ID Qué hacer en Gante en 2 días
Bélgica,  Europa,  Gante

Qué hacer en Gante en 2 días

¡Hola, viajer@s!

Hoy vengo a contaros cuál fue nuestra última escapadita. Hace solo unos pocos días que hemos regresado de uno de esos planes que nos gustan a nosotros: esas combinaciones molonas de festival y visita a ciudad chula.

La excusa, como suele ser habitual en nosotros, ha sido asistir a un festival de metal, en este caso, el Graspop Metal Meeting, que se celebra a mediados de junio en el pequeño pueblo de Dessel, en Bélgica, aunque ya casi en la frontera con los Países Bajos. Si os interesa obtener más información sobre Graspop, estad atent@s porque pronto publicaré un post explicando todo lo que hay que saber sobre el festival y con comentarios sobre todos los conciertos que vimos este año en el GMM.

Teníamos una semanita disponible, y el festival son 4 noches, así que disponíamos de 2 noches más para hacer una visita relámpago a alguna ciudad belga, y optamos por pasarlos en la bonita ciudad flamenca de Gante. Es un lugar en el que ya habíamos estado, pero hacía ya muchísimo tiempo, y solo pasamos una mañana ahí con un viaje organizado desde Bruselas, combinado también con visita a Brujas, pero la recordábamos tan bonita y nos apetecía tanto volver, que Gante fue la ciudad elegida para completar este planazo de una semana.

Gante decididamente se merece más que una mañana para poder apreciar toda su belleza y nosotros en esta ocasión pudimos dedicarle un día y medio, ya que el primero de los dos días amanecimos todavía en el festival y hubo que recoger todo, conducir hasta Gante y hasta comer por el camino, con lo cual ese día disponíamos solo de la tarde para visitar la ciudad, y al día siguiente sí que contábamos con el día entero al 100 %, ya que nuestro vuelo salía al otro día a primera hora de la mañana, así que haced cuenta que lo que os voy a contar «cabe» más o menos en una tarde y en un día completo.

También es verdad que llegamos reventados a la ciudad (imaginaos, después de 4 días de festival dándolo todo) y para más inri, pillamos ola de calor infernal en Gante (y es una ciudad que NO está preparada para el calor: ¡no hay aire acondicionado en ningún lado!), cosa que no nos facilitaba las cosas, así que es posible que en un estado físico más fresco y en unas condiciones menos adversas, os quepan algunas cosillas más 😉

Vistas desde el Puente de San Miguel
Vistas desde el Puente de San Miguel

Hablemos de Gante

Gante, ubicada en el noroeste del país, es la cuarta ciudad más importante de Bélgica y, para muchos, la más hermosa. Desde luego, a pesar de que Brujas se lleve toda la fama, considero que Gante no tiene nada que envidiarle en belleza. Gante cuenta con unos 250.000 habitantes y destaca por su industria exportadora de flores. La ciudad portuaria de Gante cuenta con una zona peatonal en el centro de la misma donde se puede admirar la hermosa arquitectura flamenca de principios del medievo, donde también hay auténticos monumentos góticos, y donde asimismo tendremos la oportunidad de admirar la obra de importantes artistas flamencos.

Gante se encuentra ubicada en la confluencia de dos ríos, el Lys y el Escalda, y este hecho es precisamente el que le da nombre a la ciudad, ya que «Gante» viene de la palabra celta ganda, que hace referencia a la convergencia, en este caso de los dos ríos entre los que esta ciudad se encuentra.

A modo de ultrarresumen de su historia, os comentaré que en el S. XIV era la ciudad más grande de Europa después de París, que destacaba su comercio con la lana y que sus habitantes han dado fe de su carácter rebelde, insurrecto e inconformista a lo largo de la historia con numerosas protestas contra los impuestos altos y batallas por los derechos civiles.

El casco antiguo de Gante es relativamente compacto y muy fácil de recorrer a pie. Además, el transporte público de la ciudad (buses y tranvías) funciona muy bien y tiene bastante frecuencia, así que con ayuda de nuestro querido Google Maps no vais a tener ningún problema a la hora de moveros por la ciudad.

Gante es una ciudad con muchísima vida, tanto por la gran afluencia de turistas, como por los propios locales, a los que por lo visto, les va la marcha, cosa que está genial. Como os decía, fuimos a Gante de vuelta del festival, por lo que estuvimos en la ciudad unos «maravillosos» lunes y martes y, a pesar de ser entre semana, la ciudad estaba a tope, los pubs y restaurantes a rebosar y, como os comentaba, se veían a muchísimos locales tomando algo en las terrazas (más que nada porque dentro de los sitios no se podía estar por el calor, ya que, como he comentado antes, el 90% de los locales no tienen aire acondicionado, y allí estábamos a 33 grados).

Con esta pequeña visión general de la ciudad que os acabo de dejar, podemos meternos ya de lleno en lo importante: en las 25 cosas que hacer en Gante en dos días. ¡Vamos allá!

En los castillos medievales me siento como en casa
En los castillos medievales me siento como en casa

Qué hacer en Gante

1. Pasaros por la Oficina de Turismo

Aparte de que se encuentra en una placita encantadora y con mucha vida, Sint-Veerleplein, y de que su fachada es de lo más espectacular (se trata del edificio de la antigua lonja de pescado), en la Oficina de Turismo podréis encontrar toda la información que necesitéis sobre qué hacer y qué ver en Gante. A pesar de que seáis de los que lo lleváis todo preparadísimo, como nosotros, aquí podréis coger folletos, mapas y preguntar las dudas que podáis tener a los empleados que, por cierto, es fácil que hablen español. Además, en esta página de la Oficina de Turismo también encontraréis un montón de información útil sobre qué hacer en Gante.

