Qué hacer en Bergen
Bergen,  Europa,  Noruega

Qué hacer en Bergen – Las 30 actividades que no debes perderte en Bergen

***VIAJE EN COLABORACIÓN CON LA OFICINA DE TURISMO DE NORUEGA***

¡Hola, viajer@s!

Como much@s sabréis, Félix y yo acabamos de regresar de nuestro viaje de bodas por Noruega, y hemos vuelto completamente enamorados de este país. Nos fue imposible abarcar todo lo que nos apetecía ver del país en los 17 días que duró nuestra ruta por Noruega, pero podéis consultar el post del itinerario para ver en qué zonas nos centramos. En este post de hoy os voy a contar cuáles son las 30 actividades que en mi opinión no os podéis perder en una de las ciudades más bonitas del país y, de hecho, una de las más bonitas que hemos visto nunca: Bergen.

Bergen

Bergen es la segunda ciudad más grande de Noruega, con unos 300.000 habitantes. Se sitúa en la costa sudoeste de Noruega, en un valle formado por un grupo de montañas conocido colectivamente como de syv fjell (las siete montañas). Se la conoce como la puerta de entrada a los famosos fiordos noruegos, y por ello también se ha convertido en el mayor puerto de cruceros turísticos de Noruega, y uno de los mayores de Europa. Además, el puerto también es con diferencia el mayor de Noruega: en 2005, gestionó más del 50 % de mercancías por vía marítima del país.

Bergen, como Ciudad Cultural Europea, Patrimonio de la Humanidad y Ciudad de la Gastronomía de la Unesco, ofrece cultura y experiencias de primera clase. Como puerta de entrada a los fiordos noruegos, la región de Bergen supone una combinación ideal de naturaleza, cultura e interesantes atracciones urbanas en cualquier época del año. Se trata de una ciudad internacional llena de historia y tradición, de una gran ciudad con el encanto y el ambiente acogedor de un pueblo.

Simplemente pasear por sus antiguas calles y callejuelas puede ser toda una experiencia. Miréis donde miréis encontraréis pequeñas casas de madera de suaves colores, adoquines que acaban convirtiéndose en empinadas escaleras, alegres adornos florales y, siempre, al fondo, las montañas. Es una ciudad única, sobre todo por su bellísima localización y sus alrededores mundialmente conocidos: las siete preciosas montañas, los fiordos que la rodean y el litoral fantástico con miles de islas que le dan a esta región una cercanía excepcional a los elementos de la naturaleza.

Basándome en nuestra estancia de 7 días disfrutando de esta hermosa ciudad, he hecho una lista de las 30 actividades que no podéis perderos si visitáis esta increíble capital de los fiordos: 30 cosas que hacer en Bergen. Pero antes de lanzarnos de lleno con la lista sobre qué hacer en Bergen, también os quiero comentar un detalle importante:

La Bergen Card

Como en muchas otras ciudades, en Bergen también existe una tarjeta que ofrece ventajas a los visitantes que les permiten ahorrar unos eurillos. Veamos qué incluye la Bergen Card:

  • transporte público gratuito: sirve para los buses y el tranvía en toda la zona de Bergen, incluido el trayecto desde/hacia el aeropuerto.
  • entrada gratuita o con descuento a los museos y demás atracciones de la ciudad, los eventos culturales, los tours turísticos, algunos restaurantes, algunas tiendas de souvenirs, el alquiler de coche y hasta algunos parkings

Los precios de 2017 son los siguientes:

  • Bergen Card 24 horas: 240 NOK
  • Bergen Card 48 horas: 310 NOK
  • Bergen Card 72 horas: 380 NOK

Teniendo en cuenta que para pasar de coronas noruegas (NOK) a euros hay que dividir los precios por 9, aproximadamente por 40 euros tenemos transporte gratuito y entradas gratuitas o con descuento a la mayoría de atracciones de la ciudad durante 3 días. Con una buena organización del tiempo, se le puede sacar mucho jugo a la tarjeta 😜

Ahora sí, ¡vamos allá con esa lista sobre qué hacer en Bergen!



30 cosas que hacer en Bergen

1. Disfrutar de las vistas desde el avión

Si llegáis a Bergen por aire, la diversión empieza incluso antes de aterrizar. Las vistas de la zona de Bergen desde el avión, con los fiordos, la costa exquisitamente recortada, los cientos de islas y los infinitos bosques verdes, son ya un excelente regalo de bienvenida. En ese momento, desde el avión, a muchos kilómetros de altura, ya sabes con certeza que has acertado con el destino: comprendes que lo que vas a experimentar en esa ciudad y en esa zona va a ser algo nuevo e increíble, algo que no se puede comparar a nada de lo que hayas visto antes. Bergen te empieza a enamorar incluso antes de pisarla.

2. Dar un paseo por Bryggen

Bryggen es un barrio histórico ubicado en el muelle a orillas del fiordo donde se asienta la ciudad. Es, de hecho, la zona donde se construyeron los primeros edificios de Bergen; era el barrio de los comerciantes de la Liga Hanseática, establecidos allí en 1360. A lo largo de la historia, Bryggen, con sus edificios de madera, ha sufrido varios incendios; hoy en día, la cuarta parte de los edificios datan de después del incendio de 1702; el resto son más recientes. Se conservan algunos sótanos de piedra que se remontan al siglo XV. Tras el incendio de 1955, en la zona afectada se construyó un museo y varias casas de madera en el estilo antiguo.

La encantadora estampa de Bryggen
La encantadora estampa de Bryggen

Durante siglos ha sido una vibrante zona en el centro de la ciudad. Un paseo por los estrechos callejones y por las oscuras galerías te trasportan al pasado, a la penumbra de la historia, desde la Edad Media hasta nuestros días. En 1979 la zona fue declarada Patrimonio Mundial por parte de la UNESCO.

Bryggen es mucho Bryggen
Bryggen es mucho Bryggen

La preciosa estampa que ofrecen las pintorescas casitas de madera, cada una de un color, frente al muelle antiguo es la imagen de Bergen por excelencia. Es una pasada pasear por delante de estas construcciones de estilo antiguo… pero, ¡no hay que quedarse ahí! Hay que explorar las estrechísimas callejuelas que se encuentran entre casita y casita, hay que adentrarse en las entrañas de Bryggen para empaparse de todo su encanto medieval.

