararse en cualquiera de ellas, pedir «unas sidrinas» y unas patatas al cabrales o unos chorizos criollos para picar y, simplemente, disfrutar de la vida.

Día 2

El día 2 decidimos dedicarlo a Gijón, la otra gran ciudad de Asturias, aunque pensamos combinarlo con una parada previa para aligerar la carga de visitas del planning inicial de otro de los días. Actividades:

• Visita al Cabo de Peñas. Se trata del punto más septentrional del Principado de Asturias.
• Visita a Gijón. Nos dedicamos simplemente a pasear por la ciudad: por su puerto, por su casco antiguo, el barrio de Cimadevilla, etc. También subimos al Cerro de Santa Catalina, que es una zona verde con muy buenas vistas, y donde también encontraremos una antigua batería militar de defensa de la ciudad y la enorme escultura de hormigón Elogio del horizonte, de Chillida.
• Tomamos unas sidrinas y un picoteo en una sidrería súper auténtica llamada El Lavaderu (Plaza Periodista Arturo Arias, 1), que nos encantó y donde estuvimos súper a gusto, y comimos en un sitio un poco más chic llamado El Americano (Calle Begoña, 12), donde tuvimos nuestro primer (y glorioso) contacto con el cachopo. Postres espectaculares también.

Aquí os dejo el recorrido de este día en Google Maps:

Día 3

El día 3 de nuestro viaje por Asturias decidimos dedicarlo a recorrer la costa oriental del Principado y a descubrir sus pueblecitos pintorescos y sus maravillas naturales. Este era el día más cargado de actividades y más duro de conducción. Actividades:

• Visita a Lastres. Uno de los pueblos con un encanto más antiguo y tradicional de Asturias.
• Mirador del Fitu. Mirador ubicado en el interior, en las montañas, desde donde se consiguen unas vistas espectaculares de todas las montañas que lo rodean y la vista alcanza hasta el mar.
• Visita a Ribadesella. Pueblecito pesquero que está dividido en dos por el estuario del Sella.
• Bufones de Pría. Una curiosidad natural que encantará a todo el mundo.
• Visita a Llanes. El casco antiguo de origen medieval es espectacular, con edificios preciosos y elegantes, y el puerto es una zona muy animada.
• Visita a la Playa de Gulpiyuri. A simple vista parece que no tenga acceso al mar y eso la convierte en un lugar súper especial.
• Visita a la Cueva del Queso de Cabrales en Arenas de Cabrales. Visita sencilla donde se explica la elaboración de este queso tan especial

Aquí os dejo el recorrido, bastante exigente, de este día:

Día 4

Este cuarto día lo dedicamos a recorrer el otro lado de la costa asturiana, la zona occidental. Actividades:

• Visita a Luarca. Pueblo con mucho encanto: edificios bonitos, a orillas del mar, con un río que lo atraviesa… y el plato fuerte: con uno de los cementerios con mejores vistas del mundo.
• Visita a la Playa del Silencio. Parte de la costa asturiana agreste y salvaje que nos dejó sin palabras.
• Cabo Vidio. Otro imprescindible, otra zona de costa alucinante.
• Visita a Cudillero. Este pueblo pesquero es de los más famosos de la costa de Asturias.
• Visita a las iglesias prerrománicas Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo en las afueras de Oviedo

Se nos quedó pendiente visitar Avilés por falta de tiempo.

Aquí os dejo el recorrido por la costa occidental:

Día 5

El día 5 de nuestro viaje decidimos dedicarlo a la zona de Covadonga, y aquí viene el principal «pero» del viaje. La carretera que sube del santuario de Covadonga a los lagos es la que al principio del post había dicho que estaba cerrada por nieve después del temporal, así que decidimos dejar esta visita para el final del viaje para ver si con el tiempo abrían la carretera… pero no fue así 😢. Los lagos de Covadonga quedan pendientes para la próxima vez, qué se le va a hacer. Actividades:

• Visita al Santuario de Covadonga. Allí pudimos visitar la Basílica de Santa María la Real de Covadonga y la Santa Cueva de Covadonga
• Visita a Cangas de Onís.

Aquí os dejo el recorrido hasta Covadonga, con parada en Cangas de Onís:

Día 6

El último día de todos lo dedicamos a descubrir Oviedo con calma, ya que, aunque era el lugar donde teníamos nuestra base, prácticamente no lo habíamos ni visto de día. Paula, la amiga de mi sobrina Iria, nos hizo de guía y nos llevó a sus lugares favoritos. También aprovechamos para comprar queso y demás productos típicos para llevarnos a casa.

• Paseamos por el casco antiguo, incluido el mercado de El Fontán, que nos encantó, y donde compramos productos típicos buenísimos.
• Visitamos la Plaza Alfonso II el Casto, donde se encuentra la Catedral de Oviedo, la estatua de La Regenta y multitud de edificios atractivos.
• Paseamos por el Campo de San Francisco, un precioso parque lleno de verdes árboles y, curiosamente, de estatuas.
• Vimos la cara más señorial de Oviedo en la zona que rodea este parque, con diversos edificios oficiales de lo más elegantes.
• Fuimos de compras por la zona de la Calle Uria y la Calle Pelayo.
• Tomamos unas sidras en la sidrería Tierra Astur en la Calle Gascona, donde tampoco nos pudimos resistir a picar algo.
• En definitiva, nos dedicamos a recorrer la ciudad que nos había acogido y a la que apenas le habíamos podido prestar atención, y a disfrutar de ella como se merecía.