Sin embargo, el motivo más importante para visitar la Oficina de Turismo de Gante es, sin duda, haceros con la CityCard. Pinchando en el anterior enlace podéis ver con detalle todo lo que os entra con la tarjeta de la ciudad, pero ya os digo yo que es muy apetecible. Está disponible en formato 48 y 72 horas al muy módico precio de 30 y 35 euros respectivamente. Deberéis escribir en la tarjeta la fecha de «activación», a partir de la cual contarán las 48 o 72 horas de validez de la tarjeta. Aquí os dejo un pequeño resumen de todo lo que entra:

  • todo el transporte público – No hay que validar la tarjeta ni enseñársela al conductor ni nada de eso. Tú te subes al bus o al tranvía y punto. Simplemente, en caso de que venga un revisor, habrá que enseñársela y tendrá que ser válida para la fecha que estéis, obviamente (por eso hay que escribir la fecha de la «activación» en la tarjeta).
  • entrada gratuita a todas las atracciones de la ciudad. No os las acabáis, de verdad.
  • 1 paseo en barca con guía por los ríos y canales de la ciudad.
  • 1 día de utilización del barco hop-on/hop-off (como los típicos buses turísticos, pero en barco)
  • 1 día de alquiler de bici

Como veis, es un auténtico «todo incluido» a un muy buen precio, así que os recomiendo que os hagáis con vuestra CityCard de Gante nada más pisar la ciudad para sacarle todo el jugo posible.

La chulísima fachada de la Oficina de Turismo
La chulísima fachada de la Oficina de Turismo

2. Disfrutar de un paseo en barco por Gante

Ya que estáis en la Oficina de Turismo, y especialmente si habéis optado por la CityCard, lo tenéis ahora muy fácil para hacer una de las actividades más chulas: el paseo guiado en barco. Hay varias empresas que lo ofrecen, y los barcos de una de ellas salen del puentecito Kleine Vismarkt, que atraviesa el río Lys, a 1 minuto andando de la Oficina de Turismo.

El recorrido dura algo menos de 1 hora y el guía va explicando y relatando (en inglés) todo lo que se va viendo, que es mucho y muy bonito. Me parece que esta actividad puede ser una buena primera toma de contacto con la ciudad, para haceros una idea en poco tiempo de cómo es y de qué hacer en Gante. Además os permite ver sitios o perspectivas de las que solo podréis disfrutar desde el agua.

Totalmente recomendable. ¡Ah! Y recordad que esta actividad os sale gratis con la CityCard, así que solo con el paseo en barca ya tenéis amortizada gran parte de la compra, porque me suena que valía unos 10 euros…

El casco antiguo de Gante visto desde el río
El casco antiguo de Gante visto desde el río

3. Sorprenderte con algunas de las curiosidades que cuenta el guía del paseo en barca

Con los tours guiados siempre obtienes más información que yendo por libre, y siempre te enteras de datos curiosos que, de otro modo, sería imposible descubrir. Este es el caso también con el paseo en barco del que os acabo de hablar. Aparte de las vistas, preciosas, de las que podréis disfrutar, también os enteraréis de muchas cosas curiosas.

La Torre de Libros
La Torre de Libros

Por ejemplo, ¿sabíais que en la Edad Media los canales de Gante estaban cubiertos porque, de lo sucios y contaminados que estaban, despedían muy mal olor? Pues pasaremos con el barco por un tramo que todavía está cubierto, una especie de túnel acuático. También veremos un edificio muy curioso, la llamada Torre de los Libros, que es ni más ni menos que una biblioteca. Y el nombre no es casual: esta «cuarta torre» es el símbolo de Gante como ciudad universitaria, y tiene forma tal cual de eso, de una serie de libros apilados. Muy chulo y llamativo. También veremos un puente sin acabar. Sí, sí, un puente que acaba en «la nada» porque empezaron a construirlo sin haber pedido la licencia y, al pedirla a mitad obra, no la concedieron y así se quedó el puente. También podremos admirar el edificio más antiguo de Gante, precioso del aspecto viejuno que tiene, y además inclinado hacia delante por ese mismo motivo. Y, ¿sabéis qué alberga ahora mismo este edificio tan importante para la ciudad? ¡Una franquicia de hamburguesería! Y creo recordar que comentó el guía que el alquiler del local era de 11.000 euros al mes. ¡Alucina! También veremos un llamativo castillo gótico, llamado Castillo de Gerardo el Diablo, que tiene una historia oscura: a lo largo de los siglos ha servido como residencia aristocrática, arsenal, convento, escuela, seminario diocesano, cárcel y centro para enfermos mentales. En cuanto a esto último, se cuentan auténticas historias de terror, y en la ciudad se dice que el lugar está maldito y que allí habitan los espíritus de los pobres desgraciados que tanto sufrieron a manos de sus «cuidadores».

Estas y otras muchas curiosidades descubriréis durante este bonito y también interesante paseo en barco.

El Castillo de Gerardo el Diablo visto desde el río
El Castillo de Gerardo el Diablo visto desde el río

4. Morirte de amor con el pub más pequeño de Gante

¡Estoy segura de que no habéis visto nada igual! El ‘t Galgenhusje es un café o pub tan chiquitín que dentro, a pie de calle y donde encontramos la mini-barra, apenas caben 2 o 3 mesitas. Aparte, tiene un incluso más pequeño piso superior (¡ojo con las escaleras asesinas, sobre todo al bajar!) y un par de sótanos que no llegamos a ver pero que, al parecer, son algo más grandes. La terraza, en un punto privilegiado de la ciudad, en plena plaza Groentenmarkt, tiene unas vistas agradables y mucha vida.