Si así lo hacéis, descubriréis pasadizos secretos entre las construcciones medievales, patios escondidos con coquetas cafeterías y selectos restaurantes, oscuras galerías de madera de dudosa estabilidad y decenas de talleres de artesanos y diseñadores que ocupan los bajos de todas estas casitas. Es realmente encantador.

Bryggen desde la otra parte del puerto
Bryggen desde la otra parte del puerto

3. Visitar el Mercado de pescado

El Mercado de pescado o Fisketorget (abierto de mayo a septiembre) se encuentra en pleno centro de la ciudad, frente a las casitas de madera de Bryggen, y siempre ha jugado un papel importante en la vida la ciudad. Se trata del mercado al aire libre más famoso y más visitado de Noruega. Es una de las atracciones turísticas por excelencia de Bergen y, algo curioso, muchos de l@s trabajador@s de los puestos son de nacionalidad española. Por otra parte, en el Mathallen, una sección cubierta del Mercado de pescado (esta zona sí que está abierta todo el año), se puede encontrar más variedad y productos de mayor calidad. También hay zona de restaurante, donde puedes comer el producto fresco de los puestos del mercado, y hasta zona de terraza donde, si el tiempo acompaña, puedes disfrutar de tu comida o bebida con vistas al muelle y a Bryggen.

El Mercado de pescado con su terraza exterior y, en el segundo piso, la oficina de turismo
El Mercado de pescado con su terraza exterior y, en el segundo piso, la oficina de turismo

Es bastante habitual que si paras en un puesto y te interesas por los productos con intención de comprar, te dejen probar varios de ellos. El producto más famoso y más exótico para nosotros es la carne de ballena: se trata de una carne totalmente negra y aderezada con pimienta que se vende ahumada y lista para consumir. Yo la probé por curiosidad y, para mí, que soy una persona que no come pescado ni marisco, sabía a carne. Como a cecina, de hecho. Estaba buena 🙂 Otros productos famosos son el salmón, bien salvaje o bien de piscifactoría, el caviar, el bacalao, el cangrejo, la langosta y la trucha.

El género expuesto en el Mercado de pescado
El género expuesto en el Mercado de pescado

4. Pasarse por la Oficina de Turismo

La Oficina de Turismo de Bergen se encuentra en la segunda planta del edificio del Mathallen, el Mercado de pescado cubierto, en pleno centro de la ciudad, así que pasaréis por delante seguro. Vale la pena parar a echar un vistazo o a preguntar cualquier duda que tengáis: allí os atienden rápido y bien y os solucionan los problemillas que podáis tener.

Allí podéis comprar billetes para visitas guiadas, cruceros por los fiordos y conciertos, así como la Bergen Card, billetes de tren para cualquier destino de Noruega, etc. También podéis solicitar información sobre alojamiento y cambiar divisas. Además hay una gran exposición con folletos gratuitos sobre las actividades que podréis llevar a cabo durante vuestra estancia, así que podéis recopilar información útil sobré qué visitar, coger ideas nuevas, informaros sobre horarios de apertura y precios, etc. sin necesidad ni siquiera de hacer cola para que os atiendan.

5. Tomarse una de las muchísimas cervezas de barril que ofrece Henrik Øl og Vinstove

Henrik Øl og Vinstove tiene ni más ni menos que 54 cervezas de surtidor, todas artesanales. Obviamente, la variedad es increíble, pero es que la calidad no se queda corta. Nosotros descubrimos auténticas maravillas allí. Por lo demás, se trata de un sitio muy tranquilo (no hay ni música), con una zona de barra donde se acomodan los parroquianos más habituales para conversar con los camareros, que son muy amables y siempre están dispuestos a aconsejarte si te ves abrumad@ por tanta variedad, y otra zona de sofás y mesitas para disfrutar de tus cervezas con algo más de comodidad y privacidad.

Llegados a este punto tengo que decir que la cerveza (y cualquier bebida alcohólica en general) es muy cara en Noruega. Una pinta de la cerveza rubia industrial más común allí, la Hansa, ronda los 8 euros. Por este motivo, hay una gran tradición de microcervecerías artesanales en el país, porque, ya puestos a pagar una barbaridad por algo realmente mediocre, pagas algo más y te tomas una cerveza excelente. Las cervezas artesanales suelen estar entre los 10 y 12 euros y, como decía, tanto la variedad como la calidad en cualquier bar o restaurante que visitéis van a ser impresionantes. Si viajáis a Noruega y os gusta la cerveza, vais a disfrutar de lo lindo, aunque os toque rascaros el bolsillo a base de bien.

6. Probar un plato de cocina tradicional noruega en el Pingvinen

Según la Lonely Planet, el Pingvinen es un lugar dedicado a la cocina casera noruega, con un ambiente informal encantador y el favorito de todos en Bergen desde hace tiempo. La gente acude para comer lo que sus madres y abuelas solían hacer, y los precios son bastante razonables para lo que es Noruega. A nosotros nos gustó tanto que acabamos cenando allí 3 noches de las 7 que estuvimos en la ciudad. La cocina está abierta hasta las 9 o las 10 de la noche y, a partir de esa hora, solo tienen una pequeña selección de platos disponibles para los más rezagados, como nosotros 😂, que aun así son más que suficientes y satisfactorios.

Si vais para cenar y no tenéis demasiada hambre, preguntad cuál es la sopa del día y si os gusta, os recomiendo esta opción. Suele ser una crema de verduras muy rica (y bastante abundante) y te la sirven con unas rebanadas de un pan de cereales y frutos secos súper contundente untado con mantequilla que, prácticamente ya solo con estas rebanadas has cenado. Delicioso y baratito para los estándares noruegos: unos 11 euros. Más allá de eso, entre los 15 y los 25 euros tenéis platos más elaborados, como un guiso de carne, patatas y verduras llamado lapskaus, o un plato de bacalao desmigado con patata muy parecido al plato tradicional manchego llamado ajoarriero.