Cosas que se quedaron pendientes

Hay algunas cositas que, por un motivo u otro se nos quedaron pendientes. Ahí van:

• Lagos de Covadonga. Por desgracia, como ya he comentado, la carretera que lleva del santuario a los lagos, que ya es bastante chunga de por sí, tengo entendido, estaba impracticable por el temporal de nieve que hubo la semana anterior a llegar nosotros, así que nuestro gozo en un pozo.
• El Museo de la Sidra de Nava. Una de las desventajas de viajar en temporada baja es que te puedes encontrar algunas de las atracciones cerradas directamente. Este es el caso del Museo de la Sidra, en Nava, que aprovecha los meses de invierno para cerrar una temporadita. Creo que volvía a abrir en marzo.
• Avilés. Al final se cayó del planning por falta de tiempo, así que otra vez será.

Y después hay cosas que hubiese querido visitar pero que, siendo realista, ya ni siquiera las incluí en el planning porque sabía que no iba a dar tiempo a hacerlas, como:

• La ruta del Cares. La Ruta del Cares es una de las sendas más conocidas de los Picos de Europa, y tiene fama de ser de las más bonitas de España. Me hubiese gustado poder hacer senderismo por los picos de Europa y ganarnos un poco más esas fabadas y esos cachopos.
• La Senda del Oso. La Senda del Oso es la vía verde más conocida y visitada de Asturias. Discurre por las antiguas vías utilizadas por los trenes mineros de la montaña asturiana, con una muy ligera pendiente. Tiene un amplio cercado osero donde se encuentran 3 osas viviendo en semilibertad.

Gastronomía

Ningún post sobre Asturias está completo si no hablamos de la gastronomía. ¡En Asturias sí que saben de esto! ¡Qué bien se come, que rico todo y qué pasada de zona para los amantes de la comida! No os podéis ir de Asturias sin haber probado muchos de sus platos más típicos, como por ejemplo, la omnipresente fabada; el pote, que es otra versión de puchero algo más light; el ya mencionado cachopo, ya sea clásico o más innovador, como uno que probamos nosotros con cecina, queso, espárragos y pimientos rojos; las patatas/setas/escalope/filete al Cabrales, ya que cualquier cosa al Cabrales sabe mejor; el Cabrales a palo seco, por supuesto, además de otros muchos quesos riquísimos de todo tipo; el pastel de cabracho; los chorizos criollos, con su salsita chimichurri; los costillares; y el pescado y el marisco en general.

Vamos, que hambre no se pasa… Además, con cualquier cerveza o bebida, siempre te ponen algún pinchito de algo, costumbre que me mola mucho y que está cero extendida en Levante, por desgracia.

Y luego está la sidra. La sidra está buenísima, entra súper fácil y os diría que hasta engancha, pero allí es una especie de religión y, como toda religión, tiene sus dogmas, que a mí, personalmente, me suelen incomodar bastante. Os cuento: cuando vas a una sidrería y pides unas sidras, te sacan una botella, te escancian unos «culines» para los que seáis y, en teoría, hay que bebérselo todo de un trago porque si esperas, ya no sabe igual. Entonces, ¿qué pasa? ¡Que estás continuamente con el vaso vacío! Al cabo de un rato suele aparecer otra vez el chico, o si no lo hace lo llamas tú, y te sigue escanciando de la botella hasta que se termina. ¿Qué pasa de nuevo? Pues que si, por ejemplo, sois cuatro, igual se termina la botella a mitad ronda. Entonces el chico saca otra botella. Y así eternamente 😂 ¿Cuál es mi problema aquí? Que no soy libre de beber cuando quiero ni la cantidad que quiero. Yo soy una bebedora lenta, siempre soy la última en terminarme lo que sea que estamos bebiendo, y el hecho de tener que beberme toda la sidra que me ponga el camarero de golpe, quedarme con el vaso vacío y tener que esperar a que me vuelvan a servir para poder beber otra vez (eso sí: todo de golpe) me perturba un poco. ¡Ah! Y si no lo haces así y te guardas un poquito de sidra en el vaso, en plan «mi tesssoro», para tener algo que beber cuando te apetezca, ¡entonces te riñen! 😂 ¡En serio, me pasó varias veces!

Que me perdonen mis amig@s y lector@s asturian@s, lo he descrito un poquito en clave de humor para hacerlo más ameno, pero en realidad me parecen fantásticas estas costumbres, que por algo se hará así. Aun así, tenéis que reconocer que pueden resultar extrañas o chocantes a quien acaba de aterrizar en Asturias y no tenía ni idea de todo esto, como nosotros, así que lo cuento al resto de lector@s para que vayan avisad@s y no se queden con cara de alucine cuando les expliquen el procedimiento y «las normas», como nos pasó a nosotros.

Eso sí, ¡qué buena está la sidrina y qué bien entra! ¡Peligro, señores! 😋

Posts que podéis esperar de este viaje

Después de analizar las visitas que hicimos y el material que tengo, creo que la cosa va a ir así:

• Post sobre «Asturias en 25 experiencias imprescindibles«
• Post sobre «Los X pueblos con más encanto de Asturias».
• Post recomendando una «Ruta cervecera por Oviedo». De eso se encargará Félix 😎 .

Y, por supuesto, algún que otro vídeo.

Y hasta aquí este diario del viaje de Asturias. Espero que os haya gustado, y estad atent@s para no perderos los posts con más chicha (¡y más fotos! 😍) que os he comentado, que no tardarán en llegar. Aprovecho para recomendar al 100% un viajecito por Asturias: yo iba avisada de lo bonito que era, es algo que siempre se ha oído, ¿verdad? Pues aun así la costa asturiana y sus pueblecitos mágicos me pillaron por sorpresa y me dejaron alucinada. «¿Pero cómo puede ser? ¡Si ya lo sabía!», pensaba. Pero da igual, ese paraíso natural que es Asturias sorprende de todos modos, y a vosotr@s, cuando vayáis, os pasará exactamente igual. Ya lo veréis.