Antes era la casquería, donde la gente de pocos recursos compraba vísceras para comer, que, por motivos higiénicos, estaba prohibido vender en la Lonja de la Carne.

No obstante, el nombre del local (“la casita del patíbulo”) se refiere a la función de la fachada trasera, donde los condenados esperaban la aplicación de su pena. Además de ser el café más pequeño de Gante, puede presumir de tradición, ya que lleva siéndolo ininterrumpidamente desde 1776.

Una visita imprescindible y un lugar encantador donde parar a tomar algo, ya sea un café o una deliciosa cerveza belga de barril: nosotros optamos por una cerveza local tipo kriek (con sabor a cereza) que, con el calorazo que hacía, nos dio la vida.

El pub más pequeño de gante no puede ser más cuqui
El pub más pequeño de gante no puede ser más cuqui

5. Retroceder varios siglos en el Castillo de los Condes

En una escapada a Gante no puede faltar una visita a la imponente fortaleza dentro de la ciudad: el Castillo de los Condes de Flandes o Gravensteen. Este destacado monumento ha tenido una existencia de lo más convulsa, estrechamente vinculada a la compleja y, a menudo agitada, historia política y social de la ciudad. Se trata del único castillo medieval con foso que queda en Flandes, y cuenta con un sistema de fortificación prácticamente intacto. Esta visita nos proporciona una visión completa de la cultura caballeresca del siglo XII.

El castillo se encuentra justo en frente de la oficina de turismo, y la entrada cuesta 10 euros, aunque es gratis con la CityCard. ¿Veis cómo la vamos amortizando rápidamente? 😎 La entrada incluye una audio guía que, por lo visto es bastante interesante y está pensada en clave de humor, sin embargo nosotros no estábamos de humor para audio guías (¿conocéis la sensación? ¡A veces, simplemente, no apetece!) y lo recorrimos a nuestro aire.

El Castillo de los Condes me flipa
El Castillo de los Condes me flipa

Lo más chulo de la visita es, sin duda, el paseo por las murallas, desde donde hay unas vistas espectaculares de toda la ciudad. También hay una exposición con un montón de instrumentos de tortura medieval.

Esta es una de las visitas que se tiene que hacer sí o sí en Gante, ¡no os lo perdáis!

Vistas desde las murallas del Castillo de los Condes
Vistas desde las murallas del Castillo de los Condes

6. Desplazarte en tranvía por la ciudad

El tranvía es bastante omnipresente en la ciudad. Es imposible no fijarte en la cantidad de vías en el suelo y en el revoltijo de catenarias sobre tu cabeza.

Por lo que vimos, el servicio de tranvía funciona muy bien, tiene bastante frecuencia y ¡tiene aire acondicionado!

No perdáis la oportunidad de desplazaros por la ciudad en esta forma de transporte tan práctica y chula. Y, recordad: el transporte público está incluido con la CityCard.

Gante desde las alturas
Gante desde las alturas

7. Visitar alguno de los beaterios de la ciudad

Y much@s os preguntaréis: «¿Qué es un beaterio?». Pues un beaterio es el lugar donde viven las beatas. Os veo poner cara rara y preguntar de nuevo: «Y, ¿qué son exactamente las beatas?». Porque suena casi como a insulto, ¿no?

Pues bien, las beatas eran mujeres solteras o viudas que vivían como una comunidad católica en un beaterio. Estos grupos tuvieron un gran desarrollo por el elevado número de viudas (tras las frecuentes guerras) que vivían juntas por necesidad. No hacían votos religiosos, pero sí promesa de castidad.

Por su situación relativamente independiente, a lo largo de los años fueron objeto de persecución acusadas de herejes o brujas. La última beata de Gante murió en 2008, poco antes de cumplir los 100 años.

Los beaterios de Flandes y Holanda siguen siendo un oasis de silencio y tranquilidad, y en la ciudad de Gante podemos encontrar varios, por ejemplo, el Pequeño Beaterio de Nuestra Señora Ter Hoyen, el Gran Beaterio de Santa Isabel Groot y el Antiguo Beaterio de Santa Isabel; este último es el que nosotros visitamos.

Para ello cogimos el tranvía justo a la puerta del Castillo de los Condes y, en cuestión de unas pocas paradas, estábamos ya allí. Este beaterio abierto (ya no está rodeado de un muro, como los otros dos) se convirtió en el S. XIII en lo que podría llamarse una «capital de beatas», con una iglesia, la casa de la superiora, una enfermería, una capilla, más de cien casas de beatas, un prado de blanqueo (superficie de hierba para poner la ropa al sol para que se blanquease) y un huerto de frutales. En 1873, tras sufrir la presión de la Revolución Francesa, la mayor secularización del casco urbano y el aumento de la industrialización, las residentes se mudaron al nuevo Gran Beaterio de Santa Isabel Groot.

Se trata de una visita agradable, ya que el lugar transmite muchísima paz y tranquilidad. El conjunto de casitas sencillas, formando un auténtico barrio aparte dentro de la ciudad, es realmente encantador.

Las casitas del beaterio de Santa Isabel
Las casitas del beaterio de Santa Isabel

8. Quedarte un poco descolocad@ con el Pabellón Municipal

El Pabellón Municipal, construido en 2012, es una modernísima macromarquesina que se encuentra en un lugar privilegiado de la ciudad, entre el Campanario Municipal, el Ayuntamiento y la Iglesia de San Nicolás.