Mi potajito y el "ajoarriero" noruego de Félix
Mi guiso y el «ajoarriero» noruego de Félix

Otro puntazo es el plato de quesos, que vale unos 15 euros, y en el que, al menos a día de hoy, podréis degustar el queso Kraftkar, galardonado con el primer premio del World Cheese Award en 2016, lo que lo convierte en el mejor queso del mundo. El Kraftkar es un queso azul artesano noruego, cuya descripción en la Wikipedia es la siguiente: «Lo produce desde el año 2006 la casa Hanen, situada en Tingvoll. Es de leche de vaca pasteurizada, pesa 700 gramos y cuenta con un año de maduración en cava. Es de color amarillo limón, con numerosas vetas azules de moho entreveradas, solidificadas y bien distribuidas. Espeso, con textura de seda y cristalitos crujientes, es dulzón, apenas amargo y nada salado, con notas lácteas intensas y gran profundidad de sabor.» Solo una cosa más que añadir: BRU-TAL.

La variedad de cervezas con la que acompañar la comidita buena no está nada mal y, además, con la Bergen Card tenéis un 10% de descuento en la comida y la bebida, ¿qué más queréis? 😎

La tabla de quesos con el queso azul Kraftkar galardonado
La tabla de quesos con el queso azul Kraftkar galardonado

7. Visitar Mariakirken

La bonita iglesia Mariakirken es el edificio más antiguo de Bergen y data del S. XII. Se trata de una iglesia de piedra con entrada románica y torres gemelas, y se encuentra ubicada justo detrás de las casitas de madera de Bryggen.

Mariakirken, entre árboles
Mariakirken, entre árboles

Como elementos llamativos, destacan tanto el retablo como el púlpito de la iglesia. La entrada es gratuita, así que vale la pena asomarse a visitarla cuando paseéis por Bryggen.

Mariakirken, muy bonita con sus torres gemelas
Mariakirken, muy bonita con sus torres gemelas

8. Visitar la fortaleza de Bergen

La Fortaleza de Bergenhus se encuentra en la entrada del puerto y es una de las fortalezas más antiguas y mejor preservadas de Noruega. En ella se encuentran dos edificios que merece la pena visitar: Hakonshallen y Rosenkrantztarnet.

El imponente Hakonshallen desde el exterior
El imponente Hakonshallen desde el exterior

Hakonshallen es una gran sala albergada en un imponente edificio de piedra que mandó construir el Rey Haakon IV entre 1247 y 1261 como residencia real y salón de festejos, y que fue finalizada para la boda y la coronación de su hijo. En esa época, Bergen era la ciudad más grande y más importante de Noruega y Hakonshallen fue testigo de los acontecimientos nacionales más relevantes, como la aprobación del primer conjunto de leyes noruegas.

El interior de Hakonshallen
El interior de Hakonshallen

Entre sus gruesos muros de piedra y bajo su grandioso techo de madera, aun parecen resonar los sonidos de las solemnes ceremonias medievales y el alboroto de un sinfín de alegres festines. Como lugar de patrimonio nacional, todavía se utiliza a día de hoy para cenas reales y otros eventos oficiales, y os digo de verdad que tiene que ser impresionante ver esta imponente sala ser utilizada para lo que se construyó: para la celebración de grandes eventos reales. La entrada es gratuita con la Bergen Card; sin ella, el precio es de 80 NOK.

La mesa real en Hakonshallen
La mesa real en Hakonshallen

Lo torre Rosenkrantztarnet se encuentra junto a la gran sala Hakonshallen y fue erigida en la década de 1560 por el señor feudal de la fortaleza de Bergehus, Erik Rosenkrantz; sirvió como residencia y de puesto defensivo, y consta de cinco pisos. Se considera el edificio de la época renacentista más importante de Noruega. A través de las estrechas y oscuras escaleras se pueden subir los cinco pisos hasta llegar a la corona de la muralla, desde donde las vistas de la ciudad, el puerto y la fortaleza son impresionantes. La entrada es gratuita con la Bergen Card; sin ella, el precio es de 80 NOK.

Vistas desde la parte superior de Rosenkrantztarnet, con feria incluida
Vistas desde la parte superior de Rosenkrantztarnet, con feria incluida

Por lo que he podido ver en la página web, cuando uno de los dos edificios está abierto, el otro está cerrado y, efectivamente, nosotros tuvimos que ir en dos días diferentes para poder visitar las dos construcciones. Curioso (y muy poco práctico, por cierto)…

9. Subir al monte Ulriken en teleférico

Como ya he comentado, Bergen está rodeada de siete montañas; pues bien, una de ellas (de hecho, la más alta de las siete, con sus 643 metros), es el monte Ulriken, al que se puede subir en el teleférico Ulriken643. Para ello habrá que coger el bus azul de dos pisos que sale de la calle que lleva directamente al mercado del pescado (Torgallmenningen). Con la Bergen Card tenéis un descuento del 10 % sobre el precio original para Ulriken643, que es de 170 NOK.

Subiendo al monte en el Ulriken643
Subiendo al monte en el Ulriken643

El teleférico en sí ya es toda una experiencia, y si Bergen es bonita desde abajo, desde arriba aún gana más. Si tenéis suerte y os hace un día despejado, las vistas que vais a tener desde el propio teleférico, pero sobre todo desde la cima del monte Ulriken, van a ser totalmente alucinantes. Es increíble todo lo que abarca la vista desde allí: la propia ciudad de Bergen, con su puerto, las montañas que rodean toda la zona (algunas de ellas completamente nevadas en pleno mayo), fiordos, lagos, el verde de los bosques y las decenas o incluso los cientos de islas que bordean la costa. El conjunto es realmente impresionante.

Las increíbles vistas de toda la zona de Bergen desde la cima del monte Ulriken
Las increíbles vistas de toda la zona de Bergen desde la cima del monte Ulriken

En la cima del monte hay una torre de comunicaciones enorme, un restaurante llamado Sky:Skraperen cuya terraza tiene una vista de lo más envidiable y hasta un pequeño gimnasio de esos que se ponen ahora en los parques. Me encantó ver a muchísimos noruegos practicando deporte en la zona: suben andando o corriendo al monte, hacen trekking por las rutas que hay marcadas, pasean a sus perros por allí… Me pareció que es una ciudad en la que es muy fácil estar en contacto con la naturaleza y que los habitantes de Bergen aprovechan este punto tan positivo a tope.

Alucinando con las vistas desde Ulriken
Alucinando con las vistas desde Ulriken

10. Crucero por los fiordos Bergen – Mostraumen

En este crucero de tres horas de duración que sale desde Zachariasbryggen, junto al Mercado de pescado, se recorren los 27 kilómetro de longitud del fiordo Osterfjorden. Al final del fiordo nos encontramos con Modalen que, con sus pocos cientos de habitantes, es el municipio más pequeño de Noruega.

Flipando en el crucero de Mostraumen
Flipando en el crucero de Mostraumen

Durante el trayecto, el fiordo se va haciendo cada vez más estrecho entre las abruptas laderas de las montañas, y nos encontramos con cascadas que nos refrescarán con su lluvia de minúsculas gotitas de agua purísima cuando el barco se acerque a ellas para recoger agua directamente de la caída en un cubo para que todos los pasajeros que vamos a bordo podamos probar lo buenísima y refrescante que es este agua tan pura. Una vez llegamos a Modalen, el barco da la vuelta y vuelve por el mismo camino.

El fiordo en esta parte era un auténtico espejo 😍
El fiordo en esta parte era un auténtico espejo 😍

Los paisajes que se ven a lo largo de todo el camino son preciosos y, aunque no es de los cruceros por los fiordos más espectaculares, es una opción ideal si vais a estar poco tiempo en la ciudad y no queréis invertir un día entero (o más) en visitar fiordos; con esta opción, en tres horas lo tenéis liquidado y os llevaréis imágenes increíbles de la naturaleza noruega grabadas para siempre en vuestras retinas: las altas y abruptas montañas, algunas de ellas nevadas, a cada lado del brazo de mar que vamos recorriendo, los pequeños pueblecitos en los valles verdes, con su propio embarcadero, las decenas de cascadas que brotan por doquier… todo, todo ello resulta inolvidable. El precio de este crucero es de 550 NOK, y con la Bergen Card contáis con un 20 % de descuento sobre este precio.

Esta lleno de valles encantadores con un puñado de casitas, como este
Está lleno de valles encantadores con un puñado de casitas, como este

11. Comer o cenar en el Siam Ratree

Si sois fans de la cocina tailandesa, como yo, no podéis iros de Bergen sin probar un pad thai bueno, bonito, barato y auténtico en el restaurante Siam Ratree (), a cinco minutos andando del Mercado de pescado, justo detrás de las primeras casas del muelle de Bryggen. Para comer, el pad thai vale 99 NOK, lo cual, para los precios noruegos, es una ganga. Gracias a su localización céntrica, seguro que os va bien parar allí a reponer fuerzas algún día y es una opción buena, diferente y barata.

Tomando un pad thai y una sopita tradicional en el Siam Ratree
Tomando un pad thai y una sopita tradicional en el Siam Ratree

12. Visitar la iglesia de madera de Fantoft

La antigua iglesia medieval de madera de Fantoft, originalmente construida en Fortun, Sogn, en 1150 y trasladada a Fantoft en 1883, quedó totalmente destruida por un incendio provocado presuntamente por el líder del grupo de black metal Burzum, Varg Vikernes, que tuvo lugar el 6 de junio de 1992. La iglesia se ha logrado reconstruir y tiene ahora el mismo aspecto que antes del incendio. Para llegar a ella lo más fácil es tomar el tranvía desde Bergen hasta la población de Fantoft (trayecto que sale gratis con la Bergen Card).

La iglesia de Fantoft es increíblemente bonita e interesante
La iglesia de Fantoft es increíblemente bonita e interesante

El paseo por el bosque en el que se encuentra la iglesia es precioso y la iglesia en sí tiene una construcción realmente interesante y llamativa: está hecha completamente de madera y parece un cruce entre una pequeña iglesia de pueblo y un barco vikingo, es increíblemente bonita e interesante. Fuera de la iglesia hay una pequeña estructura de madera a modo de mirador desde donde se pueden sacar buenas fotos, así como una enorme cruz de piedra con aspecto de ser muy antigua. El interior de la iglesia es sorprendentemente reducido, con apenas una docena de banquitos de madera. La decoración interior es chulísima, con motivos vikingos tallados en la madera por todos lados.

Me encanta el estilo tan original que tiene
Me encanta el estilo tan original que tiene

La iglesia de Fantoft solo está abierta al público del 15 de mayo al 15 de septiembre y la entrada cuesta 60 NOK, aunque con la Bergen Card la entrada es gratuita.

Increíble el detalle del tallado en la madera: ¡esto es el lateral de un banco!
Increíble el detalle del tallado en la madera: ¡esto es el lateral de un banco!

13. Sentarse en una plaza céntrica a disfrutar del sol

Si hace buen tiempo, seguid aquello de «Donde fueres, haz lo que vieres» e imitad a los noruegos: los verás DISFRUTANDO, así con mayúsculas, del sol. Compraos un helado, elegid un banquito o un trocito de césped que veáis libre y dedicaos simplemente a disfrutar, tal y como hacen ellos. A veces, no hace falta más.

Macrohelado gigante para compartir, imitando a los locales
Macrohelado gigante para compartir, imitando a los locales

14. Tomar unos tacos al pastor en La Taquería por muy poco dinero

La Taquería es un local de comida mexicana para llevar (o para comer allí mismo en la barra si pilláis sitio, porque es muy pequeñito), donde encontraréis comida rápida de buena calidad a precios más que aceptables. Si no llegáis muy hambrientos, os recomiendo el pack de tres tacos al pastor para compartir entre dos personas. Están riquísimos, te dejan bien si no estás muerto de hambre y valen 119 NOK, si no recuerdo mal. Si sí que estáis muertos de hambre, a partir de ahí cada taco adicional vale solo 39 NOK, así que no hay problema. Y por supuesto, hay otras opciones en la carta: burritos, nachos y quesadillas que no falten. La ubicación () es súper céntrica también, a 5 minutitos del Mercado de pescado. Sitio muy, pero que muy recomendable.

15. Visitar el Museo Hanseático y el Schotstuene

El edificio del Museo Hanseático, de 1704, es una de las construcciones de madera más antiguas y mejor conservadas del muelle de Bryggen, y la única que mantiene la decoración interior original de la época hanseática. En esta visita se puede ver cómo vivían los mercaderes alemanes en Bergen durante el periodo de 1360 a 1754. El interior de la casa es realmente impresionante: todo es de madera, el suelo cruje bajo tus pies y en ningún momento está debidamente nivelado; la decoración es súper auténtica, con elementos originales de la época, y las habitaciones con sus camastros y poco más te hacen darte cuenta de que antes la gente vivía con lo mínimo.