Su innovador diseño tiene una llamativa estructura de tejado que se extiende sobre 40 metros y cuenta con 1600 ventanitas. En la ciudad hubo cachondeo en un principio con el diseño de esta obra, aunque parece que al final ha conseguido hacerse un hueco en los corazones de los habitantes; sin embargo, eso no les ha impedido cambiarle el nombre burlonamente de Stadshal (pabellón municipal) a schaapshal (establo de ovejas).

La verdad es que es imposible que te deje indiferente: estás paseando tranquilamente por Gante, rodead@ de edificios antiguos preciosos y, de repente, te encuentras con esta macroestructura supermoderna que te rompe un poco los esquemas. Lo primero que piensas es: «¿Qué narices pinta eso ahí?». Pero, en realidad, ¿por qué no? Esta construcción deja claro que Gante no es solo pasado, también es presente y, sobre todo, futuro.

El curiosísimo Pabellón Municipal
El curiosísimo Pabellón Municipal

9. Comer por la zona de Patershol

Este antiguo barrio a la sombra del Castillo de los Condes de Flandes tiene un trazado de estrechas callejuelas y serpenteantes pasadizos que se remonta a la Edad Media. Este barrio ha cumplido diferentes funciones a lo largo de la historia, pero en la actualidad no es otra cosa que un atractivo barrio de moda con una gran cantidad de pequeños y encantadores restaurantes de todo tipo de cocina.

Para comer o para cenar, Patershol es una muy buena opción.

Kraanlei no puede ser más bonito
Kraanlei no puede ser más bonito

10. Disfrutar de la arquitectura de Kraanlei

Esta calle, llamada Kraanlei, está en el barrio de Patershol, y tiene un tramo donde se suceden varias casitas antiguas con fachadas chulísimas, de las que te dejan con la boca abierta. No sabría deciros exactamente de qué número a qué número van, pero están alrededor del número 79. Buscadlas, y después me contáis 😉

Las bonitas fachadas de Kraanlei
Las bonitas fachadas de Kraanlei

11. Hacerle una visita a Alijn en su casa

«Y, ¿quién narices es Alijn?», os preguntaréis. Bueno, pues la Casa de Alijn es un museo de Gante que pone en primer plano la vida cotidiana de las personas de a pie del siglo pasado, el siglo XX. No hace tanto tiempo, pero a la vez todo lo que veis ahí queda muy, pero que muy lejos. Este edificio fue el Hospital de los Hijos de Alijn, el único hospicio de Gante que se conserva, en el que se cuidaba a pobres, enfermos y ancianos.

Ojo, que estamos hablando de objetos del S. XX, pero os aseguro que entrar en la casa de Alijn es como toparte con toda una serie de objetos cotidianos que a día de hoy parecen antediluvianos. Amantes de la nostalgia: esta es vuestra casa.

Es como volver a la infancia por un momento: ropa, juguetes, fotografías, decoración y todo tipo de objetos expuestos por temáticas y que abarcan todo el S. XX, por lo nos recordará a nuestra infancia y nos hará ver cómo fue la de nuestros padres e incluso la de nuestros abuelos.

Retro, retro, retro
Retro, retro, retro

Una maravilla de museo, donde pasas un rato de lo más agradable y del que sales con una sonrisa en la cara. Si vais con niños, no os lo perdáis, les encantará, pero si no, tampoco pasa nada: nosotros éramos solo Félix y yo y lo pasamos pipa.

Además, el patio interior es súper agradable, hay una cafetería y baños. El precio de la entrada es de 6 euros.

También visitamos la exposición temporal que había en la otra parte del edificio llamada «Humo», súper interesante, sobre el tema del tabaco a lo largo de la historia. Aquí encontraréis también objetos antiguos relacionados con el tema de fumar: pipas, pitilleras, cajas de cerillas, tabaco de liar, etc., además de un montonazo de fotos antiguas muy interesantes donde, por supuesto, todo el mundo está fumando. También la zona dedicada a la publicidad del tabaco a lo largo de la historia es muy reveladora. Si cuando vayáis todavía está esta exposición, no lo dudéis, seguro que os gusta.

El agradable patio interior de la Casa de Alijn
El agradable patio interior de la Casa de Alijn

12. Enamorarte de Vrijdagmarkt

Esta legendaria plaza ha tenido siempre un papel importante en la historia de Gante. Su historia tiene capítulos tanto alegres como tristes: se trataba de la plaza donde se celebraba el mercado semanal, hasta que se decidió que este espacio se necesitaba para recepciones ceremoniales, fiestas y otras celebraciones, y también ha sido el escenario de alzamientos y masacres.

Una peculiar «fiesta popular» típica en la Edad Media eran, cómo no, las ejecuciones, y este era el lugar donde se llevaban a cabo en Gante. La última decapitación tuvo lugar en 1822: el reo fue ejecutado en la guillotina, después de haberle cortado la mano derecha (¿me imagino que por robar?).

Sin embargo, hay cosas más alegres en las que centrarse en esta plaza también: hay un edificio llamado Toreken que llama la atención en una de las esquinas de la plaza, la que da a la calle Kammerstraat, que tiene como una torreta. Se trata del edificio más antiguo (S. XIV) y original de la Vrijdagmarkt y da una buena idea de cómo debía ser la plaza en aquellos tiempos medievales. En su momento, era la casa gremial de los curtidores.

Toreken: la casa gremial de los curtidores
Toreken: la casa gremial de los curtidores

En el centro de la plaza podemos ver la estatua de Jacobo de Artevelde, un emprendedor y hombre de estado del S. XIV conocido sobre todo por ser el líder de la sublevación gantesa.