El edificio del Museo Hanseático, al principio de Bryggen
El edificio del Museo Hanseático, al principio de Bryggen

En la parte baja de la casa es donde encontramos toda la información sobre la Liga Hanseática (una compañía comercial alemana que operaba en los mares del Norte y Báltico exportando pescado seco desde Noruega e importando cereales desde los países bálticos), cómo vivían estos comerciantes alemanes en Bergen (que eran unos auténticos privilegiados) y con qué materias primas comerciaban. Aquí se pone de manifiesto la relevancia del pescado y sus derivados (como el aceite de hígado de bacalao) como motor de la economía del país en aquella época.

Pescado seco con su "aroma"... mi cara lo dice todo
Pescado seco con su «aroma»… mi cara lo dice todo

En los pisos superiores de la construcción vemos las diferentes estancias de la casa: estudios, habitaciones privadas, salones, todos ellos con su decoración auténtica (lavamanos, cuadros, tapices, elementos decorativos).

¡Pescado seco por todos lados! 😱
¡Pescado seco por todos lados! 😱

Es una visita sumamente interesante que recomendaría realizar a tod@s l@s visitantes de Bergen; es más, si solo tenéis tiempo (o ánimos) para un museo o visita de este tipo, os recomiendo que sea este, ya que es el más interesante de los que vimos y el que más nos gustó a nosotros, personalmente. La entrada vale 100 NOK, y con la Bergen Card tenéis un 20 % de descuento sobre este precio (solo de octubre a abril).

El Museo Hanseático está unido estrechamente al Schotstuene; os explico: debido al altísimo riesgo de incendio en las casas de madera del muelle de Bryggen, donde vivían los comerciantes hanseáticos, estaba terminantemente prohibido encender fuego dentro de las casas. Solo estaba permitido hacerlo en el Schotstuene, que es un edificio construido en piedra que alberga cuatro salas de reuniones y dos cocinas. Aquí es donde hacían vida común los comerciantes y donde venían para entrar en calor y tomar comidas calientes en invierno. Además, las salas de reuniones se utilizaban para dar clases, como juzgados y para llevar a cabo celebraciones. Estas salas son realmente impresionantes. No cuesta imaginarse a los poderosos mercaderes forjando alianzas entre ellos y cerrando negocios entre jarra y jarra de cerveza en esas salas de paredes de piedra y hermoso mobiliario de madera. La verdad es que estas estancias te transportan siglos atrás en un abrir y cerrar de ojos, y a mí, personalmente, me encantan los sitios que me provocan esta sensación 🙂 Las cocinas también son muy auténticas y es interesante observar cómo funcionaba una cocina de estas características en esa época. También recomendado e interesante. Existen entradas conjuntas del Museo Hanseático, el Schotstuene y el Norwegian Fisheries Museum (al que nosotros no fuimos) por 150 NOK (con bus de transporte entre museos incluido), y con la Bergen Card tenéis un 10 % de descuento sobre este precio (solo de mayo a septiembre).

La sala de reuniones principal del Schotstuene
La sala de reuniones principal del Schotstuene

16. Subir al monte Floyen en el Floibanen

Gracias al funicular Floibanen (Vetrlidsallmenningen 21) que sube a la cima del monte Floyen (320 m) podréis disfrutar de una vista insuperable de la ciudad.

Bergen desde las alturas
Bergen desde las alturas

Hay salidas cada 15 minutos y la subida al monte por los carriles ultraempinados del Floibanen es ya toda una experiencia: ¡llega a alcanzar una inclinación del 26 %! ¡Casi nada!

Se aprecia la inclinación de locos del Floibanen, ¿verdad? 😱
Se aprecia la inclinación de locos del Floibanen, ¿verdad? 😱

Una vez arriba, hay diferentes miradores, una tienda de souvenirs, un restaurante y toda una serie de sendas marcadas para hacer bonitos trekkings por el monte, a través del bosque. Nosotros nos adentramos un poquito en el bosque y lo primero que hicimos fue encontrarnos un grupo de cabras sueltas, ¡jajaja!

Con nuestras amigas las cabras en el monte Floyen
Con nuestras amigas las cabras en el monte Floyen

De nuevo, como en el caso del monte Ulriken, se ve que los noruegos no pierden la oportunidad de hacer deporte y de disfrutar de la naturaleza dentro de la propia ciudad, ya que está lleno de gente corriendo, entrenando, paseando a sus perros, etc. ¡Es genial!

Pedazo de vistas desde el monte Floyen
Pedazo de vistas desde el monte Floyen

17. Pasear por el barrio de Nordnes

Si queréis pasar un rato tranquilo y agradable, sobre todo si hace buen tiempo, os recomiendo un paseíto por el barrio de Nordnes, que es digamos la punta inferior del puerto de Bergen. Como Bergen no es una ciudad muy grande, a no ser que estéis alojados muy, muy en la afueras, tampoco debería llevaros demasiado tiempo llegar hasta este barrio. ¿Por qué es interesante esta zona? Pues es simplemente muy tranquila y encantadora, es un barrio residencial lleno de casitas de madera unifamiliares, cada una de un color pastel diferente, con callecitas adoquinadas y todo perfectamente cuidado y adornado con maceteros repletos de flores. Aquí, un poco alejados del centro y de la zona más turística, podréis ver cómo viven los locales y, de verdad, es que encantador.

Zona de Nordnes, con sus casitas de madera
Zona de Nordnes, con sus casitas de madera

Además de las casitas también hay un bonito parque a la orilla del mar, el Nordnesparken, donde, de nuevo, si hace buen tiempo, veréis también a los habitantes de Bergen disfrutar del sol como niños. Cuando nosotros fuimos hacía un día estupendo y había muchísima gente con barbacoas de esas de usar y tirar de aluminio que venden en el supermercado, haciendo su picnic con sus cervecitas y tal.

El Nordnesparken, con la gente disfrutando al sol y junto al mar
El Nordnesparken, con la gente disfrutando al sol y junto al mar

¡Incluso vimos a gente bañarse! ¡Con el agua fría de nevera que estaba! ¡Brrr! Bueno, la cuestión es que es una zona agradable por donde pasear y donde pasar un rato tranquilo si hace buen tiempo y si vais suficientes días a la ciudad como para poder «escaparos» de la zona más turística.