Otro edificio sumamente llamativo, aunque ya bastante posterior, es la imponente Casa del Pueblo Socialista (la de la inscripción Bond Moyson en la fachada). Esta es su historia: a finales del S. XIX surgió en el mundo obrero de Gante la mutualidad socialista, uno de los primeros sistemas de seguros de enfermedad. Este simbólico edificio de 1894 comprende la llamada «Ons Huis» («nuestra casa»), el centro del partido, y «Bond Moyson», entonces los almacenes de la asociación cooperativa. Este complejo es un desafiante gesto a la burguesía y demuestra que Gante sigue haciendo honor a su carácter rebelde, también en su historia más reciente. Fijaos bien en la fachada, porque es realmente impresionante.

Increíble la fachada de la Casa del Pueblo Socialista
Increíble la fachada de la Casa del Pueblo Socialista

Aparte de la plaza en sí, vale la pena perderse por las callejuelas que la rodean. A un par de minutos andando hacia el río os encontraréis con el Gran Cañón de la ciudad. Este monstruo de hierro forjado pesa 12.500 kg y data de 1431. Por su color original se le puso el nombre de «el Gran Demonio Rojo», pero la gente le llama «Dulle Griet» («Margarita la Loca», una mujer de mal genio del imaginario popular). A pesar de su enorme boca, el cañón no ha disparado nunca. Se le ha tapado definitivamente hace unos años porque se utilizaba como papelera y como dormitorio de indigentes.

Con Margarita la Loca
Con Margarita la Loca

13. Más Dulle Griet: una cervecería curiosa

En honor al cañón del que acabo de hablar (o a la mujer de mal genio del folklore local, no sé) se ha llamado a esta cervecería tradicional ubicada también en Vrijdagmarkt, De Dulle Griet.

Se trata de un tradicional café con un magnífico y veterano interior con detalles medievales, ruedas de carro y decoración cervecera por doquier. Posee la mayor oferta de cervezas de Gante: más de 500 referencias nacionales y extranjeras, pero lo que la ha hecho famosa es un pequeño ritual que tienen: si pides una Max, es decir una cerveza de barril de aproximadamente 1,2 litros servida en un vaso enorme en forma de bocina que viene en un soporte de madera, hay que dejar un zapato en prenda.

¿Que quieres birra? ¡Toma birra!
¿Que quieres birra? ¡Toma birra!

Tienen un cubo colgado del techo donde van poniendo todos los zapatos «confiscados» y, al irte y devolver el vaso en buenas condiciones, te devuelven tu zapato. Es una turistada, sí, pero el pub es chulo, tienen mucha variedad de cerveza y está en una bonita plaza de la ciudad, así que, ¿por qué no? Eso sí, el servicio fue leeeeento no, lo siguiente.

¡Adiós, zapato!
¡Adiós, zapato!

14. Recorrer Werregarenstraat, la calle de los grafitis

Se dice que una ciudad viva se reconoce por su arte callejero. Gante, a pesar de lo que se pueda pensar por su alucinante casco antiguo medieval, es una urbe moderna y contemporánea. Aquí todo el mundo es bienvenido y puede expresarse como quiera. Por eso, la calle Werregarenstraatje es un lienzo al aire libre para los artistas del grafiti.

En esta “calle de los grafitis”, los artistas del spray plasman intensas obras dando rienda suelta a su creatividad. Lógicamente, el aspecto de este espacio cambia constantemente.

Vale la pena recorrerla para ver esa otra dimensión moderna, creativa y rompedora de la ciudad… ¡y para sacar unas cuantas fotos chulas, claro!

La calle más colorida de Gante, sin duda alguna
La calle más colorida de Gante, sin duda alguna

15. Admirar la Iglesia de Santiago

Ubicada en la plaza Bij Sint-Jacobs, la iglesia de Santiago (o de Jacobo, lo encontraréis de las dos formas) es tan bonita que vale la pena dedicarle vuestra atención un rato. Y qué mejor forma de hacerlo que sentaros en una terraza de la misma placita, a escasos metros de sus robustos muros, a tomar algo. Si sois cerveceros os recomiendo que elijáis una cervecería llamada Trollekelder: ubicación inmejorable y variedad y calidad de cervezas alucinante.

Las dos torres de la entrada son del período románico, pero desde aquella época la iglesia ha sufrido toda clase de destrucciones, ampliaciones y reconstrucciones.

La Iglesia de Santiago
La Iglesia de Santiago

16. Visitar la Catedral de San Bavón y al cordero más famoso del mundo

Este magnífico monumento situado en la plaza Sint-Baafsplein se alza con toda su grandeza y es imposible de pasar por alto. La Catedral de San Bavón, la iglesia parroquial más antigua en el corazón de Gante, está construida sobre una primera iglesia del siglo X y una románica del XII, dedicada a San Juan Bautista. En la Edad Media, Gante era una ciudad rica y poderosa y podía permitirse la construcción de templos cada vez más grandes y ricos. Así, en el transcurso de los siglos XV y XVI, la Iglesia de San Juan fue convertida en el majestuoso edificio gótico de la Catedral de San Bavón.

La Catedral de San Bavón tiene una rica historia y en su interior aloja asimismo una serie de tesoros que hacen la boca agua a todo amante del arte: el altar mayor, barroco y realizado en mármol blanco, negro y pardo veteado; el púlpito rococó en roble, madera dorada y mármol; una gran obra de Rubens (La entrada de San Bavón en el monasterio de Gante); el Tríptico del Calvario de Justo de Gante; la lámpara gótica; las tumbas monumentales de los obispos ganteses… y naturalmente la mundialmente famosa Adoración del Cordero Místico.