18. Quedarse helado en el Magic Ice

Magic Ice (C. Sundts gate 50) es una fabulosa maravilla invernal construida con varias toneladas de hielo.

El trono de hielo
El trono de hielo

Este bar de hielo muestra el trabajo de reconocidos talladores de hielo que reforman el bar varias veces al año.

En el Magic Ice - Si os fijáis, al fondo está El beso, de Klimt, hecho en hielo
En el Magic Ice – Si os fijáis, al fondo está El beso, de Klimt, hecho en hielo

En Magic Ice, la pintoresca historia de Bergen se ha recreado en hielo puro y podréis encontrar esculturas que hablan sobre el patrimonio cultural de Bergen y Noruega, sobre la cultura costera, etc. Es más que un bar de hielo, es una extraordinaria galería de esculturas de hielo creadas de manera artesanal donde todas cuentan una historia.

Y El grito de Munch también hecho en hielo
Y El grito de Munch también hecho en hielo

La entrada cuesta 175 NOK, aunque con la Bergen Card tenéis un 15 % de descuento sobre este precio, y la entrada incluye una bebida en vaso de hielo y el alquiler de poncho calentito y guantes de lana para vuestra estancia en el interior del bar de hielo.

Simplemente precioso 💙
Simplemente precioso 💙

19. Tomar un perrito caliente de carne de reno en el Trekroneren

Otro sitio baratito y céntrico donde matar el gusanillo por poco dinero. El Trekroneren (Kong Oscars gate 1) es un quisco situado a dos pasos de Bryggen donde tiene una variedad enorme de salchichas para perrito caliente, como 15 o así, y una de ellas es la de carne de reno. No tiene por qué ser necesariamente la más buena, pero si la más llamativa para nosotros y la que podría ser más típica de los países escandinavos. Los hot dogs están riquísimos, son de calidad, cuestan unas 60 NOK y son para llevar, ya que se trata de un pequeño quiosco en la calle.

Pedazo de hot dog para la menda!
Pedazo de hot dog para la menda!

20. Disfrutar de una cerveza artesanal con vistas al puerto en Bryggeriet

Bryggeriet (Torget, 2) es una microcervecería y restaurante que está en pleno muelle de Bryggen, junto al Mercado del pescado. La variedad de cervezas es buena (la comida no la probamos), pero lo mejor es su excelente ubicación.

Vistas del puerto y el Mercado de pescado desde la terraza de Bryggeriet
Vistas del puerto y el Mercado de pescado desde la terraza de Bryggeriet

Como hacía buen tiempo, salimos a tomarnos las cervecitas a la terraza que está sobre el mar, tal cual, y pasamos un rato súper agradable de relax. Con respecto a las cervezas, también sirven tablas de 4 cañitas para poder probar más de una de las variedades que ofrecen. Por lo visto, también hay actuaciones en directo.

Tabla de cañas para Félix y pinta de Elvis Juice para mí 😋
Tabla de cañas para Félix y pinta de Elvis Juice para mí 😋

21. Visitar el Museo de Bryggen

El Museo de Bryggen (Dreggsallmenningen 3), junto a la iglesia Mariakirken, es un museo histórico-cultural con materiales hallados en las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en Bryggen en 1955.

Sección de un barco vikingo en el museo de Bryggen
Sección de un barco vikingo en el museo de Bryggen

Encontraremos restos de la construcción más antigua de la ciudad, del siglo XII, en su lugar original, cerámica europea, escritura rúnica, ilustraciones sobre el comercio, la navegación, la artesanía, la vida cotidiana y las relaciones culturales en la Alta Edad Media, así como exposiciones temporales. Para mí, la parte más interesante es la del piso inferior del museo, en concreto la sección de barco vikingo que está expuesta y los elementos de madera con escritura rúnica. La entrada cuesta 80 NOK, aunque con la Bergen Card la entrada es gratuita.

Una carta comercial escrita con runas de alrededores del 1300. ¡Fascinante!
Una carta comercial escrita con runas de alrededores del 1300. ¡Fascinante!

22. Comprar souvenirs en Bryggen

Sí, efectivamente, casi todas las casitas de madera de Bryggen que dan al muelle son tiendas de recuerdos, y las que no, son restaurantes. Así que podéis aprovechar vuestro paseo por Bryggen y todas las veces que pasaréis por esta encantadora zona de camino a otros museos, visitas o actividades para comprar vuestros souvenirs, si es que esto es algo que soléis hacer. Nosotros sí que lo hacemos, y siempre nos llevamos un imán de nevera de cada sitio donde estamos (nuestra nevera es bastante espectacular 😎), algo bonito de artesanía local para colgar en la pared y alguna cosilla más que nos entre por los ojos (en este caso, un pañuelo para el cuello chulísimo morado todo lleno de runas 💜). Además, con la Bergen Card tenéis un 10 % de descuento en la tienda Audhild Viken og Julehuset (the Christmas House).

23. Tomar una rica hamburguesa en el Inside a ritmo de rock

Si os gustan las hamburguesas, os gustará el Inside. Y si además os gusta el rock y la buena cerveza, habéis encontrado vuestro sitio ideal para cenar. El Inside (Vaskerelvsmauet 7) es un garito de rock y metal donde también sirven cenas, y su especialidad son las hamburguesas. Tienen como 20 tipos diferentes (e igual me quedo corta), todas con nombres de bandas de rock. La verdad es que están deliciosas, y saben aún mejor acompañadas de unas buenas cervezas artesanales y escuchando Pantera o Rob Zombie. Oh yeah! El Inside mola, no os lo perdáis.

Pedazo hamburguesas en el Inside
Pedazo hamburguesas en el Inside

24. Hablar con los noruegos en los pubs

Los noruegos (al menos los de la costa oeste del país, que son los que hemos tratado) son personas encantadoras. La verdad es que no nos esperábamos un trato así, tan cercano, ni muchísimo menos: íbamos con esa idea en la cabeza de que las personas de los países nórdicos son más frías y distantes que las de los países del sur. Tópicos, ya sabéis… Bueno, pues ya quisieran muchos españoles tener el carácter amable, la cercanía y la calidad humana de las personas que hemos conocido allí. Es que son realmente encantadores, extrovertidos y divertidos, son personas con las que es muy fácil entablar una conversación y pasar un buen rato charlando sobre cualquier tema. Mira que el año pasado estuvimos en Finlandia, y también hemos estado varias veces en Alemania, y en ninguno de los dos casos podemos decir nada malo de ninguno de los dos sitios, todo lo contrario, tanto en un país como en el otro nos han tratado estupendamente, pero no con la cercanía y la familiaridad que nos han regalado los noruegos. Así que ya sabéis, si habláis inglés y vais a Bergen, aprovechad y entablad conversación con los locales, ¡os sorprenderá lo majísimos que son!