El políptico completo de la Adoración del Cordero Místico
El políptico completo de la Adoración del Cordero Místico

Sin duda, una bonita catedral en la que perderse un buen rato. Pero hablemos un poco más de su joya: el cuadro de los hermanos Van Eyck llamado «La Adoración del Cordero Místico». Este políptico es la obra principal de la Escuela Flamenca del S. XV, fue presentado en 1432 y está reconocido mundialmente como cumbre artística y como una de las pinturas más influyentes jamás realizadas. Sus 18 paneles en total presentan una mágica evocación bíblica que contiene, entre otras cosas, un retrato del donante y administrador eclesiástico Joos Vijd y de su esposa Elisabeth Borluut.

El Cordero Místico fue pintado sobre paneles de roble cubiertos de finas capas de una mezcla de tiza y cola de origen animal. Las figuras se aplicaron mediante numerosas capas de óleo. La combinación de trabajo de miniatura y pintura traslúcida aporta una dimensión adicional, ya que parece que la pintura emite un resplandor interno. Esta obra es además una sucesión de detalles microscópicos y contiene diversas perspectivas matemáticas y simbólicas.

Esta monumental obra de 4,4 m X 3,4 m formada, como he comentado, por 18 paneles temáticos, tiene también el dudoso honor de ser la obra de arte robada más veces de todos los tiempos. A día de hoy, uno de los paneles, el de «Los Jueces Justos», sigue desparecido, y ya van 85 años desde su robo en 1934.

Algunos datos curiosos sobre el cuadro, para que también os hagáis una idea del nivel de detalle brutal que tiene:

  • el texto que pronuncia la virgen está escrito al revés para los comunes mortales, pero legible para Dios,
  • la fruta que Eva tiene en la mano no es la conocida manzana bíblica, sino un cítrico poco común que se denomina «Pomum Adami»,
  • la investigación de las bocas de los ángeles ha demostrado que cantan a varias voces, si bien no se ha podido averiguar qué canción,
  • uno de ellos lleva un zafiro en el que de forma casi microscópica se ha pintado el reflejo de una ventana gótica de la catedral,
  • en el horizonte del panel central pueden verse las tres torres de Gante,
  • tras el incendio de 1822 se repararon los daños del panel central y se pintó por encima el propio Cordero Místico, pero quedaron visibles algunos detalles del original, por eso ahora el cordero parece tener cuatro orejas,
  • se realizó una copia del panel robado de «Los Jueces Justos»; tan solo 60 años después, la copia ya necesitaba una restauración y se encontraba en un estado mucho peor que las tablas originales con varios siglos de antigüedad.

Bastante alucinante todo, ¿verdad? Vale la pena verlo con vuestros propios ojos y alucinar con los vibrantes colores y ese nivel de detalle tan loco. Si bien la entrada a la catedral de San Bavón en gratis, para ver el Cordero Místico sí que hay que pagar una entrada de 4 euros (si no recuerdo mal), aunque con la CityCard la visita sale gratis.

La parte central de la Adoración del Cordero Místico
La parte central de la Adoración del Cordero Místico

17. Disfrutar de las mejores vistas de la ciudad desde el Campanario Municipal

Si en vuestra escapada a Gante miráis al mágico horizonte del casco antiguo, hay algo que no pasa desapercibido: el Campanario Municipal, en el centro de la emblemática fila de torres, entre la Catedral de San Bavón y la Iglesia de San Nicolás. En lo alto, un dragón, símbolo y mascota de Gante, vigila el centro histórico de la ciudad.

El Campanario Municipal, o Belfort, como también se le llama, proclamado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, merece una visita. Se alza como símbolo de la independencia de la ciudad y en él se alojaba la campana de alerta, llamada «Klokke Roeland», que protegía a los ciudadanos.

El Campanario Municipal en todo su esplendor
El Campanario Municipal en todo su esplendor

Merece la pena la visita (entrada 8 euros, gratis con la CityCard): hay que subir unos pocos escalones hasta el primer piso y, desde ahí, lo suyo es coger el ascensor hasta la parte más alta, disfrutar allí de las impresionantes vistas de la ciudad y, una vez hayamos terminado, ir bajando a pie para ver las diferentes exposiciones que hay en el resto de pisos.

Antes os hablaba de la campana original «Klokke Roeland»; pues bien, esa campana de grandes dimensiones fue fundida en 1659 para hacer un impresionante carrillón de 40 campanas, que podremos ver en uno de los pisos que encontraremos al bajar.

Ver las ciudades a vista de pájaro, desde las alturas, siempre es una gran experiencia, y este caso no es una excepción: vale totalmente la pena.

Vistas que no tienen precio
Vistas que no tienen precio

18. Enamorarse de la Iglesia de San Nicolás

Esta iglesia por fuera es MUY bonita. Es la que completa la famosa fila de torres de Gante (San Bavón, Campanario Municipal y San Nicolás), está construida con piedra azul calcárea de Tournai, que le da un tono precioso, y es uno de los más bellos ejemplos del gótico escaldino, típico de la zona.

Esta joya data de principios del S. XII y está dedicada a San Nicolás, el patrón de los comerciantes y los marineros. Estos últimos fueron los que reunieron los fondos necesarios para construir esta impresionante iglesia. La magnificencia del edificio servía también para realzar la riqueza y el poder de los comerciantes.

Una curiosidad es que la torre del crucero actúa como una linterna natural, así que deja penetrar los rayos del sol directamente. Una maravilla.

Está ubicada además enfrente del Campanario Municipal y del Pabellón Municipal, de los que ya he hablado, y de los que la separa un pequeño parque cubierto de césped donde la gente para a descansar y a disfrutar del sol.

La más que bonita iglesia de San Nicolás
La más que bonita iglesia de San Nicolás

19. Maravillarse ante el Ayuntamiento de Gante

El Ayuntamiento, que se encuentra detrás del Campanario Municipal y del Pabellón Municipal, es un edificio curiosísimo. Se compone de dos partes totalmente diferenciadas, de dos fachadas que nada tienen que ver la una con la otra.

Por una parte, el lado que da a la calle Hoogpoort, muestra el estilo gótico flamígero tardío de finales del S. XVI, y tras esa fachada se hallan nada menos que 51 salas, incluida la Capilla Nupcial, donde acuden a casarse muchas parejas gantesas.

En el otro lado, al girar la esquina, encontramos una fachada que contrasta fuertemente con la que acabo de describir. Esta fachada, que da a la calle Botermarkt, es posterior (1559-1618), de estilo renacentista, y está completamente cubierta por columnas de tres cuartos y pilastras dóricas, jónicas y corintias, inspiradas en los palacios italianos. Estas columnas son de un tono oscuro, que contrasta a su vez con el tono más claro de la fachada.

Una locura en conjunto, vamos. No me extraña que digan que el edificio tiene «doble personalidad».

El Ayuntamiento y sus dos fachadas
El Ayuntamiento y sus dos fachadas

20. Alucinar con las vistas desde el puente de San Miguel

El bonito puente se San Miguel ofrece una de las mejores panorámicas de la ciudad. Es un lugar único desde donde, mires hacia donde miras, solo vas a ver belleza.

Desde aquí se ve el río Lys y sus dos famosas orillas Graslei y Korenlei, de las que hablaré más tarde, el Castillo de los Condes de Flandes al fondo, la iglesia de San Miguel y la hilera de las tres icónicas torres de Gante. Solo desde este punto es posible capturar todo esto en una misma imagen: es una estampa que refleja la quintaesencia de Gante y de Flandes, una auténtica pasada.

Además, en medio del puente, sobre el arco central, hay una bonita farola con una imagen de bronce de San Miguel.

En conjunto, una imagen que vale la pena retener en la retina.

Las torres de Gante desde el Puente de San Miguel
Las torres de Gante desde el Puente de San Miguel

21. Pasear por las famosas orillas del río Lys

Ya he mencionado las famosas Graslei y Korenlei, las orillas del río Lys por las que es obligado dar un paseo, pero es que son tan bonitas que se merecen su propio apartado.

Podría decirse que Graslei y Korenlei son el corazón que late en el casco histórico de Gante. Esta zona lleva animada y en constante ebullición desde el S. XI, cuando fueron creciendo las actividades comerciales en estos antiguos muelles, que se convirtieron en el puerto de la ciudad. Por entonces, Gante tenía derecho de emporio sobre los cereales: todas las importaciones de grano del condado de Gante pasaban por este puerto y cada embarcación que pasase tenía que entregar un cuarto de su carga de cereales como impuesto a la ciudad.

El adorable panorama que ofrece el río Lys a su paso por el casco antiguo
El adorable panorama que ofrece el río Lys a su paso por el casco antiguo

Si os fijáis, algunas casas tienen las fachadas inclinadas hacia delante, y esto es intencional, ya que este tipo de construcción facilitaba la operación de izar los sacos de grano para almacenarlos. Algunas incluso conservan todavía la polea en la punta de su fachada escalonada.

En estas orillas encontramos magníficos edificios históricos, como el Almacén de Grano, que data del año 1200 y que tiene la fachada escalonada más antigua del mundo (lo encontraréis en Graslei n.º 11).

Es una zona increíble para pasear, tomar algo en una de las múltiples terrazas o sentarse a orillas del Lys a ver la vida pasar. Como ya he dicho, es una zona animadísima y que no ha pasado de moda en diez siglos… Por algo será, ¿no?

Bonus: Yo añadiría al paseo también la zona de Kraanlei, ya que también es preciosa.

Las bonitas orillas del río Lys
Las bonitas orillas del río Lys

22. Descubrir uno de los antiguos pozos de la ciudad

El pozo Achtersikkel es una pequeña joya oculta; este pequeño oasis de tranquilidad está en pleno centro turístico de Gante, justo al lado de la siempre bulliciosa plaza St-Baafsplein, donde se encuentran reunidas tres de las fuerzas que impulsan a la sociedad: la burguesía con su poderosa Torre Campanario, la intelectualidad con el impresionante teatro y el clero con la magnífica Catedral de San Bavón. 

El nombre de la placita, Achtersikkel, procede sus propietarios originales, los acaudalados Vander Sickelen. Su elevada torre redonda (S. XIV-XV) está rematada con un mirador octogonal en estilo renacentista y tiene una hermana más sencilla construida en ladrillo (en Gante, por torres que no sea).

En el Achtersikkel sigue estando uno de los cinco pozos de agua de propiedad privada que había en Gante, lo que recalca aún más la riqueza de la familia Vander Sickelen, ya que pocos se podían permitir un lujo así.

El bonito pozo Achtersikkel
El bonito pozo Achtersikkel

23. Exprimir aún más la CityCard con el barco hop-on/hop-off

La CityCard permite otra ventaja que nos pareció muy guay: tienes derecho a, durante uno de los días, montarte en el barco hop-on/hop-off. Se trata de un barco de recorrido turístico que va haciendo paradas en los diferentes puntos de la ciudad que hay que ver y que tú, durante ese día, tienes derecho a ir cogiendo las veces que te plazca para ir recorriendo la ciudad en barco y parando donde quieras. El recorrido es, además, guiado, con comentarios sobre lo que se va viendo.