25. Pasear por el parque Festplassen

De nuevo, si hace buen tiempo, os recomiendo dar un paseíto por el parque Festplassen.

Primavera en Festplassen
Primavera en Festplassen

Se trata de un parque cubierto de césped verdísimo y en el que hay un enorme lago con una fuente en el centro. En mayo, cuando estuvimos nosotros, estaba precioso: había glorietas con flores, árboles floridos, banquitos para sentarse y hermosas extensiones de césped donde tumbarse al sol, como hacen en cuanto pueden los noruegos. Es un buen lugar donde reponer fuerzas tras una larga caminata o un atracón de museos.

La bonita Festplassen, perfectamente cuidada
La bonita Festplassen, perfectamente cuidada

26. Visitar la catedral de Bergen

La catedral de Bergen (Domkirkeplass, 1), también conocida como iglesia de San Olaf, tiene un atrio de entrada tallado por los mismos canteros que decoraron la sala capitular de la abadía de Westminster en Londres. Si bien la primera referencia histórica registrada data de 1181, después de haber sido víctima de varios incendios a lo largo de los siglos, su apariencia general actual data de 1640. La verdad es que nosotros no la pudimos ver por dentro porque estaba en obras, y toda la parte de fuera estaba cubierta por un andamio, así que no tenemos nada decente que mostrar 😥 Sin embargo, tiene buena pinta y me hubiese gustado visitarla; además, es gratis. Con respecto a las obras, en Bergen y en Noruega en general hay obras por tooodos lados. Supongo que es buena señal, ya que significa que hay dinero, y que este se invierte en mejorar o mantener la ciudad, y además se crean puestos de trabajo, pero vaya, que no os extrañéis si veis andamios, calles levantadas, etc. en vuestra visita, porque ya os digo que las obras van que vuelan.

La única zona de la catedral de Bergen que no tenía andamio
La única zona de la catedral de Bergen que no tenía andamio

27. Visitar el Museo Marítimo

El Museo Marítimo (Haakon Sheteligs plass 15) ilustra el desarrollo marítimo y la importancia de esta actividad para Bergen y Noruega a través de los tiempos.

Modelo de barco vikingo en el Museo Marítimo
Modelo de barco vikingo en el Museo Marítimo

Está situado en un atractivo edificio, ideal para su uso como museo, ya que es grande, luminoso y perfecto para los niños. Allí encontraremos modelos de barcos desde los vikingos hasta hoy día, así como montajes que simulan ser zonas interiores de grandes buques antiguos o cubiertas exteriores de barcos que van navegando.

Barcos y más barcos
Barcos y más barcos

Está bien cuidado y no parece que haya muchas aglomeraciones de gente. Nosotros fuimos porque nos interesaba el tema de los barcos vikingos, pero la verdad es que resultó ser bastante interesante en general y no lleva tampoco mucho tiempo realizar la visita. La entrada cuesta 80 NOK, pero con la Bergen Card entráis gratis.

La zona de cubierta de barco, luminosísima y preciosa
La zona de cubierta de barco, luminosísima y preciosa

28. Bajar paseando por los jardines de la universidad

Si visitáis el Museo Marítimo, que está en una zona alta de la ciudad, aprovechad para bajar después atravesando los jardines de la universidad, que está al lado. En mayo, cuando estuvimos nosotros, estaban preciosos, cuidadísimos y con todas las plantas y los árboles en flor.

Los jardines de la universidad
Los jardines de la universidad

Había hasta estudiantes trabajando de jardineros cuidando las diversas zonas. Los jardines no son demasiado grandes y os sirven para dar un paseo agradable mientras bajáis de nuevo al centro de la ciudad.

Más jardines bonitos en la universidad
Más jardines bonitos en la universidad

29. Darse un capricho en el Altona Vinbar

El Altona (C. Sundts gate 22) es el restaurante y bar de vinos del hotel Augustin, donde nos alojamos durante parte de nuestra estancia en Bergen.

Restaurante del Altona, con esas pedazo de vigas que me encantan
Restaurante del Altona, con esas pedazo de vigas que me encantan

Por supuesto, no hace falta alojarse en el hotel para poder disfrutar del Altona, cualquiera puede ir como cliente. Se trata de un buen restaurante, con precios bastante elevados, pero se come bien. Sin embargo, lo más destacable es el local en sí y el ambiente que tiene: se trata de un sótano que da la impresión de estar excavado en la roca, tiene 400 años de antigüedad y ofrece seis «cuevas» diferentes donde cenar o tomar un vino.

Un sitio especial donde tomar algo con estilo
Un sitio especial donde tomar algo con estilo

Como decía, las paredes parecen de roca pura encalada de blanco, y los techos muestran toda una serie de vigas antiquísimas de madera. Es un lugar encantador, pero lo he puesto como «darse un capricho» porque no se trata de un sitio barato. Aun así lo quería incluir porque me pareció un sitio muy bonito y porque he hablado de un montón de sitios donde tomar cervezas, pero de ninguno donde tomar un buen vino; pues bien, aquí tenéis uno. Si vais, os recomiendo que os pongáis guap@s, parece un sitio un poco elegante 🙂

30. Celebrar la fiesta nacional del 17 de mayo con los noruegos

El 17 de mayo es la fiesta nacional de Noruega y los noruegos están entusiasmados con este día. Para ellos, es un día muy importante, lo esperan con gran ilusión y lo celebran con muchísima alegría. Nosotros tuvimos buena suerte y mala suerte a la vez con respecto a este día, ya que justo es el día que nos íbamos. Por una parte, pudimos ver algo de su fiesta por la mañana, ya que todos los noruegos se ponen sus trajes regionales y salen a la calle a ver los desfiles y las diferentes actividades que están organizadas para ese día (quien no tiene traje regional, se pone sus mejores galas, como para ir a una boda), pero por otra no pudimos llegar a ver los desfiles ni a disfrutar del día como toca, porque nos salía el vuelo a mediodía, así que nos quedamos un poco con la miel en los labios. Estoy segura de que, de haber podido vivirlo como toca, nos hubiese encantado y hubiese sido un día precioso, pero bueno, otra vez será. Para que os hagáis una idea de lo orgullosos que están de sus raíces, de sus antepasados, de su cultura y de su historia, el escenario principal donde se dan los discursos oficiales en Bergen, que se monta en Festplassen, el parque del que os he hablado antes, era un puñetero barco vikingo 😍. ¡Es que me encanta, hay que quererlos y punto! En resumen, si vais a Noruega en mayo y tenéis la posibilidad de estar allí el 17 de mayo, seguro que tenéis una grandísima experiencia.

¡Félix sobre el mejor escenario del mundo!
¡Félix sobre el mejor escenario del mundo!

BONUS – 31. Norway in a Nutshell

La impresionante excursión Norway in a Nutshell os lleva a través de algunos de los paisajes de los fiordos más hermosos de Noruega, podéis disfrutar del panorámico viaje en el tren de Bergen, del impresionante ferrocarril de Flåm, del paseo en ferry por el bello fiordo el Aurlandsfjord y por el estrecho y dramático Nærøyfjord, protegido por la UNESCO, así como de una ruta en autobús por las empinadas curvas de la carretera Stalheimskleiva (de mayo a septiembre).

Crucero por los fiordos en Norway in a Nutshell, me encanta el aspecto fantasmagórico que tienen en esta foto
Crucero por los fiordos en Norway in a Nutshell, me encanta el aspecto fantasmagórico que tienen en esta foto

El viaje está disponible como una excursión de un día o como un tour con pernoctaciones en el camino, y puede realizarse durante todo el año. Se trata de un tour sin guía, en el que simplemente te proporcionan un libreto con todos los billetes para todos los medios de transporte que tienes que ir tomando. Es muy popular y no hay pérdida: simplemente hay que ir siguiendo a «la manada». 

Vistas del recorrido en el tranvía de Flam
Vistas del recorrido en el tranvía de Flam

Si queréis pasar un día viendo paisajes espectaculares, este es vuestro tour. De todas formas, como se trata de una actividad tan completa de un día entero, escribiré un post específico sobre Norway in a Nutshell donde os lo contaré todo con detalle y donde haré algunas matizaciones y algunas advertencias.

Me encanta la facilidad con la que nos íbamos encontrando con barcos vikindos durante el viaje... 😍
Me encanta la facilidad con la que nos íbamos encontrando con barcos vikingos durante el viaje… 😍

Aun así, lo quería incluir igualmente como bonus en este post sobre qué hacer en Bergen porque se trata sin duda de una de las actividades top de la ciudad.

La espectacular cascada Kjosfossen, con bailarina vestida de rojo incluida
La espectacular cascada Kjosfossen, con bailarina vestida de rojo incluida

Top Ten: qué hacer en Bergen

Es posible que algun@s digáis: «Pero Débora, es que tú estuviste una semana en la ciudad, yo solo voy a estar un fin de semana, dos o tres días, y entonces no me cabe toda tu superlista de qué hacer en Bergen». Pues no, no os cabe. Si este es vuestro caso, venga va, aquí va mi Top Ten de cosas que hacer en Bergen, para que luego no digáis que no os escucho 😜

  1. Dar un paseo por Bryggen – Ineludible.
  2. Visitar el Mercado de pescado – Puede considerarse una turistada, pero a veces las turistadas hay que hacerlas, y este mercado ha sido muy importante a lo largo de la historia de Bergen, por lo que no hay que perdérselo.
  3. Tomarse una de las muchísimas cervezas de barril que ofrece Henrik Øl og Vinstove – Como sitio donde tomar algo me quedo con este.
  4. Probar un plato de cocina tradicional noruega en el Pingvinen – Como sitio donde comer algo me quedo con este.
  5. Visitar la fortaleza de Bergen – Es un recinto bonito, y las visitas tanto a Hakonshallen como a Rosenkrantztarnet valen la pena (si hay que elegir entre una o la otra, me quedo con Hakonshallen).
  6. Subir al monte Ulriken en teleférico – Las vistas y la experiencia merecen la pena.
  7. Visitar el Museo Hanseático y el Schotstuene – Como ya os he dicho, si solo hay que ver un museo, que sea este.
  8. Subir al monte Floyen en el Floibanen – Igual que con Ulriken, tanto la experiencia como las vistas son algo que no os podéis perder.
  9. Norway in a Nutshell – Si tenéis un día para dedicarle al tema de los fiordos y los paisajes espectaculares, no os lo penséis, Norway in a Nutshell es vuestra opción; si solo tenéis medio día, podéis optar por el crucero de Mostraumen de 3 horas. Pero fiordos hay que ver sí o sí, ¿eh? 😉
  10. Hablar con los noruegos en los pubs – Puede no parecer algo muy importante, pero para mí sí que lo es. Entablad una conversación, comprobad que es cierto lo que digo sobre su carácter afable, romped con los tópicos, y así vuestra experiencia en la ciudad será mucho más plena.

Si os habéis quedado con ganas de ver más cosas sobre Bergen, estáis de suerte, ya que he preparado un vídeo para que os podáis meter de lleno en la ciudad con nosotros. ¿Lo vemos? 😎

Hasta aquí este post en el que os he contado cuál fue mi experiencia en la ciudad de Bergen y en el que he condensado las 30 + 1 cosas que hay que hacer en la ciudad. ¡Y hasta me he currado un Top Ten para l@s de las escapadas de fin de semana! Espero que os haya gustado y que os hayan entrado ganas de visitar esta preciosa ciudad; si lo hacéis, os garantizo que no os arrepentiréis (sí, a pesar de ser muy cara, volveréis encantad@s). ¡Contadme cuál ha sido vuestra experiencia en los comentarios, porfa! Y estad atent@s a los siguientes posts sobre Noruega que están por venir, porque, querid@s viajer@s, esta saga vikinga solo acaba de comenzar.

***VIAJE EN COLABORACIÓN CON LA OFICINA DE TURISMO DE NORUEGA***

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