Es como los típicos autobuses rojos turísticos de las ciudades, pero en barco, y nos pareció un concepto genial. Sin embargo, nuestro gozo en un pozo, porque cuando lo fuimos a pillar un día que nos habíamos alejado un poco más del centro para visitar una de las cervecerías guays de la ciudad para volver al casco antiguo, resulta que tiene un horario bastante limitado: solo funciona del 1 de abril al 1 de noviembre, los sábados y domingos de 11:00 h a 18:15. Si os coincide, genial, pero a nosotros no nos coincidió y nos parece que el concepto está genial, pero que para ser útil de verdad, debería tener un horario más amplio.

Preciosas vistas durante el paseo en barco
Preciosas vistas durante el paseo en barco

24. Visitar la Zona Universitaria de Gante

Si vais con tiempo, podéis aventuraros más allá del casco antiguo de Gante y descubrir otras zonas, como la Zona Universitaria. Nosotros fuimos porque aquí se encuentra una de las cervecerías que Félix quería ver (os hablará de todas ellas en un post que no tardará en llegar, así que estad atent@s).

Se trata de una zona diferente, donde abundan las residencias de estudiantes, los restaurantes baratillos y los pubs.

Coincidió que cuando nosotros fuimos era algún tipo de fiesta en la ciudad, o final de curso o algo que todavía no tenemos muy claro que era, pero la cuestión es que está zona estaba un poco revolucionada: estaban los estudiantes de fiesta, con algunas calles cortadas, haciendo barbacoas en la calle, etc. Estaba todo un poco sucio, pero había mucho ambiente.

El imponente Castillo de los Condes
El imponente Castillo de los Condes

25. Probar los productos típicos de la zona

Donde fueres, haz lo que vieres, ¿no? Uno de los placeres al visitar una nueva ciudad o un nuevo país es probar sus productos típicos y su gastronomía. Por eso, de Gante no puedes irte sin probar, por ejemplo, un gofre, el delicioso chocolate belga, las omnipresentes patatas fritas o unos mejillones.

Un producto exclusivo de Gante son los llamados «cuberdon«. Se trata de pequeños conos como de gominola, tradicionalmente con sabor a frambuesa, aunque hoy en día existen de muchos sabores más. Están buenísimos y se pueden comprar en confiterías e incluso en pequeños puestos ambulantes por la calle. Un pequeño «pecado» dulce más que probar en Gante.

Conitos y cervecitas
Conitos y cervecitas

Algo súper típico belga también es, cuando te estás tomando una cerveza, pedir una tapa de taquitos de queso y de salami, que te sirven con un poco de mostaza.

Y por último, lo que es imprescindible probar es, por supuesto, la deliciosa y súper variada cerveza belga. Como ya he dicho, Félix está preparando un post sobre las mejores cervecerías de Gante, donde os hablará largo y tendido sobre este tema.

Tapita belga por excelencia
Tapita belga por excelencia

Aquí os dejo un mapa con todos los puntos que menciono en este post ubicados, para facilitaros un poco las cosas:

Aparte de todo esto que os he contado en este post, la tarjeta CityCard de Gante os permite la entrada a una gran cantidad de atracciones más: hay un montón de museos interesantes y de todo tipo a los que no pudimos ni acercarnos, está la Abadía de San Pedro y diferentes casas y exposiciones que se pueden visitar. La verdad es que la tarjetita está genial y vale la pena comprarla por todo lo que ofrece por un precio tan asequible.

Y, oye, si visitáis Gante pero vais con bastante tiempo, es importante tener en cuenta que Bélgica es un país bastante pequeño y que, en muy poco tiempo tanto en coche como en tren, te puedes plantar en otra ciudad: Brujas, Bruselas, Amberes… todas preciosas, interesantes y muy cercanas.

Espero que os haya gustado este listado de 25 cosas que hacer en Gante en 2 días: se trata de una ciudad increíble, bella e interesante a partes iguales, que recomiendo visitar al menos una vez en la vida. Nosotros ya llevamos dos, y tengo la impresión de que tal vez alguna más caerá. Y vosotr@s, ¿tenéis pensado visitar esta impresionante ciudad flamenca de las tres torres?

Te lo cuento todo sobre mis viajes y aventuras
Y te llevas gratis las mejores checklists

Una vez te suscribas al blog recibirás todas las actualizaciones y las novedades en tu bandeja de entrada: ¡así de fácil y cómodo! Y además, al suscribirte, te regalo las mejores checklists para hacer las maletas.

RESPONSABLE: Débora Mascaró Rojas. FINALIDAD: gestionar el envío de boletines por correo electrónico con información gratuita y sin publicidad, relacionada con los temas que se tratan en mi blog www.travellinglavidaloca.com. LEGITIMACIÓN: la legitimación es gracias a tu consentimiento. DESTINATARIOS: se comunicarán datos a MailChimp para gestionar las suscripciones a la lista de correo como plataforma de envío de boletines por correo electrónico. DERECHOS: podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación o supresión de tus datos. +info

Blogger de viajes, conciertos y festivales de metal. ¡Sígueme y no te pierdas ninguna de mis aventuras!

Leave a Reply

RESPONSABLE: Débora Mascaró Rojas. FINALIDAD: gestionar el envío de boletines por correo electrónico con información gratuita y sin publicidad, relacionada con los temas que se tratan en mi blog www.travellinglavidaloca.com. LEGITIMACIÓN: la legitimación es gracias a tu consentimiento. DESTINATARIOS: se comunicarán datos a MailChimp para gestionar las suscripciones a la lista de correo como plataforma de envío de boletines por correo electrónico. DERECHOS: podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación o supresión de tus datos. +info

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.